
El Primer Ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, ha planteado un potencial giro en las tensiones con Irán, al sugerir que el asesinato del líder supremo iraní, el ayatollah Alí Khamenei, podría poner fin al prolongado conflicto entre ambas naciones. Este lunes, en una entrevista con la cadena ABC News, Netanyahu afirmó que una operación de tal magnitud “no intensificaría el conflicto, sino que le pondría fin”, señalando al régimen iraní como responsable de medio siglo de inestabilidad en la región.
Netanyahu subrayó en la entrevista que el régimen de Teherán ha extendido su influencia negativa en todo Medio Oriente. Señaló incidentes como los bombardeos a los campos petrolíferos de Aramco en Arabia Saudí, y acusó a Irán de fomentar el terrorismo y el sabotaje. En sus palabras, Israel está actuando para prevenir lo que considera una “guerra eterna”, con implicaciones nucleares que podrían escalar la amenaza a nivel global.
Un punto clave de la conversación fue la revelación de un funcionario estadounidense que comentó a la cadena CNN que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se opuso firmemente a cualquier plan por parte de Israel que busque asesinar a Khamenei. Esta decisión se enmarca en las delicadas negociaciones sobre el programa nuclear iraní que se llevan a cabo actualmente. Netanyahu, sin embargo, resaltó que los intereses de seguridad nacional estadounidenses están vinculados a la capacidad de Israel para detener las amenazas nucleares: “Hoy es Tel Aviv, y mañana es Nueva York”, enfatizó, sugiriendo que la amenaza iraní podría extenderse más allá del Medio Oriente.
Israel e Irán se encuentran actualmente en el cuarto día de intercambios militares desde que el ejército israelí bombardeó varios objetivos clave del programa nuclear iraní. Los ataques israelíes han resultado en 224 muertes y más de 1.000 heridos en territorio iraní, según fuentes locales, mientras Teherán ha respondido con operaciones que han cobrado al menos 24 vidas en Israel.
Netanyahu defendió la postura de su país, argumentando que las acciones israelíes buscan evitar una catástrofe nuclear. “Tienen información de inteligencia muy sólida” sobre los planes de Teherán de continuar con el desarrollo de armas nucleares y misiles balísticos, dijo. Estas armas, aseveró, representan una amenaza existencial para Israel.
En su discurso, Netanyahu reiteró la importancia de contar con el apoyo de Estados Unidos y de la comunidad internacional para confrontar a Irán. Acusó al gobierno iraní de entablar “conversaciones falsas” con Washington, diseñadas para ganar tiempo mientras avanza en sus programas de armamento nuclear. “Están mintiendo, haciendo trampas y engañando”, añadió.
El primer ministro resaltó la importancia de actuar resueltamente para detener lo que considera el avance de “las fuerzas del mal”. Según Netanyahu, Israel, en colaboración con sus aliados, está centrado en frenar las agresiones de Teherán, buscando una solución que asegure la paz y la seguridad en la región.
Las declaraciones de Netanyahu han encendido el debate sobre las implicaciones de escalar el conflicto a través del ataque directo a líderes de Estado, además de las posibles represalias que una acción semejante podría desencadenar en un escenario internacional ya de por sí tenso. La estrategia de Israel en la región continúa siendo objeto de escrutinio, mientras los acontecimientos se desarrollan en un paisaje geopolítico cada vez más complejo y volátil.
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