Murió a los 79 años el científico británico Ian Wilmut, “padre” de la oveja Dolly

El biólogo y su equipo idearon la técnica pionera que llevó al nacimiento de la famosa oveja, el 5 de julio de 1996, y revolucionó el campo de la clonación genética

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Ian Wilmut.  AFP PHOTO   DDP/MARTIN OESER
Ian Wilmut. AFP PHOTO DDP/MARTIN OESER

El científico británico Ian Wilmut, “padre” de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado a partir de células adultas, ha fallecido a los 79 años, informó este lunes el Roslin Institute de Edimburgo.

La Universidad de Edimburgo en Escocia dijo que Wilmut murió el domingo después de una larga enfermedad de Parkinson.

Wilmut desató una discusión global sobre la ética de la clonación cuando anunció que su equipo en el Instituto Roslin de biociencias animales de la universidad había clonado un cordero utilizando el núcleo de una célula de una oveja adulta.

Inicialmente denominada “6LL3″ en el artículo académico que describía el trabajo, la oveja pasó a llamarse Dolly, en honor a la cantante Dolly Parton. La clonación del cordero fue la primera vez que los científicos pudieron convencer a una célula adulta madura para que se comportara como una célula de un embrión recién fertilizado para crear un animal genéticamente idéntico.

Si bien algunos científicos anunciaron la creación de Dolly como una revolución, a muchos les puso nerviosos y los críticos calificaron tales experimentos como poco éticos.

La oveja Dolly.
AFP PHOTO PA FILES/BEN CURTIS/ms****
La oveja Dolly. AFP PHOTO PA FILES/BEN CURTIS/ms****

El año después de la creación de Dolly, el presidente estadounidense Bill Clinton impuso una prohibición sobre el uso de fondos federales para la clonación humana, pero no llegó a prohibir toda investigación sobre clonación.

La creación de Dolly impulsó a otros científicos a clonar animales, incluidos perros, gatos, caballos y toros. Dolly también generó preguntas sobre la posible clonación de humanos y especies extintas. En los últimos años, los científicos han propuesto recuperar el mamut lanudo mediante una combinación de edición genética y clonación.

La creación de Dolly fue parte de un proyecto más amplio de científicos para crear ovejas genéticamente modificadas que pudieran producir proteínas terapéuticas en su leche.

Para lograr la clonación, Wilmut lideró un amplio equipo con científicos de diversos campos, incluida la embriología, cirujanos, veterinarios y especialistas en ganadería.

Dolly tuvo diversas crías, entre 1998 y 2000, y disfrutó de una “calidad de vida normal” -según la descripción del Roslin Institute- hasta febrero de 2003, cuando descubrieron varios tumores en sus pulmones y se decidió aplicarle la eutanasia para evitarle sufrimientos.

El profesor británico Ian Wilmut, creador de la oveja clonada ""Dolly"", da una conferencia en un curso internacional. EFE/Guillermo Legaria/Archivo
El profesor británico Ian Wilmut, creador de la oveja clonada ""Dolly"", da una conferencia en un curso internacional. EFE/Guillermo Legaria/Archivo

Wilmut, un experto embriólogo, luego se centró en el uso de técnicas de clonación para producir células madre que podrían usarse en medicina regenerativa. Su trabajo fue fundamental para la investigación que tiene como objetivo tratar enfermedades genéticas y degenerativas ayudando al cuerpo a reparar el tejido dañado.

El Instituto Roslin dijo que Wilmut fue nombrado caballero en 2008 y se retiró de la universidad en 2012. Más tarde investigó la enfermedad de Parkinson después de que le diagnosticaran la afección, dijo.

“Nos entristece profundamente enterarnos del fallecimiento de Sir Ian Wilmut”, dijo Bruce Whitelaw, director del instituto, en un comunicado el lunes. Whitelaw describió a Wilmut como un “titán” de la ciencia y dijo que su trabajo en la creación de Dolly transformó el pensamiento científico en el tiempo.

Dijo que el legado del trabajo de Wilmut en la clonación de Dolly sigue siendo visible.

Ian Wilmut, creador de la oveja clónica 'Dolly'. EFE/Arne Dedert/Archivo
Ian Wilmut, creador de la oveja clónica 'Dolly'. EFE/Arne Dedert/Archivo

El trabajo de Wilmut “tuvo un alcance global”, afirmó Whitelaw, que recalcó que su legado continúa inspirando numerosos descubrimientos en “la investigación de la biología humana y animal”.

Este avance continúa impulsando muchos de los avances que se han logrado en el campo de la medicina regenerativa que vemos hoy”, dijo.

“El impacto de su trabajo permanecerá durante generaciones. Fue un científico enormemente respetado, un mentor y un amigo”, agregó.

A Wilmut le sobreviven su esposa, tres hijos y cinco nietos, dijo la Universidad de Edimburgo. Aún no se han anunciado los arreglos del funeral.

(Con información de AP y EFE)