
Estados Unidos y Taiwán anunciaron este miércoles el inicio de las negociaciones para cerrar un pacto bilateral de comercio e inversiones en otoño, en un momento de gran tensión entre EEUU y China a cuenta de la soberanía de la isla.
En un comunicado, la Oficina de la Representante Comercial de EE.UU., Katherine Tai, anunció el inicio de las negociaciones, dando así seguimiento a la iniciativa Comercio del Siglo XXI, anunciada por ambos países el 1 de junio pasado.
Las negociaciones incluirán cuestiones como facilitar el comercio, fomentar las buenas prácticas regulatorias, fijas estándares fuertes contra la corrupción, mejorar el comercio entre empresas pequeñas y medianas, profundizar en el comercio agrícola y eliminar barreras discriminatorias al comercio.
También se tratará el comercio digital, los estándares laborales y medioambientales y las posibles maneras de solucionar prácticas que distorsionan el mercado por parte de empresas públicas y prácticas y políticas que no responden ante los mercados, en una referencia velada a China.

Porteriormente, el Ejército chino llevó a cabo maniobras militares en el espacio aéreo y marítimo que rodea Taiwán en respuesta a la visita de cinco congresistas estadounidenses a la isla, que se produjo doce días después de la realizada por la presidenta del Legislativo, Nancy Pelosi.
Los ejercicios constaron de una patrulla de preparación para el combate conjunta de servicios múltiples y un simulacro de combate real en el mar y el espacio aéreo alrededor de la isla de Taiwán, cuya soberanía reclama Beijing.
Pese a que en los últimos años China ha efectuado otros simulacros en el Estrecho de Taiwán, los relacionados con la crisis actual que comenzó con la visita de Pelosi “cubren un área más grande, involucran más elementos militares y se espera que sean altamente efectivos”, informaron expertos chinos en materia de defensa citados por medios locales.
Taiwán describió la presencia militar china en las citadas áreas como un “bloqueo”, y la presidenta isleña, Tsai Ing-wen, calificó la “deliberadamente elevada amenaza militar” de China de “irresponsable”.

China, que tildó la visita de Pelosi de “farsa” y “traición deplorable”, y considera a Taiwán una provincia rebelde desde que los nacionalistas del Kuomintang se replegaron allí en 1949, tras perder la guerra civil contra los comunistas.
Al regresar a su país, luego de la gira que enfureció al régimen chino, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que EEUU no permitirá a China aislar a Taiwán.
Pelosi apuntó que el objetivo de su visita fue reafirmar “la fuerte relación” entre EEUU y Taiwán basada en el “statu quo”.
Agregó que el viaje también sirvió para mostrar su respeto por el “éxito” económico y el “entusiasmo” de su pueblo por la democracia estadounidense y aseguró sentirse “muy orgullosa” de la delegación del Congreso de EEUU que ha encabezado durante esta gira por Asia.
(Con información de Europa Press)
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