Cuando el Mundial de Fútbol comience el jueves en Rusia, el cineasta ucraniano Oleg Sentsov, que cumple una condena de 20 años en ese país, habrá pasado ya un mes en huelga de hambre.
Sentsov asegura estar listo para morir y se espera que los peores efectos de su medida de fuerza se hagan sentir en su cuerpo justo en los inicios del esperado certamen internacional.
El cineasta está demandando que Moscú libere a docenas de prisioneros políticos ucranianos y ha planeado su protesta para coincidir con el Mundial y obtener así una mayor difusión en el momento exacto en el que el gobierno de Vladimir Putin se prepara para brillar como anfitrión ante todo el mundo.
Putin inclusó llegó a insinuar que existían conversaciones para realizar un intercambio de prisioneros con Kiev, lo que aumentó las esperanzas de que el director de cine de 41 años y otros compatriotas pudieran ser liberados.
Pero aún no abundan detalles y mucho menos hay certezas de que Ucrania y Rusia lleguen a un acuerdo a tiempo para salvar la vida de Sentsov. Incluso el presidente ucraniano Petro Poroshenko exigió el sábado públicamente la liberación de prisioneros políticos.
"Sería muy malo para Putin si estos hechos negativos llegaran a los titulares del mundo durante la realización del torneo", consideró Andrei Kolesnikov, del think tank Carnegie Moscow Center.
Sentsov planeó cuidadosamente su huelga de hambre, iniciada en mayo de 2014 en formal gradual y dentro de una cárcel de máxima seguridad en el norte de Rusia.
"No voy a dar marcha atrás", dijo en una carta publicada el sábado.
Firmeza de carácter
Los doctores le han advertido que sus riñones pronto comenzarán a fallar a medida que las consecuencias irreversibles de su huelga de hambre lo afecten.
Su única concesión ha sido aceptar que le administren glucosa por vía endovenosa, pero aún así ya ha perdido ocho kilos de peso.
Al respecto los doctores han amenazado con forzarlo a alimentarse con un tubo estomacal, lo que para muchos activistas constituye una forma de tortura.
El cineasta es conocido principalmente por su película "Gamer", estrenada en el Festival de Cine de Rotterdam en 2012 y la cual ha recibido el apoyo de la prensa especializada.
Fue arrestado en Crimea en 2014 luego de que Rusia anexara por la fuerza la península, territorio de Ucrania, iniciando un crisis militar y política que aún persiste y se ha cobrado miles de víctimas.
Moscú juzgó a Sentsov, un reconocido crítico del gobierno de Putin, por organizar ataques incendiarios, lo que ha sido negado por el artista, y lo condenó a 20 años de prisión en un intento de hacer un de él un ejemplo ante otros opositores.
Su prima Natalya Kaplan ha pedido a Occidente que intervenga para salvar a este padre dos niños, uno de los cuales padece de autismo.
Por otro lado sus simpatizantes han lanzado una campaña global para asegurar su liberación, montando protestas en docenas de ciudades de Europa, Estados Unidos y el Medio Oriente.
Incluso muchos activistas iniciaron huelgas de hambre en solidaridad pero rápidamente desistieron, admitiendo no poseer la fuerza necesaria.
Las iniciativas para salvar a Sentsov incluyeron también una carta enviada a Putin semanas antes del Mundial, en la que docenas de escritores de amplio reconocimiento, como Margaret Atwood e Ian McEwan, pedían su libertad "en el espíritu de este evento global unificador".
Muchos especularon con que Moscú desechara el intercambio de prisioneros pero permitiera en cambio a salida sólo de Sentsov, lo cual fue incluso sugerido como "posible" por el cineasta ruso Askold Kurov.
La peor crisis de derechos humanos
Pero aún si Sentsov es liberado, la persecución a opositores continúa sin límites, aseguran los críticos de Putin.
Incluso se ha hecho un pedido a la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) para que use su poder para hacer que el Kremlin detenga las violaciones de derechos humanos, al menos durante el evento.
"Moscú debe decidir cuál ser el legado de su Copa Mundial", dijo la organización humanitaria Amnistía Internacional.
Mientras que Human Rights Watch indicó: "El Mundial de Fútbol FIFA que comienza el jueves 14 tendrá lugar en medio de la peor crisis de derechos humanos en Rusia desde la era soviética".
Algunos, como el artista ucraniano Andriy Yermolenko, han llamado a boicotear el evento deportivo.
"Están matando a mi país pero mucho no pueden entender esto", dijo a la agencia AFP.
Los dibujos de Yermolenko, que hacen referencia al conflicto en Ucrania y a siria, se han vuelto populares en la red social Facebook. Entre estas imágenes puede verse a un hombre jugando al fútbol en un cementerio, una macabra versión del logo del mundial e incluso a Putin sentado sobre una montaña de calaveras humanas.
Con información de AFP – Anna Smolchenko
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