Descubrieron 150 cráneos humanos en posible altar maya a la muerte en Chiapas

El INAH señaló que el hallazgo se hizo en 2012, pero hasta hace poco las autoridades pensaron que se trataron de restos de una narcofosa

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Vista de cráneos que son examinados por investigadores del INAH, el 9 de mayo de 2022 en el municipio de Tuxtla Gutiérrez, estado de Chiapas (Foto: EFE)
Vista de cráneos que son examinados por investigadores del INAH, el 9 de mayo de 2022 en el municipio de Tuxtla Gutiérrez, estado de Chiapas (Foto: EFE)

Investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrieron 150 cráneos, pertenecientes a individuos decapitados entre los años 900 y 1200 d.C., que podrían ser parte de un tzompantli: altar maya a la muerte. Esto en Frontera Comalapa, en el estado de Chiapas.

Javier Montes de Paz, investigador del Centro del INAH en Chiapas, indicó este martes a la agencia EFE que el hallazgo lo realizó en 2012 la entonces Procuraduría (Fiscalía) de Chiapas al atender una denuncia de carácter criminal relacionada con el narcotráfico.

“Se pensaba que era una narcofosa, un hallazgo impactante. Resultó ser un tesoro arqueológico milenario de la cultura maya”

Tras una década de estudios, los factores que apoyan la hipótesis son la peculiar deformación de los cráneos de tipo tabular recta que datan del Posclásico Temprano (900 y 1200 d.C.), la extracción de dientes y la estructura de madera donde fueron encontrados.

(Foto: EFE)
(Foto: EFE)
“Los estudios nos llevan a suponer que es un tzompantli (altar indígena a la muerte), pues no se tiene un entierro completo, solo tenemos algunas osamentas y los cráneos”

El experto expuso que existen precedentes de este tipo en Chiapas, en la llamada cueva de las Banquetas, explorada en la década de 1980 por el INAH, en el municipio de La Trinitaria, donde se recuperaron 124 cráneos que tampoco preservaban piezas dentales.

Uno más fue localizado en la cueva Tapesco del Diablo, descubierta en 1993 en el municipio de Ocozocoautla, donde se hallaron cinco cráneos con la particularidad de haber sido colocados sobre un tapesco (emparrillado) de madera.

El antropólogo físico del INAH enfatizó la necesidad de disponer con más recursos para continuar con las investigaciones en la cueva de Comalapa, pues hay mucho trabajo por hacer y recolectar para formar la historia sobre los altares a la muerte o tzompantli.

Iximché es una de las zonas arqueológicas ubicadas en las inmediaciones de Comalapa, en la frontera con Guatemala (Foto: especial)
Iximché es una de las zonas arqueológicas ubicadas en las inmediaciones de Comalapa, en la frontera con Guatemala (Foto: especial)
“Nos hace falta financiamiento para continuar con los estudios que nos permitan identificar si los cráneos tenían algún parentesco, si los dientes se los quitaron en vida o muertos, porque los decapitaban, buscar dónde están las dentaduras”

Los tzompantli son conocidos como los antiguos altares de los indígenas en los que hacían rituales para sus deidades y que para los españoles representaban una señal de peligro.

Por ello, el experto en osamentas llamó a la ciudadanía a respetar este tipo de espacios que fueron usados como rituales, al puntualizar que las visitas no controladas podrían dañar el patrimonio arqueológico de manera irreversible.

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