Tres legendarios cines eróticos de la Ciudad de México

Desde hace mucho tiempo la Ciudad de México se ha caracterizado por contar con numerosos establecimientos de entretenimiento, entre los que destacan algunos cines eróticos

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Antes el contenido explícito de las películas no estaba tan regulado como ahora. (Fotos: TW @Cuauhtemoc_1521@rodrigoreal2468 @cronicas_ciudad)
Antes el contenido explícito de las películas no estaba tan regulado como ahora. (Fotos: TW @Cuauhtemoc_1521@rodrigoreal2468 @cronicas_ciudad)

Hoy en día los cines son los espacios preferidos de muchas y muchos para matar el tiempo, ver estrenos y disfrutar un sinfín de películas, conocidas y no tan conocidas, que llenan de emoción y diversión a los visitantes. No obstante, es importante mencionar que la imagen que se tiene actualmente de estos espacios es muy diferente a la que existía en el México de antes.

En los tiempos de ahora está muy regulado el contenido explícito, incluso, se han establecido estrictas normas para evitar que niños y adolescentes vean material que no es apto para ellos, sin embargo, el Dr. Lauro Zavala apunta que en tiempos anteriores, la situación de los cines en México no estaba muy bien regulada y que de hecho, algunos jóvenes menores de 18 años podían colarse a las funciones eróticas. Pero ¿cuáles eran estos sitios que proyectaban películas subidas de tono?

1. Teresa

El cine Teresa fue uno de los más destacados y reconocidos por la élite mexicana. (Foto: TW @Cuauhtemoc_1521)
El cine Teresa fue uno de los más destacados y reconocidos por la élite mexicana. (Foto: TW @Cuauhtemoc_1521)

Diseñado por el arquitecto Francisco Serrano con un destacado y reconocido estilo de art decó, el cine Teresa fue uno de los centros principales para ir a ver funciones para adultos. Sin embargo, no siempre fue así, pues al principio se trataba de un lugar discreto, ideal para que las “damas fueran a pasar su tiempo libre”. Se inauguró en 1924, con la película El hijo de la furia de John Cromwell. Rumores afirman que el cine llevaba ese nombre debido a que así se llamaba la mujer que tuvo una apasionada relación con el propietario. Desde un inicio se concibió como un cine para “damas”, por su elegancia y discreción.

Al principio solamente se proyectaban películas mudas a blanco y negro mientras un hombre tocaba el piano en vivo en cada función, tal y como se acostumbraba en esos tiempos. Era el sitio preferido de la élite mexicana, pues ahí se podía disfrutar de películas hollywoodenses. Posteriormente, en 1942 fue remodelado y el espacio fue ampliado a aproximadamente 3 mil butacas, contaba con la particularidad de ofrecer una decoración única en su tipo.

Fue hasta décadas después que Teresa se convirtió en la meca del cine erótico y pornográfico de la capital. Desde ese entonces se convirtió en un punto de encuentro de la comunidad homosexual, quienes tenían que buscar sitios de este tipo para tener encuentros, ya que tal y como lo comenta Zavala, “la sociedad acostumbraba señalar a todas las personas que se salieran de la norma”.

Desde la década de los 90 y con la llegada de cadenas internacionales, el Cine Teresa se vio afectado, sin embargo, el dueño siempre luchó por sacar adelante su negocio hasta que en 2010 cerró definitivamente, pues los gastos y las deudas incrementaron a tal grado, que ya no se obtenían ganancias reales y la demanda de la gente bajó considerablemente. Hoy la construcción es conocida como Centro Cel Teresa, una plaza comercial de teléfonos celulares.

2. Savoy

Al principio el Savoy era un lugar familiar y muy popular en la Ciudad de México. (Foto: TW @cronicas_ciudad)
Al principio el Savoy era un lugar familiar y muy popular en la Ciudad de México. (Foto: TW @cronicas_ciudad)

El recinto se inauguró en el año 1943 y desde el inicio causó furor por sus llamativas luces de la entrada y su original diseño. Con el tiempo se convirtió en uno de los lugares de entretenimiento preferidos de los habitantes capitalinos. Al igual que el Teresa, al principio era un lugar familiar en donde se proyectaban películas “normales”.

Fue en el año 1970 cuando el contenido cambió y se estableció que uno de los requisitos para poder acceder a las salas era presentar una identificación oficial, de esta forma se aseguraban de que los menores de edad no fueran a entrar, aunque, según la misma fuente, “nunca faltaron los listos que falsificaban credenciales y lograban colarse a las películas”.

La clasificación de los filmes era catalogado como “D” y fue en este rincón donde miles de mexicanos conocieron y disfrutaron del famoso audiovisual titulado Garganta Profunda, uno de los estrenos más populares en los setenta. Entrar a estos lugares no era cosa fácil, pues una vez que se supo que el cine era erótico, muchas personas acudían disfrazadas por temor a ser reconocidos. Esto ocurría porque, como ya se mencionó, era común burlarse o exponer a todos aquellos que hicieran cosas poco convencionales.

A pesar de la gran competencia que hay, este cine sigue entreteniendo a muchas y muchos- Actualmente el establecimiento se divide en dos salas, una para heterosexuales y otra para gays. Se ubica en la calle 16 de Septiembre, Centro Histórico, alcaldía Cuauhtémoc.

3. Venus

El cine Venus es uno de los lugares preferidos de algunas parejas. (Foto: TW @rodrigoreal2468)
El cine Venus es uno de los lugares preferidos de algunas parejas. (Foto: TW @rodrigoreal2468)

La calle de República de Chile del Centro Histórico vio llegar a este pequeño cine a mediados del siglo XX, se trataba de un establecimiento muy conocido entre las clases populares por sus precios accesibles que permitan que todo tipo de personas pudieran acudir al inmueble.

Con el paso del tiempo, el lugar se fue ampliando y cada vez tenía más visitantes, pero fue hasta los años noventa que decidió incursionar en e mundo de las películas XXX y su éxito fue inigualable, tanto, que hoy en día aún se encuentra ofreciendo su servicio. También es un lugar muy frecuentado por parejas gays, no obstante, según declaraciones de un trabajador, en el establecimiento se pueden ver parejas de todo tipo y personas que prefieren ir a disfrutar de la función sin compañía.

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