Quién es Sara Cosío Vidaurri, la novia rica de Caro Quintero que le costó casi tres décadas en prisión

La leyenda cuenta que antes de que ella aceptara salir con él, el capo tuvo que aguantar varios desplantes y negativas de su parte

Compartir
Compartir articulo
 El capo se enamoró perdidamente del carácter caprichoso de ella (Foto: Especial)
El capo se enamoró perdidamente del carácter caprichoso de ella (Foto: Especial)

Sara Cosío Vidaurri Martínez fue un personaje clave en la caída de Rafael Caro Quintero, el famoso Narco de Narcos que el gobierno de Estados Unidos ubicó recientemente como su principal objetivo, pese a que ya pasó casi tres décadas en prisión por el asesinato hace 35 años del ex agente de la DEA Enrique “Kiki” Camarena.

Hija de Octavio César Cosío, ex secretario de Educación en Jalisco, Sara creció en el seno de una familia con alto poder adquisitivo. De ella se sabe que era conocida en los centros nocturnos y en los restaurantes más caros de Guadalajara. Su carácter caprichoso le había dado fama en distintos círculos, lo cual era algo en común que tenía con Rafa Quintero, quien siempre se hacía notar por sus arrebatos.

La leyenda cuenta que antes de que ella aceptara salir con él, el capo tuvo que aguantar varios desplantes y negativas de su parte.

En ese entonces el Cártel de Guadalajara dominaba el negocio de las drogas, y Sara era una de las jovencitas más populares de los centros nocturnos y restaurantes caros de la ciudad conocida como La Perla de Occidente.

Sara Cosío era conocida por pertenecer a una de las familias políticas de abolengo en Guadalajara (Foto: Especial)
Sara Cosío era conocida por pertenecer a una de las familias políticas de abolengo en Guadalajara (Foto: Especial)

En uno de esos lugares ambos se conocieron y supuestamente “hablaron mucho y pasaron mucho tiempo juntos”.

La segunda o tercera vez que Caro Quintero la vio fue en un restaurante de Ernesto Fonseca Carrillo que se llamaba Lido. Era un casa antigua convertida en restaurante, frecuentado por las personalidades del gobierno y de la alta sociedad de Guadalajara”, explicó el autor Jesús Esquivel en su libro La CIA, Camarena y Caro Quintero: La historia secreta.

Los dos tenían mucho en común y en poco tiempo habrían iniciar una relación sentimental que nunca fue aprobada por la familia de Sara. Continuamente el capo trató de halagar a sus padres enviándoles costosos regalos, entre ellos, según cuenta la leyenda, un auto de lujo que fue rechazado por la familia y que al parecer habría hecho estallar en cólera al famoso capo.

A pesar de la oposición de la familia de Sara, la relación habría crecido y evolucionado, sin embargo, todo cambió en febrero de 1985 cuando apareció muerto Enrique Camarena.

Caro Quintero y Enrique Camarena (Foto: Archivo)
Caro Quintero y Enrique Camarena (Foto: Archivo)

El gobierno de Estados Unidos inició una cacería contra Caro Quintero, quien salió huyendo de México en un jet privado hacia Costa Rica.

Pero no se fue solo. Con él iba Sara, a quien sus familiares reportaron como secuestrada. Las autoridades mexicanas nunca confirmaron si el capo mexicano secuestró a la joven tapatía, pero los rumores decían que justo en ese momento la pareja estaba muy enamorada.

Los dos se refugiaron en la lujosa finca en la Quinta La California, dentro de la comunidad de San Rafael de Ojo de Agua en Alajuela.

Las autoridades mexicanas intervinieron los teléfonos de la familia de Sara en Guadalajara para poder rastrear cualquier llamada que recibiera por parte del capo y que pudiera dar con su ubicación.

Foto: Cuartoscuro.
Foto: Cuartoscuro.

Y así fue. Una llamada para calmar a sus padres e informarles que estaba a salvo le costó a Sara el fin de su “luna de miel”. En poco tiempo averiguaron la ubicación de la joven, y en cuestión de horas el Organismo de Investigación Judicial irrumpió en la finca. Los rumores cuentan que ambos estaban desnudos en una cama, aunque nunca pasaron de ser simplemente rumores.

Las pocas fotos de Sara de joven la muestran con problemas de sobrepeso. Tras el escándalo se alejó varios años de la vida pública y el rumor de la relación prohibida creció gracias a la carta que publicó Carlos Monsiváis en la revista Nexos.

“Rafael: aunque todo haya sido tan alocadamente, tú te portaste muy bien y la verdad eres bien bueno, nada más que quieres hacerte el malo, pero me tratase con mucho respeto y cariño”.

MÁS SOBRE ESTE TEMA: