El nuevo método del “Dr. Miami” en tiempos de coronavirus: inyecta botox a sus pacientes sin que se bajen del auto

De la misma manera en la que uno puede pedir un café desde el auto y retirarlo por ventanilla, hoy en la Florida también se pueden conseguir procedimientos estéticos adaptados a estos tiempos de pandemia

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Así es el nuevo método del "Dr. Miami" en tiempos de coronavirus

En la era post COVID-19 hay una nueva normalidad que implica usar máscaras y mantener la distancia social. Muchos se han acostumbrado ya a resolver actividades esenciales como conseguir comida o medicamentos a través de la ventanilla de sus automóviles para evitar tener contacto directo con otras personas. Para algunos en Miami, evidentemente, el botox está entre la categoría de cosas esenciales, y ahora pueden conseguirlo sin bajarse del auto.

Al mejor estilo de las cadenas de hamburguesas, un cirujano plástico de Miami trasladó parte de su clínica al estacionamiento y desde allí aplica inyecciones de botox a pacientes que previamente han hecho una cita a través de internet. La primera jornada fue un éxito el pasado domingo y se repetirá el domingo próximo. La agenda está llena desde la mañana hasta la noche.

“Cuando comenzó la cuarentena me realicé el estudio del COVID-19 desde mi automóvil en uno de los centros de exámenes drive-thru que montaron las autoridades. Mientras me lo hacía pensé que la misma modalidad podía usarse para las inyecciones de botox”, explicó a Infobae el doctor Michael Salzhauer, quien se hace llamar el Dr. Miami y es el dueño de una de las clínicas de cirugía plástica más famosas del sur de la Florida en la elegante zona de Bal Harbour.

“Con el correr de los días, empecé a recibir pedidos desesperados de pacientes que querían realizarse procedimientos. Cuando las personas pasan dos y hasta tres meses encerrados en sus hogares, tienen mucho tiempo para analizarse en el espejo. Lo que más me pedían era botox y rellenos. Los rellenos son más complicados, pero el botox es tan sencillo que se podía hacer a través de la ventana de un vehículo”, comentó.

El doctor Miami atiende desde su estacionamiento
El doctor Miami atiende desde su estacionamiento

Con los nuevos protocolos, un consultorio médico no puede recibir a más de un paciente a la vez. Nadie puede estar en la sala de espera y el proceso de desinfección entre un paciente y otro lleva varios minutos. En la modalidad “drive-thru”, el Dr. Miami atiende entre cuatro y cinco pacientes por hora. Los turnos se sacan completando un extenso formulario en internet en el que el paciente debe detallar su historial médico. Luego, la persona elige qué tipo de procedimiento quiere –puede ser la frente, las líneas de expresión al costado de la boca o las patas de gallo, a un costo de 300 dólares por zona-, paga y ya tiene su cita lista. El médico revisa las solicitudes, si tiene dudas acerca del historial médico se pone en contacto con el paciente y sino directamente lo ve en el estacionamiento el domingo.

Una vez que las personas llegan con su vehículo, una enfermera (cubierta de pies a cabeza) les toma la temperatura y descarta que la persona tenga síntomas de COVID-19. Si pasa el examen, el siguiente paso es ver al Dr. Miami –también utilizando ropa y máscaras que lo protegen-, que en cinco minutos habla acerca de las expectativas del procedimiento y en diez minutos aplica las inyecciones. En un cuarto de hora, el paciente está listo para volver a casa manejando.

“Sólo lo realizamos los domingos porque el resto de la semana tengo cirugías programadas”, aseguró este médico cuyo particular servicio es único en el país.

La Agencia de Medicamentos y Alimentación de EEUU (FDA, por sus siglas en inglés) exige que quien inyecte botox sea un profesional médico, pero las reglas no dicen nada acerca de dónde aplicar las inyecciones, por lo que el nuevo negocio del Dr. Miami es absolutamente legal.

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