La revolución del cigarrillo electrónico se inspiró en un producto adictivo que una tabacalera tradicional creó hace 40 años

El fabricante de Camel y Pall Mall patentó sales de nicotina como las que usa Juul para hacer sus productos más atractivos para los jóvenes. También un “cigarrillo de aerosol” con la idea básica del e-cigarette

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Premier, el precursor del cigarrillo electrónico, que creó el fabricante de Camel, apuntó a generar un mercado entre los jóvenes.
Premier, el precursor del cigarrillo electrónico, que creó el fabricante de Camel, apuntó a generar un mercado entre los jóvenes.

Escribir la expresión “sales de nicotina” en un buscador arroja casi un millón de resultados, prácticamente todos relacionados al vapeo: “¿Es seguro vapear sales de nicotina?”, “Líquidos para vapear con sales de nicotina”, “Pod y sales de nicotina, la última tendencia en vapeo”.

Parecería una novedad de la reciente industria del cigarrillo electrónico, que se popularizó hacia 2010 y se presentó como un camino para que los fumadores dejaran de contraer cáncer por la combustión de los cigarrillos tradicionales. Los dispositivos como Juul —el e-cigarette que controla dos tercios del mercado en los Estados Unidos— se promovieron como la deconstrucción de aquel producto tóxico: una revolución para devolver al tabaco la sensualidad de un bien de lujo sin peligro para la salud.

O no tanto.

Las sales de nicotina son una creación de R.J. Reynolds, que lanzó famosas marcas de cigarrillos tradicionales como Camel y Pall Mall. Son producto de una investigación de la década de 1970, cuando la tabacalera se propuso “obtener nuestra cuota del mercado joven” para “sobrevivir y prosperar en el largo plazo”. Como los adolescentes encontraban desagradable la aspereza de la experiencia fumadora, se buscó una combinación química de ácidos que la suavizara.

La portada de la investigación de Reynolds, de 1973 a 1978, sobre las sales de nicotina. (Los Angeles Times)
La portada de la investigación de Reynolds, de 1973 a 1978, sobre las sales de nicotina. (Los Angeles Times)

Reynolds patentó su fórmula de sales de nicotina. Y con conocimiento de esa investigación, Juul patentó la propia. Lo cual echaría abajo los argumentos de la empresa, actualmente en problemas con la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) por haber generado decenas de miles de adictos menores de edad, de que nunca apuntó a los jóvenes, sino sólo a aquellos que ya sufrían de tabaquismo y querían dejar de fumar. También se ha responsabilizado al e-cigarette de lesiones pulmonares, entre ellas las que causaron 17 muertes en Estados Unidos.

Una investigación de Los Angeles Times analizó más de 3.000 páginas de documentos internos que Juul debió entregar a la FDA, a los que el periódico accedió por la Ley de Libertad de Información (FOIA), y halló que “el concepto detrás de la fórmula que hace a Juul tan agradable y adictivo data de hace más de cuatro décadas” y no tiene nada de deconstruido: es un producto de la industria tabacalera tradicional.

“Reynolds desarrolló esta fórmula con éxito, pero finalmente Juul la vaporizó y obtuvo lo que las grandes tabacaleras nunca consiguieron", dijo a la investigadora médica del Times, Emily Baumgaertner, el profesor de la Universidad de Stanford Robert Jackler, quien investiga el consumo adolescente de e-cigarette. “Estudiaron la literatura de Reynolds, se aprovecharon de ella e hicieron adicta a una nueva generación de jóvenes”.

Juul controla las dos terceras partes del mercado de vapeo en los Estados Unidos. (Reuters)
Juul controla las dos terceras partes del mercado de vapeo en los Estados Unidos. (Reuters)

Aunque le empresa enfatizó que “nunca diseñamos nuestros productos para atraer a los jóvenes y no queremos que ninguna persona que no use ya nicotina pruebe nuestros productos", la documentación es contradictoria.

En un video que fue eliminado de YouTube se veía a James Monsees, a punto de convertirse en multimillonario como cofundador de Juul, en una presentación de 2016: “Nuestra empresa tiene sus raíces en Silicon Valley, no en los campos de tabaco”, decía. A continuación hacía una mueca y agregaba: “También tuvimos una ventaja”.

Detrás de él, en una pantalla se proyectaba un documento de Reynolds que tenía el sello “Secreto”. Era la descripción de un dispositivo para cigarrillos de aerosol.

El proyecto Spa, que Reynolds creó hace cuatro décadas, es la inspiración del cigarrillo electrónico que se popularizó hacia 2010.
El proyecto Spa, que Reynolds creó hace cuatro décadas, es la inspiración del cigarrillo electrónico que se popularizó hacia 2010.

“El ingrediente clave: sales de nicotina”, escribió Baumgaertner.

El proyecto Spa, “el mayor cambio en el diseño de cigarrillos desde el filtro”, con una “nueva tecnología singular que provee sabor y satisfacción sin quemar tabaco”, mediante “una fuente de calor controlada que produce un aerosol de generación térmica”, nunca vio la luz. Ya comenzaban las demandas contra el Big Tobacco que llevaron a que en 1998 Reynolds y otras compañías debieran hacer acuerdos millonarios de compensación por haber creado una epidemia con un estimado de 20 millones de muertos.

Hoy los e-cigarettes de Juul y otras marcas “contienen hasta tres veces la cantidad de nicotina” con que comenzó el producto, denunció el Times. Además de la investigación federal, una fuerte campaña en distintos estados apunta a terminar con la producción de cartuchos saborizados de cigarrillos electrónicos, porque su público es principalmente el de jóvenes (y menores de edad, aunque técnicamente no pueden comprarlos). California, mediante su fiscal general, Xavier Becerra, demandó también a Juul por las publicidades del producto, que muestran gente joven (los modelos son mayores de edad, aseguró Juul) y no fumadores tradicionales que quieren dejar la adicción.

El video de 2016 que mostraba a James Monsees hablando de la relación entre los productos de Juul y los de una tabacalera tradicional fue eliminado de YouTube. (Los Angeles Times)
El video de 2016 que mostraba a James Monsees hablando de la relación entre los productos de Juul y los de una tabacalera tradicional fue eliminado de YouTube. (Los Angeles Times)

Carolina del Norte, 1973

En Wiston-Salem, parte del condado industrial de Forsyth, donde R.J. Reynolds se estableció desde 1875, el investigador Claude E. Teague Jr. escribió en 1973, en un memo interno confidencial, que, tal como eran, los cigarrillos de la compañía nunca se convertirían en “los productos de moda” entre los adultos jóvenes.

Entre sus colegas que lo recibieron, Frank G. Colby comenzó a indagar cómo asegurar “un segmento mayor del mercado joven” al hacer la nicotina más placentera. “Los científicos de Reynolds eventualmente hallaron una solución: combinar la nicotina, que tiene un pH alto, con un ácido de pH bajo. El resultado fue un compuesto neutralizado que llamaron una sal: sal de nicotina”.

Thomas Perfetti acababa de obtener su doctorado en Química: con la energía de sus 25 años se entregó a la investigación de distintas opciones de sales de nicotina. “Según sus notas de laboratorio, agitaba varios ácidos en frascos de base redonda, les agregaba nicotina y observaba cómo los ingredientes se condensaban en aceites densos de color amarillo. Todos eran inodoros excepto uno, escribió, que olía a ‘manzanas verdes’”, reseñó el periódico.

La firma de Perfetti cerró el informe de la investigación sobre sales de nicotina.
La firma de Perfetti cerró el informe de la investigación sobre sales de nicotina.

Se estima que Perfetti sintetizó 30 clases distintas de sales de nicotina, las calentó en busca de la “máxima liberación de nicotina” y probó cuáles eran mejores para disolverse en líquidos, “una característica que décadas más tarde sería capital para los productos de vapeo como Juul”, escribió Baumgaertner.

Trabajó cinco años en el proyecto. El 18 de enero de 1979 entregó su informe final de 17 páginas, que fue sellado como “Confidencial”. Diez años más tarde Reynolds obtuvo la patente de sus sales. Por esa misma época, en 1988, Reynolds presentó los cigarrillos de aerosol: Premier. Pero al público no le interesó: cinco meses más tarde fueron retirados del mercado. En la década siguiente la investigación de la FDA sobre el “pasado engañoso” de las tabacaleras hizo que Reynolds abandonara sus nuevos proyectos.

Silicon Valley, 2005

En Palo Alto, sede de la prestigiosa Universidad de Stanford, dos estudiantes de diseño de productos presentaron su tesis, “El futuro racional de consumo de tabaco”, a mediados de 2005. Uno era Monsees. El otro, su futuro socio en Juul, Adam Bowen, quien sería también director tecnológico de la empresa.

La investigación se realizó sobre documentos internos de Juul que debieron ser entregados a la FDA que investiga si el diseño y el marketing de la empresa apuntaron a los adolescentes.
La investigación se realizó sobre documentos internos de Juul que debieron ser entregados a la FDA que investiga si el diseño y el marketing de la empresa apuntaron a los adolescentes.

Con un video de 17 minutos mostraron al público en la sala de clases un dispositivo, Ploom, capaz de vaporizar y así brindar “una forma mucho más efectiva de liberar nicotina”. Usaron imágenes de South Park para ironizar sobre las formas anticuadas y tóxicas del cigarrillo tradicional. Compararon sus cartuchos de nicotina con las elegantes cápsulas de Nespresso que seducían a los europeos.

“Monsees dijo que ambos habían analizado la investigación que dio origen al fallido modelo de Premier, de Reynolds, antes de diseñar el de ellos”, citó el Times el video de presentación de la tesis. “Proyectó una imagen de diagramas de química de los registros internos de la empresa. ‘Se dieron cuenta de que estaban matando a su propia base de clientes, así que invirtieron varios miles de millones de dólares en esto’, dijo Monsees".

Con la irreverencia propia de los jóvenes brillantes de Silicon Valley, cerraron el video con un actor que usaba el dispositivo y decía: “Este producto es lo más grande que me encontré en la vida. Lo fumaré con entusiasmo y desarrollaré una adicción a la nicotina que me acompañará hasta la tumba”.

El "cigarrillo de aerosol" comparado con el tradicional, en el informe original de Reynolds.
El "cigarrillo de aerosol" comparado con el tradicional, en el informe original de Reynolds.

El dispositivo Ploom llegó al mercado; evolucionó y se llamó Pax, y finalmente, en 2015, Juul. En diciembre de 2015 Monsees y Bowen patentaron su propia receta de sales de nicotina, juulsalts®, en la cual mencionaron la de Reynolds “y al menos cuatro de los compuestos químicos que había creado Perfetti 37 años antes".

En 2018, la tabacalera más grande de los Estados Unidos, Altria —que posee Philip Morris, fabricante de Marlboroadquirió el 35% de Juul.

La investigación de la FDA

Desde 2016 a 2017 las ventas de Juul crecieron más de un 640%, pero no precisamente gracias a los adultos que querían dejar el cigarrillo tradicional: según la FDA, los estudiantes de entre 11 y 13 años aumentaron su consumo de e-cigarettes en un 77% y los de 14 a 18, en casi el 50 por ciento. En 2018 uno de cada cinco estudiantes del último año de la escuela secundaria (más de 3,5 millones) dijeron haber vapeado nicotina.

Desde 2016 a 2017 las ventas de Juul crecieron más de un 640 por ciento. (REUTERS/Andrew Kelly)
Desde 2016 a 2017 las ventas de Juul crecieron más de un 640 por ciento. (REUTERS/Andrew Kelly)

“Antes de Juul, la mayoría de los líquidos de vapeo contenían entre 1% y 3% de nicotina, lo que se consideraba muy alto y apuntaba a fumadores de dos cajetillas diarias”, según explicó el investigador Jackler al periódico. “Juul ofrece cartuchos que contienen 5% de nicotina, según la página web de la empresa”, escribió Baumgaertner, lo cual “es el equivalente en nicotina a unos 20 cigarrillos comunes”.

Anne Schuchat, subdirectora del Centro para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC) de los Estados Unidos, dijo en una audiencia ante el Congreso, en septiembre, que los médicos creen que las sales de nicotina permiten que el químico adictivo “cruce la barrera hematoencefálica y cause un efecto potencialmente mayor en los cerebros en desarrollo de los adolescentes”.

Como parte de la investigación sobre prácticas de diseño y marketing que podrían haber apuntado directamente a ese mercado de menores de edad, la FDA ordenó a Juul que entregara una serie de documentos; de ellos, la agencia compartió aproximadamente el 10% con un investigador de la Universidad de California en San Francisco, a partir de los cuales se hizo la investigación del Times.

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