Difícil empezar con un evento distinto al icónico Gran Premio de la Ciudad de México 2021, en el que Sergio Pérez se convirtió en el primer mexicano en subir al podio en territorio local. Este momento coronó un fin de semana memorable, que comenzó con su exhibición en Paseo de la Reforma.
Sobre la icónica avenida de la Ciudad de México, Checo Pérez se subió a un Red Bull RB7 y desfiló desde la Diana Cazadora hasta el Ángel de la Independencia, en un evento que reunió a más de 100 mil personas en los alrededores y que provocaron un movimiento pocas veces visto ante un deportista mexicano.
La vendimia se apoderó de las calles y entre Checos de cartón, banderas, baberos, camisetas, sombreros y todo tipo de artículos, el público mexicano pudo disfrutar del piloto titular de Red Bull Racing, una escudería que aspiraba a conquistar los campeonatos de pilotos y constructores.
El 6 de junio de 2021, seis meses después de su primera victoria en la Fórmula 1, Checo Pérez demostró su poder en los circuitos callejeros y en un dramático final, conquistó su primera carrera con la escudería austriaca. Ganó el GP de Azerbaiyán y consolidó su dupla junto a Max Verstappen.
Sobre el circuito de Bakú consiguió lo que ninguno de sus últimos dos predecesores en Red Bull: ganar una carrera. Además, ahí consiguió el primero de sus cinco podios en la temporada, una cifra a la que nunca había llegado en su carrera.
Dos semanas después, Checo Pérez consolidó su buen entendimiento con el monoplaza y consiguió su segundo podio consecutivo en el GP de Francia, donde se subió al estrado junto a Max Verstappen por primera vez en la temporada, un resultado que desató un abrazo fraternal entre los dos y que comenzó a meter presión a los Mercedes de Hamilton y Bottas.
A pesar de las buenas sensaciones tras dos buenos fines de semana consecutivos, el 2021 de Checo Pérez no se entiende sin sus horas más bajas en Red Bull, pues justo a mitad de temporada hiló tres carreras en las que quedó fuera de los puntos.
Gran Bretaña, Hungría y Bélgica lo pusieron contra las cuerdas, pues en territorio británico tuvo problemas en la carrera sprint, en Hungría Valtteri Bottas le obligó a retirar el monoplaza y en Bélgica patinó previo a la vuelta de formación y estrelló su auto, en un error de principiante.
Probablemente el momento más bajo en la temporada para Checo Pérez se dio en el GP de Bélgica, cuando previo a la vuelta de formación sufrió un aquaplaning que lo mandó contra el muro. Debido a la torrencial lluvia, el equipo pudo reparar el auto en el tiempo de espera, pero finalmente la carrera no se reanudó con normalidad y concluyó 19º.
Tras la catástrofe en Bélgica, Sergio levantó el rumbo y consagró su mejoría en Turquía, con un livery especial en el auto en honor a Honda y con el que sometió por primera vez a Lewis Hamilton a mitad de la carrera, en una lucha rueda a rueda de donde salió triunfador, crucial para obtener su tercer podio del año.
Probablemente el momento en el que Checo Pérez se metió en el cariño de todos los aficionados de la Fórmula 1 y de Red Bull fue en el GP de Abu Dhabi, cuando a pesar de tener que abandonar con un podio asegurado, defendió como nunca a Lewis Hamilton y fue pieza crucial para que Max Verstappen ganara el campeonato de pilotos.
Aquella defensa, con neumáticos desgastados y con la presión de un campeón del mundo detrás fue uno de los mejores momentos en su temporada y donde demostró, una vez más, su extraordinaria gestión de ruedas.
No se puede cerrar la lista de imágenes sin un repaso por el extraordinario GP de México, donde deslumbró a su afición con una presión brutal sobre Hamilton, se subió al podio y confirmó la Checomanía en su tierra.
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