Más de 100 crímenes aceptó comandante de las Autodefensas judicializado en Medellín

Según detallan las autoridades, las acciones de alias ‘Memín’ y sus hombres afectaron, de manera indiscriminada, a agricultores, comerciantes, menores de edad, mujeres e integrantes de comunidades indígenas de la región

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Luis Arnulfo Tuberquia, alias ‘Memín’
Luis Arnulfo Tuberquia, alias ‘Memín’

Hacia septiembre de 2008, medios de comunicación nacionales reportaron la captura de Luis Arnulfo Tuberquia, alias ‘Memín’, a quien se consideraba, por aquellos días, como uno de los capos del narcotráfico más buscados de Antioquia y Colombia. En horas recientes, desde la Fiscalía General de la Nación se reportó que el hombre, en medio de la macroinvestigación que adelantan las autoridades sobre grupos paramilitares, aceptó su responsabilidad en 167 hechos ocurridos entre los años 1996 y 2005.

El ente acusador se encuentra trabajando en el esclarecimiento de delitos cometidos por grupos paramilitares en cerca de 27 municipios del país en contra de la población civil. Tuberquia, de acuerdo con el expediente que recae en su contra, fue el máximo cabecilla del entonces Bloque Noroccidente Antioqueño de las extintas AUC. Así mismo, ejecutaba varias de las órdenes que por aquellos días daba la denominada ‘Casa Castaño’.

“Indicó que hombres armados a su cargo se dedicaron a ubicar a personas señaladas equivocadamente de ser colaboradoras de las extintas Farc, las sacaron de sus casas y negocios o las interceptaron mientras se movilizaban en vehículos de servicio público, y las sometieron a diferentes conductas ilícitas”, se lee en el comunicado entregado por la Fiscalía General de la Nación.

Según detallan las autoridades, las acciones de estos hombres armados al margen de la ley terminando afectando, de manera indiscriminada a agricultores, comerciantes, menores de edad, mujeres e integrantes de comunidades indígenas de la región.

Entre los más de 100 delitos que reconoció están 31 casos de homicidio en persona protegida, 25 de desaparición forzada, 40 de deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de la población civil; 46 de secuestro, 10 de tortura en persona protegida, 7 de hurto agravado y calificado; y uno de acceso carnal violento. Todos habrían ocurrido en Frontino, en Antioquia.

Teniendo en cuenta la aceptación de su responsabilidad sobre estos crímenes, una fiscal de la Dirección Especializada contra las Violaciones a los Derechos Humanos, y quien dirige la macroinvestigación en el noroccidente antioqueño, le impuso a Luis Arnulfo Tuberquia medida de aseguramiento de detención preventiva. El hombre, entonces, deberá deberá cumplir esta orden en la cárcel La Paz, en Itagüí, en Antioquia.

REUTERS/José Miguel Gómez
REUTERS/José Miguel Gómez

Así mismo, alias Memín se somete a la declaración de una sentencia anticipada. La codena, destaca la Fiscalía, será fijada por un juzgado especializado de Antioquia, en atención a los parámetros fijados en la Ley 600 de 2000 (anterior sistema Penal).

Gracias a las confesiones del detenido, el ente logró esclarecer casos como la desaparición forzada de un integrante de una comunidad indígena mientras se movilizaba con su hija, una menor de edad, en un bis escalera por Frontino, en el departamento antioqueño. El hombre y la niña fueron obligados a bajar del automotor y a subir una camioneta. Nunca se supo del paradero de ambos.

De la misma manera se supo, gracias a sus testimonios, que él estuvo detrás del secuestro y homicidio de dos adolescentes. Fue el 5 de junio de 1999 cuando hombres armados ingresaron a la finca en la que vivían los menores de edad. De aquel lugar hurtaron 30 reses y se llevaron a los jóvenes. Ambos fueron hallados sin vida, cinco días después, en Uramita, Antioquia.

También aceptó que fue el culpable del homicidio de Héctor Herrera Durango, político e integrante de la Junta de Acción Comunal de la vereda Los Monos; y de Joselito Bailarín Domico, indígena Embera Katio y gobernador de la comunidad indígena Cañaveral. Los crímenes, respectivamente, ocurrieron el 24 de octubre de 1998 y el 30 de junio de 2000.

Confesó también que uno de sus hombres abusó sexualmente de una mujer campesina en la vereda El Filo de Pontón, en febrero de 2001. Aquella persona, perteneciente a la estructura armada de alias Memín, ingresó a la finca de la mujer y la sometió a diferentes vejámenes, según la Fiscalía, como venganza bajo el argumento de que ella ‘colaboraba con otros grupos ilegales’.

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