
Hace más de 300 millones de años, durante el período Carbonífero, un inmenso artrópodo recorría los densos bosques pantanosos de lo que hoy conocemos como Europa y América del Norte. Con un cuerpo que podía llegar a medir hasta 2,7 metros de largo y más de 50 kilogramos de peso, la Arthropleura es considerado uno de los invertebrados más grandes que jamás haya existido en la Tierra.
Este antiguo pariente de los milpiés y ciempiés modernos dejó atrás restos fosilizados que, durante décadas, desafiaron a los paleontólogos a reconstruir su apariencia completa.
A pesar de su tamaño colosal, una pieza crucial faltaba en los fósiles encontrados: la cabeza. Esto se debía a que muchos de los fósiles descubiertos eran exoesqueletos que la Arthropleura había dejado atrás al mudar su piel a través de la abertura de la cabeza, un proceso común en su crecimiento.

Todo cambió con el descubrimiento de fósiles juveniles completos en un yacimiento de carbón en Francia, hallados en la década de 1980, informó el medio especializado Phys Org. Estos especímenes, aunque mucho más pequeños que los adultos -con unos 6 centímetros de largo-, estaban sorprendentemente bien conservados.
Gracias a estas muestras, los investigadores finalmente pudieron estudiar en detalle la cabeza de la Arthropleura, lo que permitió ofrecer una visión más precisa sobre su anatomía. Estos hallazgos, publicados en la revista Science Advances, revelaron una sorprendente combinación de características: una cabeza que mezclaba rasgos de ciempiés y milpiés, lo que indica una compleja relación evolutiva entre estos dos grupos de artrópodos.
“Descubrimos que tenía el cuerpo de un milpiés, pero la cabeza de un ciempiés”, dijo el coautor del estudio y paleobiólogo Mickael Lheritier de la Universidad Claude Bernard Lyon en Villeurbanne, Francia, según la agencia de noticias AP.
Para estudiar los fósiles sin dañarlos, los científicos utilizaron tomografía computarizada y tecnología de imágenes de alta resolución. Estas herramientas permitieron observar con precisión los detalles ocultos en los fósiles juveniles incrustados en rocas desde su descubrimiento en los años 80, sin la necesidad de abrir los delicados nódulos de siderita que los rodeaban.

Características anatómicas de la Arthropleura
Entre sus rasgos más distintivos se encontraban dos antenas cortas en forma de campana, ojos prominentes similares a los de un cangrejo y una pequeña boca diseñada para moler hojas y corteza. Estas características sugieren que la Arthropleura no era un depredador, sino que probablemente se alimentaba de vegetación, en línea con la dieta de los milpiés actuales.
Este descubrimiento ha llevado a cuestionar las nociones tradicionales sobre la relación evolutiva entre milpiés y ciempiés. Mientras que anteriormente se creía que estos grupos estaban más distantes, los nuevos datos sugieren una conexión más cercana de lo que se pensaba.
La combinación de elementos de ambos grupos en la Arthropleura indica que estos artrópodos compartían más similitudes de las que inicialmente se asumía, ofreciendo una nueva perspectiva sobre la evolución de los artrópodos gigantes que habitaron la Tierra durante el Carbonífero.

Vida y evolución del Arthropleura
Este insecto, que vivió hace más de 300 millones de años, durante el período Carbonífero, encontró su hábitat en extensos bosques pantanosos que cubrían gran parte del ecuador. Aunque se desconoce mucho sobre su comportamiento, los estudios sugieren que no era un depredador.
Carecía de colmillos venenosos o patas adaptadas para cazar, lo que apunta a una dieta basada en vegetación, similar a los milpiés actuales. Sus movimientos eran probablemente lentos, y su hábitat húmedo y denso le proporcionaba abundante material vegetal para alimentarse, ayudando a explicar su gran tamaño en una era dominada por artrópodos gigantes.
El descubrimiento de la cabeza de la Arthropleura desafió las ideas previas sobre la evolución de los artrópodos gigantes. Las características combinadas de milpiés y ciempiés en su anatomía sugieren una relación evolutiva más cercana entre estos dos grupos de lo que se pensaba anteriormente.
Últimas Noticias
Cannabis terapéutico: en qué tres enfermedades hay evidencia y por qué alarma la automedicación
Científicos de la Universidad de Harvard y otras instituciones de los Estados Unidos advierten sobre el uso creciente de productos derivados del cannabis sin supervisión profesional. Alertaron que faltan estudios contundentes que avalen muchos de los beneficios atribuidos a estos compuestos

Por qué el cambio climático podría producir grandes sequías en los próximos 15 años
Nuevas simulaciones climáticas revelan que las condiciones de escasez de lluvias en todo el mundo pondría en riesgo el agua y la agricultura necesaria para 750 millones de personas

La proteína clave que podría ayudar a conservar la fuerza en los músculos a edades avanzadas
Investigadores de Estados Unidos demostraron en ratones que restaurar la tenascina-C reactiva la reparación muscular. Cuáles son los desafíos para transformar el avance en una terapia efectiva y segura

Nuevas evidencias científicas cuestionan el mito de una dieta paleolítica de consumo casi exclusivo de carne
El análisis de yacimientos prehistóricos revela la importancia de estrategias alimentarias variadas y el uso experto de recursos naturales

El reloj biológico remodela las conexiones del cerebro según la hora
Un equipo de la Argentina, Estados Unidos y Reino Unido reconstruyó en 3D los cambios en las terminales neuronales de la mosca de la fruta. El hallazgo podría abrir nuevas rutas para entender y tratar el Alzheimer y otros trastornos del ritmo circadiano



