
Actualmente, el mundo se encuentra en una era de resistencia a los antibióticos en la que el fracaso del tratamiento con estos fármacos y la mortalidad causada por infecciones bacterianas están aumentando.
La resistencia a los antibióticos es un problema global grave, que causó aproximadamente 1,27 millones de muertes prematuras en 2019 en todo el mundo, superando sustancialmente los 0,70 millones de muertes estimadas en 2016.
Y aunque el uso indebido y excesivo de antibióticos son los principales impulsores de la resistencia a los antibióticos, un reciente estudio publicado en la revista The Lancet arrojó que la contaminación del aire aumenta la resistencia antimicrobiana.
Se sabe que la resistencia a los antibióticos no es sólo un problema para el ser humano, sino que también afecta a los animales y al medio ambiente, por lo que se trata de un problema de salud pública a nivel global. Y de allí que a los expertos les preocupe de cara al futuro.

Según el estudio, el aumento de la contaminación del aire está potencialmente relacionado con un mayor riesgo de resistencia a los antibióticos, y la relación entre los dos se ha fortalecido con el tiempo. Esto se realiza a través de las pequeñas partículas en suspensión, llamadas PM 2.5, que son 30 veces más pequeñas que el ancho de un cabello humano.
De acuerdo a la información publicada en el trabajo, cada vez que la contaminación del aire aumenta en un 1%, hay un crecimiento en la resistencia a los antibióticos de entre 0,5 y 1,9%, según el patógeno. Con el tiempo, los cambios en los niveles de PM 2.5 están llevando a mayores aumentos en la resistencia a los antibióticos.
El norte de África y el oeste de Asia son las regiones donde el PM2.5 tiene el mayor impacto en la resistencia a los antibióticos, donde representa el 19% de los cambios en los niveles de resistencia. Asimismo, los niveles en Europa y América del Norte son bajos.

Los datos relevados, según los investigadores, permiten vaticinar posibles escenarios futuros, que indican que si no hubiera cambios en las políticas actuales sobre la contaminación del aire, para 2050, los niveles de resistencia a los antibióticos en todo el mundo podrían aumentar en un 17%. Asimismo, el número anual de muertes prematuras relacionadas con esta situación se elevaría a alrededor de 840.000, con los mayores aumentos en el África subsahariana.
“Hasta donde sabemos, este análisis es el primero en estimar exhaustivamente las asociaciones globales entre PM 2.5 y la resistencia clínica a los antibióticos a través de análisis univariados y multivariados -precisaron los autores del trabajo en la publicación de sus conclusiones-. Identificamos que la resistencia a los antibióticos aumentó con el aumento de PM 2.5, y mediante escenarios futuros de población y calidad del aire, evaluamos por primera vez la carga de la resistencia a los antibióticos asociada con las PM 2.5 en todo el mundo”.
Según aseguraron, los resultados destacan que “el control de la contaminación del aire para reducir las concentraciones de PM 2.5 podría conducir a importantes beneficios económicos y de salud al reducir la resistencia a los antibióticos”.

Hong Chen es el autor principal del trabajo, de la Universidad de Zhejiang, China, y aseguró que “los beneficios de controlar la contaminación del aire podrían ser dobles: no solo reducirá los efectos nocivos de la mala calidad del aire, sino que podría también jugar un papel importante en la lucha contra el aumento y la propagación de bacterias resistentes a los antibióticos”.
El conjunto de datos final incluyó más de 11,5 millones de aislamientos analizados. Los datos brutos de resistencia a los antibióticos incluyeron nueve patógenos, entre los que figuraban Acinetobacter baumannii, Klebsiella pneumoniae, Pseudomonas aeruginosa, Staphylococcus aureus, Streptococcus pneumoniae, Escherichia coli, Enterobacter aerogenes o E cloacae, Enterococcus faecalis y Enterococcus faecium, además de 43 tipos de agentes antibióticos.
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