17 estudiantes denunciaron haber sido abusadas durante un retiro espiritual en un convento en Ecuador

La actividad era programada por su colegio. Según las denuncias, habrían sido aisladas del grupo y encerradas en un salón antes de ser vendadas y manoseadas por un hombre presentado como un “predicador internacional”

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Las adolescentes viajaron a un convento como parte de una actividad de su colegio (Pixabay)
Las adolescentes viajaron a un convento como parte de una actividad de su colegio (Pixabay)

Un caso de abuso sexual perpetrado en contra de un grupo de estudiantes de la Unidad Educativa Santa María de los Ángeles de Guayaquil, del sector Santa Mónica, ubicado al sur de Guayaquil fue denunciado por un grupo de padres de familia de las víctimas. El suceso ocurrió durante un retiro espiritual en un convento ubicado en la ciudad de Riobamba – a 200 kilómetros al sur de Quito– en donde participaron, al menos, unas 100 estudiantes pertenecientes al último año de bachillerato en una actividad de carácter religioso y que devino en tragedia.

Según las denuncias presentadas por un grupo de padres de familia, al menos 17 jóvenes habrían sido aisladas del grupo, encerradas en uno de los salones del convento, y habrían sido vendadas y manoseadas por un hombre de identidad desconocida, presentado como un “predicador internacional”, pero que formaba parte del retiro.

Los detalles revelados por las víctimas y por sus padres son escalofriantes porque tras ser inmovilizadas y obstruidos sus rostros, algunas de las niñas miraron a través de resquicios cómo eran fotografiadas y tocadas.

Por intervención de la Policía Nacional se logró la captura casi inmediata del presunto responsable que fue encontrado tras un allanamiento al convento. Las monjas responsables de la organización del retiro lo habrían encerrado al religioso en su habitación presuntamente para protegerlo de las protestas de los estudiantes que se solidarizaron con sus compañeras y que reaccionaron con indignación.

Algunos padres han sostenido que las monjas han actuado en actitud cómplice con el agresor, en lugar de dar facilidades para entregarlo a las autoridades.

Las adolescentes fueron sometidas a tocamientos indebidos (Crédito/Pixabay)
Las adolescentes fueron sometidas a tocamientos indebidos (Crédito/Pixabay)

Este sábado 7 de septiembre de 2024, la Fiscalía de Riobamba formuló cargos en la audiencia judicial de calificación de la flagrancia por el delito de abuso sexual y el juez ordenó la prisión del detenido por esta misma infracción. Además, se ordenaron exámenes médico-legales de orden ginecológico para 15 de las víctimas, cuyos resultados se mantienen en reserva.

Las autoridades judiciales han ordenado la discreción en este caso debido a su tipología penal de orden sexual, además de que las víctimas son adolescentes menores de edad.

En las redes sociales se denuncia a un religioso de origen colombiano, radicado en Ecuador, graduado en comunicación con estudios en psicoterapia Gestalt y presentado como motivador internacional, quien ya habría cerrado todas sus redes sociales.

El Ministerio de Educación, al conocer la denuncia, calificó la situación como “grave” y aseguró que se han activado los protocolos correspondientes. Entre las acciones tomadas se incluye la presentación de una denuncia formal ante la Fiscalía de Riobamba, el acompañamiento psicológico y legal a las víctimas y sus familias, la implementación de medidas de protección para las afectadas, y la investigación de si el retiro cumplió con los lineamientos establecidos por la normativa educativa.

El caso ha provocado una fuerte reacción entre los padres de familia, quienes han manifestado su frustración y enojo tanto en medios de comunicación como en redes sociales. Un video ampliamente compartido muestra a una madre de una de las víctimas exigiendo respuestas y responsabilizando a las autoridades del colegio y a las monjas por no haber actuado de manera más diligente y transparente. En su testimonio, la madre relata cómo su hija, en medio del llanto, le contó sobre el abuso, lo que ha generado una ola de solidaridad entre los padres y los compañeros de las víctimas.

El Ministerio de Educación ha instado a la comunidad educativa a denunciar cualquier acto de violencia o abuso, y ha reiterado su compromiso de investigar el caso a fondo y tomar las medidas necesarias para prevenir que situaciones similares se repitan en el futuro.

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