Publicado: 22 Sep, 2017 02:35 a.m.Actualizado: 22 Sep, 2017 03:37 p.m. EST
Roberta Pesci y Leila Awada en la presentación de su muestra “Constelaciones”: infinitos puntos que se unen en el espacio mediante un trazo imaginario entre dos artistas, creando una constelación La Primera Dama y su madre, Pomi Awada (centro), acompañaron a Leila, la artista plástica de la familia, a cuya muestra también asistieron sus hermanos Alejandro, Zoraida y Daniel Awada VER MÁS EN "LA VIDRIERA DE INFOBAE"
El cariñoso saludo entre dos hermanas: Leila y Juliana Awada Pomi Awada: la madre de la Primera Dama no quiso perderse la muestra de su hija, Leila Pomi Awada posa junto a las obras que componen “Constelaciones”. La muestra quedará exhibida hasta el 31 de octubre en el hotel MIO Buenos Aires, en Avenida Quintana 465, Recoleta Alejandro Awada y Roberta Pesci junto a Leila, Juliana, Pomi, Zoraida y Daniel Awada Alejandro Awada en la muestra de su hermana Leila Leila Awada y su hermano Daniel Cindy Teperman Teresa Frías y Leila Awada Juliana Awada junto a sus hermanos, Alejandro y Daniel Pamela Saguier Cindy Teperman, Zoraida Awada y Yanina Solnicki Pamela Saguier y Marina Laurence Eduardo Stupía, el curador de la muestra, explicó de qué se trata “Constelaciones”, la obra de Leila Awada y Roberta Pesci La obra de Leila Awada. Las llamadas afinidades selectivas son una de las maneras en que se manifiesta la amistad y, también, la práctica artística Al menos así lo demuestran Leila Awada (cuya obra luce en la foto) y Roberta Pesci, en la confluencia de sus piezas tan próximas en el espíritu que las anima, como diferentes en lo formal Leila Awada, con una pulsión orgánica que conduce su involucramiento táctil y sensible, en el pastoso acrílico rumbo a núcleos de una pregnante palpitación celular Roberta Pesci inclinada al detallismo monacal del bordado, para hilar las hebras intrincadas de sus preciosistas, íntimos retablos, ornamentos y escenitas de cuento, tal como continúa describiendo Stupía El cuadrado o el rectángulo de la tela sobre la cual Awada expande la concentración circular o expansiva de sus derrames, equilibradamente expresivos, hace sistema y, a la vez, se contrapone con el doméstico liencillo donde sobrevuelan -como mapas etéreos- las policromas tramas de Pesci Ambas artistas exhiben honestidad en el oficio, así como claridad en la ocurrencia original, y consecuentemente, proponen al espectador un approach igualmente nítido y sin subterfugios e inadvertidamente -como si estuvieran simplemente conversando entre ellas, a través de sus lenguajes, casi distraídas de toda pretensión- convierten esa naturalidad en una de las formas breves de la poesía /// Fotos: Martín Rosenzveig