Tomás Dente se tentó con un llanto del “Fan de Wanda”: “Sos el que llora en todos lados, pero ahora sé que es en serio”

El conductor no pudo contener la risa después de que Mariano de la Canal se emocionara con el saludo que recibió por parte de un amigo

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Tomás Dente se tentó tras el llanto de el "Fan de Wanda"

Muchas gracias, de verdad. Me estás haciendo pasar un buen momento”, dijo Mariano de la Canal, más conocido como el “Fan de Wanda”, en un tramo de la entrevista profunda que le hizo Tomás Dente en su ciclo Vino Para Vos (KZO). “Te lo merecés. Y hay más amigos”, le dijo el conductor. Es que el programa indaga en las emociones de los invitados y también acerca saludos de familiares, amigos y allegados, aflorando más aun los sentimientos de quienes visitan a Dente.

Entonces, tras un primer video, llegó otro saludo para Mariano. “¿Hay más? A ver, me muero”, dijo De la Canal. “Sí. ¿Te digo quién es o lo descubrimos?”, le preguntó Tomás. “No, descubrámoslo”, pidió el “fan de Wanda”. Y vino el testimonio de Sebastián, su gran amigo. “Hola, amigo, ¿qué onda? Acá estoy. Nunca está de más recordarte lo mucho que te quiero y lo importante que sos para mí. Sos bueno, sos generoso, sos auténtico, sos divertido, pero por sobre todo, sos buena persona, con un corazón enorme. Así que, por favor, no me faltes nunca, que mi vida no sería la misma sin vos”, dijo Sebastián, mientras las lágrimas comenzaron a brotar por el rostro de Mariano, quien se tapaba la boca intentando disimular la emoción.

“Sos la primera persona a la que llamo cuando me pasa algo lindo, y a la que quiero abrazar cuando me pasa algo que no está tan bueno”, continuó Sebastián y se permitió una broma para con De la Canal: “Así que acá me tenés, para lo que necesites. Siempre voy a estar con vos. Te quiero, te merecés todo lo lindo del mundo. Y lo que sí: nunca más me vas a organizar una torta de cumpleaños. Pero más allá de eso, sabés que te amo y que te abrazo siempre”, dijo.

De vuelta al piso, Mariano mezclaba sensaciones en su rostro, el llanto y la risa, además de la sorpresa que le generó el saludo de su amigo. Y dijo: “Bueno, gracias. De verdad que... ay, no tenía muchas ganas de llorar”, dijo y se secó unas lágrimas. “Pero sin dudas, no puedo no emocionarme con estas palabras, de verdad. Es muy lindo que tus amigos te tengan... ¡un pañuelito por favor!”, pidió.

“¡Pará! Porque es raro verlo llorar en serio, entonces vos decís: ‘Se quebró en serio y te da gracia’”, dijo Tomás Dente sobre la risa que le generó el testimonio del "Fan de Wanda"
“¡Pará! Porque es raro verlo llorar en serio, entonces vos decís: ‘Se quebró en serio y te da gracia’”, dijo Tomás Dente sobre la risa que le generó el testimonio del "Fan de Wanda"

Y en este punto, todo lo que parecía emoción, se convirtió en un momento desopilante. En el momento en que De la Canal pidió un pañuelo, se escuchó muy fuerte una risa contenida. Y fue de Dente, normalmente un conductor atildado, empático con sus invitados. “¡Pará! Porque es raro verlo llorar en serio, entonces vos decís: ‘Se quebró en serio y te da gracia’”, se explicó Tomás. Sin poder entenderlo, el “Fan de Wanda” le preguntó: “¿Pero por qué no me creés el llanto?”. “¡Porque sos el que llora en todos lados! Pero ahora sé que es en serio”, dijo Dente, casi sin poder terminar la oración.

“¡Pero estoy llorando, Tomy! Me hiciste llorar”, dijo Mariano, mientras bebía una vaso de agua para reponerse. “No me creés el llanto”, insistió y pidió un pañuelo descartable para limpiarse. A todo esto, Dente seguía doblado de la risa: “Me tenté”, describió, como si fuera necesario. “No te rías de mi dolor”, gritó Mariano, ante el reiterado pedido de disculpas de Dente.

“¡Pañueloooo!”, gritó De la Canal, pero como no llegaba, decidió limpiarse la cara y la nariz con la solapa de su saco y tomar más agua. A esta altura, solo se escuchaba la risa de Dente. El cuadro ya era irremontable: “Perdón, sos hermoso...”, dijo Dente y no pudo terminar la frase. “¡Esto lo van a levantar en Bendita! ya riéndose... te estás riendo de mi llanto, Tomy”, volvió a decir Mariano. Doblado en su silla, Dente apenas tuvo aire para pedir un corte.

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