La empleada: secretos en la mansión, el regreso de Sydney Sweeney y la tensión colectiva que desafía la perfección familiar

Una adaptación inquietante que saca a la luz aquello que se oculta tras la fachada. El talento de dos protagonistas se combina con una atmósfera absorbente en la pantalla grande

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El thriller psicológico La empleada, adaptación cinematográfica de la exitosa novela de Freida McFadden, sumó atención con su llegada a 143 salas de cine de Argentina este jueves 1 de enero de 2026. El largometraje, dirigido por Paul Feig y protagonizado por Sydney Sweeney y Amanda Seyfried, buscó generar reacciones colectivas en la audiencia y planteó una mirada aguda al deseo y el poder en el seno de una familia aparentemente perfecta.

En esta producción, Sweeney interpreta a Millie, una joven que, tras salir de prisión, busca rehacer su vida y acepta un puesto como empleada doméstica en la lujosa residencia de la familia Winchester. La aparente estabilidad que encuentra en su nuevo empleo se desvanece rápidamente cuando comienza a descubrir el lado oscuro de sus empleadores, interpretados por Seyfried y Brandon Sklenar. A medida que Millie se integra en la dinámica familiar, la fachada de perfección se resquebraja y emergen secretos y escándalos que amenazan su integridad física y mental.

La empleada, el thriller psicológico
La empleada, el thriller psicológico dirigido por Paul Feig, llegó a 143 salas de cine en Argentina en enero de 2026. (crédito: BF Distribution)

Sobre la construcción conceptual de la película, Feig explicó a Variety: “Me encantan las historias que te hacen pensar en lo que apoyas y en lo que no. Iluminan los juicios que hacemos sobre la gente, las situaciones y lo que creemos desear. A veces, cuando finalmente ves la realidad debajo de todo, tu visión completa del mundo se desmorona”. El director aclaró que la película propuso un juego deliberado con el suspenso para mantener la tensión sin llegar al exceso: “Hitchcock decía que es como tirar de una cuerda. Si tiras demasiado, se rompe; si no tiras suficiente, se afloja. Nosotros queríamos ver hasta dónde podíamos tirar de la cuerda sin que se rompiera”, recalcó.

Feig remarcó la intención de incentivar un fenómeno colectivo en el cine: “El público se va a divertir mucho viendo esta película en conjunto, porque esas reacciones colectivas son algo que simplemente no se pueden obtener en el living de casa. Realmente la diseñamos para que la audiencia reaccione en vivo y en el momento. Estoy emocionado de que la gente tenga esa experiencia”, afirmó en declaraciones a Variety durante CinemaCon 2025.

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La adaptación cinematográfica de la novela de Freida McFadden explora el deseo y el poder dentro de una familia aparentemente perfecta. (crédito: BF Distribution)

Con un guion escrito por Rebecca Sonnenshine, reconocida por su trabajo en series como The Boys y The Vampire Diaries, la película trasladó al cine la tensión opresiva y los giros inesperados presentes en la obra de McFadden. Sobre este desafío, Feig sostuvo: “La tensión, los sustos y la comedia están tan entrelazados. Fue un sueño hecho realidad”, según lo declarado a Variety.

Sydney Sweeney, también productora ejecutiva junto a Seyfried, detalló su conexión con la obra original y lo que motivó su participación: “No pude soltar ‘The Housemaid’. Terminé leyendo los tres libros en una semana. Los personajes son imperfectos y caóticos”, expresó a Variety. La actriz encarnó a Millie, una joven que tras salir de prisión intentó reconstruir su vida aceptando un empleo como empleada doméstica en una mansión donde los secretos y la violencia subyacente desafían la aparente perfección de sus empleadores.

Inspirada por thrillers como Gone
Inspirada por thrillers como Gone Girl y Parasite, La empleada fusiona suspenso psicológico y crítica social, desenmascarando las apariencias familiares. (crédito: BF Distribution)

La narrativa de La empleada se sumó a la tradición de thrillers contemporáneos como Gone Girl y Parasite, fusionando suspenso psicológico con crítica a las apariencias y privilegiando la experiencia inmersiva en sala, donde, según sus responsables, el espectador “tiene la oportunidad de ver cómo se desmoronan certezas y se desdibujan los límites entre verdad y engaño”.