El diario Financial Times, uno de los medios más influyentes en los círculos políticos y económicos internacionales, publicó un perfil de la vicepresidente, Victoria Villarruel. El artículo concluye citando a un diplomático asentado en Buenos Aires quien espera que Villarruel arme un proyecto político propio y eventualmente se presente como candidata presidencial. “Creo que hay que observarla atentamente; ella está lista, para lo que sea”, concluye la cita, que fue precisamente la que eligió la propia Villarruel para postear la nota en su cuenta en la red social X, la exTwitter.
“El escenario es de total incertidumbre. Cuando se decida qué sucederá con el impuesto interno, podría haber autos que incluso bajen un poco su precio. Ahí nos vamos a dar cuenta la enorme carga impositiva que tienen los autos en este país”.
Formo parte de aquellos que se quedaron sin pertenencia política. Los que se fueron en nada me representaban, los que vinieron merecen mi desprecio en la mayoría de sus gestos, al tiempo que lo nefasto del gobierno anterior no legitima a los entreguistas del actual. Insisto, quienes lo precedieron usaron nuestro nombre para justificar sus pretensiones de progresistas sin pasado y extraviados sin futuro. El odio que gestaron volvió “gorilas” a los humildes, que terminaron votando a quien no pudieron percibir como lo que es: su peor enemigo.
La evolución de los precios y el consumo de muchos sectores en diciembre marcaron el principio de lo que será el primer trimestre de 2024: con una expectativa de inflación que se mantendrá en los dos dígitos mensuales durante el verano, y muy probablemente en marzo, y un fuerte ajuste fiscal que tiene como objetivo empezar a normalizar la macroeconomía; el salario real se prevé seguirá en caída libre y lo mismo pasará con la demanda y la actividad económica en general.
¿Mucho, poquito o nada? Las continuas y parciales reformas al Impuesto a las Ganancias complican la progresividad y la equidad del sistema tributario. Cabe recordar que el ex ministro Sergio Massa dispuso eliminar el gravamen para los empleados en relación de dependencia a través de un proyecto de ley, que fue aprobado por el Congreso, con el apoyo, entre otros, del entonces diputado Javier Milei. Ahora, el presidente de la Nación busca negociar con los gobernadores –afectados por la pérdida de ingresos por coparticipación de la recaudación del tributo- la revisión de esta reforma, ante la caída de recursos de ese origen, tan necesarios en la búsqueda del equilibrio fiscal.
Tras la primera medida cautelar contra el DNU de desregulación de la economía, el Gobierno intenta adelantarse al incierto derrotero en la Justicia y descuenta que terminará en los principales despachos del cuarto piso del Palacio de Tribunales. Frente a ese panorama, en la Casa Rosada debaten la estrategia con la Corte Suprema, y el pedido de juicio político que se inició durante la administración de Alberto Fernández y aún pesa sobre el máximo tribunal aparece como un tema que está sobre la mesa. .
“No hay plata” es la frase que el presidente de la Nación, Javier Milei, convirtió casi en un mantra de su incipiente Gobierno. Tiene como objetivo legitimar su programa de shock económico bajo el argumento de que las medidas de recortes son inevitables para alcanzar el equilibro fiscal y, eventualmente, el equilibrio general de la economía. La misma idea resonó en la reunión que Luis Caputo, ministro de Hacienda de la Nación, tuvo el jueves con Jorge Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires con motivo de evaluar la situación respecto a la coparticipación correspondiente a los porteños. La Casa Rosada no desconoció la situación, aunque el dirigente del PRO se fue el cónclave con las manos vacías, sin un horizonte temporal concreto respecto a cuándo el Poder Ejecutivo nacional acatará el fallo de la Corte Suprema de Justicia respecto a ese tema.
La senadora nacional de Juntos por el Cambio, Carolina Losada, apuntó este domingo contra el DNU y la Ley Ómnibus impulsada por el Gobierno de Javier Milei y contra las ideas del propio Jefe de Estado.
“Lo que nunca dijo Milei es que se iba a llevar puesto al Congreso y a las Instituciones”, manifestó la congresista en comunicación con radio Rivadavia.
Y agregó: “Es importante para cualquier proyecto político y económico el respeto a las Instituciones”.
Este domingo, el exsenador nacional, Eduardo Menem, hizo referencia al DNU impulsado por el presidente de la Nación, Javier Milei, y apuntó contra el Kirchnerismo y el Gobierno anterior.
“Para mi gusto, el DNU tendría que haber sido dividido en varias partes”, aseguró el excongresista en comunicación con Radio Con Vos. Sobre esto, agregó: “El tema de la pesca del DNU no fue buena disposición y seguramente caerán otros puntos”.
Asimismo, apuntó fuerte contra el kirchnerismo y su desempeño al frente del Poder Ejecutivo. “El kirchnerismo fue uno de los peores gobiernos de la historia”, manifestó.
El desarrollo de las economías regionales debería ocupar un lugar central para la gestión nacional, sea cual fuere el color político que se encuentre al mando. No sólo porque quienes vivimos en el interior somos tan argentinos como los de CABA o el AMBA, sino porque somos los principales generadores de puestos laborales y de divisas, tan necesarias en este delicado presente que transita nuestro país.
El próximo jueves, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer la variación que registró el Índice de Precios al Consumidor (IPC) en diciembre pasado que, según estimaciones privadas, se ubicaría en un rango de entre 25% y 30%.
Si el porcentaje se confirma en ese número, el acumulado del año se encontraría por encima del 200%, una cifra de tres dígitos que el país no alcanzaba desde la hiperinflación de 1990.
A noviembre pasado, último mes de ejercicio pleno del gobierno de Alberto Fernández, la inflación interanual acumulaba una suba del 160,9% interanual, según el Indec.
Vale recordar, que el portavoz presidencial Manuel Adorni sostuvo la semana pasada que el Gobierno está llevando adelante un “plan para estabilizar” la economía.
El vocero presidencial, en medio de los aumentos generalizados en varios rubros, advirtió que va a llevar un tiempo salir de la “encerrona inflacionaria”.
“Es un proceso largo y el trabajo que estamos haciendo de equilibrio de las cuentas, de saneamiento del Banco Central, y esto impactado por el atraso y distorsión de casi todos los precios de la economía hace que estemos atravesando este momento, que por supuesto va a llevar un tiempo salir de esta encerrona inflacionaria”, manifestó el vocero.
Con un clima en el mercado bastante más inquieto del que se percibió en los inicios de la gestión económica de Javier Milei, el Gobierno entrará esta semana en una fase mucho más compleja. La buena racha de compras netas de divisas tras la devaluación y la consiguiente acumulación de reservas del Banco Central, que ya supera los USD 3.000 millones, se topará con una agenda mucho más desafiante. En principio, el martes las reservas acusarán el impacto del pago por USD 1.600 millones a los acreedores privados. De esa cifra, sin embargo, sólo la mitad, unos USD 800, se verán reflejados en una caída de las reservas ya que se calcula que al menos 50% de la tenencia de esos bonos está en manos de organismos públicos, entre ellos, el propio Banco Central.
El debate del extenso proyecto de “Ley Ómnibus” para reformar el Estado que el Gobierno incluyó en la convocatoria a sesiones extraordinarias, comenzará el martes en la primera reunión informativa conjunta de las Comisiones de Presupuesto y Hacienda; Asuntos Constitucionales; y Legislación General de la Cámara de Diputados. El oficialismo pretende acelerar el tratamiento para llegar a intentar aprobarlo antes de que termine enero, y así evitar prorrogar las sesiones extraordinarias. El presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem, ya determinó que esos tres ámbitos de trabajo serán los encargados de dictaminar sobre el megaproyecto impulsado por Milei.
Pese a las heridas abiertas que quedaron por la elección del Comité Nacional, la UCR logró unificar una postura frente a lo que será la votación de la Ley Ómnibus en el Congreso. Al unísono todos los dirigentes que integran el partido centenario advierten que no le darán “un cheque en blanco” a Javier Milei, sobre todo por lo que el proyecto refiere a la delegación de poderes. “No somos imbéciles”, advirtieron los más molestos por el artículo que dispone la atribución de facultades legislativas al Poder Ejecutivo a través del dictado de la emergencia pública. Según pudo saber Infobae, ningún radical votará a favor del proyecto si el Gobierno no se predispone a negociar algunos puntos centrales, como sí lo hizo con la desregulación de la actividad pesquera.
Los primeros cuatro días hábiles del 2024 dejaron señales preocupantes para el gobierno de Javier Milei, particularmente en la marcha del plan de emergencia desplegado en el arranque de la gestión. Los dólares financieros treparon sostenidamente y finalizaron arriba de los $1.100, mientras que la brecha cambiaria volvió a niveles de 30 por ciento. Es cierto que la caída del tipo de cambio en diciembre obedeció en buena medida a factores estacionales, pero la escalada de las últimas jornadas no deja de ser alarmante, sobre todo si se mantiene la presión alcista.
“Debería ser considerado traidor a la Patria aquél que te dice que está todo bien a sabiendas de que te la ponés de sombrero”.
Al margen de las dificultades económicas y financieras, Javier Milei consolida su agenda diplomática: optó por enfriar las relaciones bilaterales con China y el bloque de países que integran los BRICS, y fortalecer los vínculos geopolíticos con Estados Unidos, el Mercosur y la Unión Europea.
En una situación de emergencia objetiva, y con el propósito de evitar una nueva hiperinflación en un país con 50% de pobres, el nuevo gobierno emitió un DNU para desregular la economía. Como era previsible, la ruptura con una tradición corporativista de más de 80 años generó la reacción de jerarcas sindicales, la izquierda funcional, y amigos varios del esfuerzo ajeno.
Es la primera vez, desde el 2005, que ninguno de los dos ejerce un cargo público. Ese año, Cristina Kirchner asumió como senadora bonaerense después de una durísima disputa con el duhaldismo, y Mauricio Macri desembarcó por primera y única vez en el Congreso, en la Cámara baja, una experiencia olvidable que duró solo dos años, cuando ganó las elecciones porteñas y llegó a la Jefatura de Gobierno porteño. En paralelo, Cristina Kirchner se alzó con la Presidencia: ocho años, hasta el 2015, cuando dejó el poder para traspasarle el mando a Macri. En el 2017, la ex presidenta volvió al Senado: dos años más tarde, tras una trabajosa negociación política que desembocó en la candidatura de Alberto Fernández, fue elegida vicepresidenta. Macri se refugió entonces en el fútbol, en su cargo en la fundación FIFA, y talló con paciencia en la interna del PRO hasta decidirse finalmente primero por Patricia Bullrich en la disputa con Horacio Rodríguez, y por Javier Milei después, de cara al balotaje que le dio al jefe libertario la Presidencia.