La fotografía de Manuel Quiroz: una técnica que transformó la vida cotidiana del Bajo Piura en Patrimonio Cultural

La colección, propuesta por la Biblioteca Nacional, es reconocida no solo por su valor artístico, sino también por su aporte etnográfico e histórico a la memoria colectiva del norte del Perú

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El Ministerio de Cultura, mediante
El Ministerio de Cultura, mediante la resolución 000223-2025-VMPCIC/MC, reconoce como Patrimonio Cultural de la Nación los 100 foto-óleos de Manuel Quiroz Jiménez. (Composición: Infobae / Andina)

En Piura, un conjunto de imágenes intervenidas con óleo, que durante décadas permaneció bajo custodia y silencio institucional, acaba de ser reconocido como parte del acervo cultural del Perú. Se trata de 100 foto-óleos de la autoría de Manuel Quiroz Jiménez, declarados Patrimonio Cultural de la Nación mediante la resolución 000223-2025-VMPCIC/MC, emitida por el Viceministerio de Patrimonio Cultural e Industrias Culturales.

El anuncio coloca en el centro de la escena una colección que rescata la vida cotidiana del Bajo Piura en la primera mitad del siglo XX. Los registros, originalmente en blanco y negro, fueron transformados por la mano del propio Quiroz a través de la aplicación de tintes transparentes que aportaron color, volumen y atmósfera a las escenas. Esta técnica, conocida como fotografía iluminada, conecta con prácticas decimonónicas en las que la pintura se fundía con la imagen fotográfica.

Los foto-óleos se encuentran actualmente en el Centro de Investigación y Promoción del Campesinado (Cipca), institución que desde Piura resguarda este conjunto visual considerado de alto valor para el estudio social y cultural de la región. La propuesta para la declaratoria nació de un oficio remitido por la Jefatura Institucional de la Biblioteca Nacional del Perú, que destacó el significado histórico y el aporte de estas piezas para la memoria colectiva.

Con esta medida, el Ministerio de Cultura no solo reconoce la relevancia artística del trabajo de Quiroz, sino también la dimensión etnográfica que permite reconstruir formas de vida, prácticas económicas y tradiciones de comunidades como Catacaos y Simbilá.

Una técnica que dota de realismo y volumen

Se trata de fotografías en
Se trata de fotografías en blanco y negro intervenidas con óleo, técnica de “fotografía iluminada” que aporta color, realismo y movimiento a escenas del Bajo Piura. (Andina)

Según el documento oficial, los foto-óleos forman parte de “una colección única de fotos intervenidas con pintura al óleo por el propio Manuel Quiroz”. El valor de esta intervención no se limita a un recurso estético: las pinceladas aportan densidad visual y dan la impresión de movimiento en escenas vinculadas al folclore del Bajo Piura.

“El óleo sobre las imágenes contribuye a dotar de realismo y volumen a las escenas capturadas del folclore piurano”, señala el texto. A través de esta técnica, los rostros, calles, talleres y celebraciones adquieren una vitalidad que trasciende la condición de simple registro. “Su dimensión artística dialoga con la memoria, la identidad y el patrimonio inmaterial de Piura”, se argumenta en la resolución.

La memoria de un territorio

Vida cotidiana, producción artesanal, mercados,
Vida cotidiana, producción artesanal, mercados, rituales funerarios, gastronomía, tradiciones y oficios de comunidades como Catacaos y Simbilá. (Andina)

El valor histórico y social de esta colección se entiende a partir de su carácter pionero en el registro visual de pueblos que fueron conservando prácticas culturales propias. Las imágenes muestran procesos de producción artesanal, escenas domésticas, mercados locales y ritos asociados al culto a la muerte.

Para el Ministerio de Cultura, estos materiales representan “una importante fuente de información sobre las prácticas culturales del norte de Piura, saberes y tradiciones que fueron reconocidas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, como su gastronomía local y la técnica de fabricación de sombreros de paja toquilla”.

Cada obra ofrece una ventana al pasado y al mismo tiempo mantiene vigentes símbolos que definen la identidad piurana. La colección permite observar cómo las dinámicas sociales de la época convivían con la transmisión de oficios y celebraciones colectivas.

Aunque la declaratoria oficial recién se concretó este año, los foto-óleos de Quiroz ya habían circulado en exposiciones dentro y fuera de la región. Entre 1950 y 1987 fueron presentados en ciudades como Lima, Trujillo, Cajamarca y la propia Piura, acercando al público a la vida del Bajo Piura a través de una mirada híbrida entre fotografía y pintura.

En 2021, este conjunto visual fue reunido en el proyecto curatorial El cromático Bajo Piura. La fotografía de Manuel Quiroz, que obtuvo el concurso nacional Arte al Bicentenario. Esa iniciativa confirmó la vigencia de la propuesta artística y la capacidad de las imágenes para conectar a nuevas generaciones con el pasado regional.