Tarjetas 147: ¿para qué servían y por qué desaparecieron?

Antes de la era digital, estas pequeñas tarjetas dominaban el escenario de las llamadas telefónicas. Este método, ahora obsoleto, marcó una era significativa en la historia de la comunicación en el país

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Las tarjetas 147, elemento clave
Las tarjetas 147, elemento clave en la era pre-digital de la comunicación. (Maclean Publicidad / @MovistarPeru)

Existen algunos productos de antaño que todavía viven en la memoria de muchas personas que conocieron la vida tal y como era antes de la modernidad y las tecnologías actuales. Muchos de ellos están ligados a aparatos que eran necesarios para la comunicación, como es el caso de los teléfonos públicos o de casa.

Y aunque actualmente hacer una llamada requiere solo de un par de segundos y es un proceso bastante sencillo y económico, no era así en el pasado. Hace unos años, para hacer una llamada telefónica la mayoría de personas debían ubicar estos teléfonos públicos que se encontraban en muchas partes de la ciudad.

Para usarlos, podías utilizar una moneda que te daba cierta cantidad de segundos o minutos, pero también existían las tarjetas 147, un método que hoy parece inverosímil, pero que muchos ciudadanos elegían al momento de hacer sus llamadas. Ahora ya son una reliquia, por ello vale la pena saber cómo eran y cuál era su funcionamiento.

¿Qué eran y para qué servían?

Las tarjetas 147 no eran
Las tarjetas 147 no eran solo un método de pago para llamadas; eran una herramienta que conectaba vidas. (Facebook Perú 90s)

Este particular artilugio era una tarjeta de la empresa Telefónica (hoy Movistar) y servía para que los usuarios pudieran hacer llamadas locales, nacionales e internacionales con un costo por segundo. Eran fáciles de adquirir en la mayoría de negocios y bodegas locales.

Estas tenían la forma y el tamaño similar al de una tarjeta de crédito o débito, venían en diferentes colores y traían consigo todos los datos necesarios para su uso, incluyendo el código secreto de doce dígitos que se encontraba en la parte posterior y se revelaba al rasparlo.

¿Cómo se usaban?

Para usar una de estas tarjetas las personas debían acercarse al teléfono público más cercano. Luego, digitar el 147, allí podían saber cuánto saldo tenían y luego ingresar el código secreto.

Posteriormente, ya se podía marcar el número de destino y disfrutar de esos valiosos (y costosos) minutos con amigos, familiares o seres queridos. Por supuesto, no era apta para usarse en celulares, algo que estaba especificado para evitar confusiones entre los usuarios.

El declive de los teléfonos
El declive de los teléfonos públicos, marcado por la tecnología móvil. (Andina)

Por otro lado, la tarjeta también daba algunas instrucciones relacionadas a las llamadas consecutivas o el marcar asterisco en caso de errores al digitar el número telefónico del destinatario.

¿Por qué desaparecieron?

Aunque este producto fue muy popular entre la ciudadanía, los nuevos tiempos trajeron consigo nuevas formas de comunicarse. Los celulares se fueron masificando y nuevos operadores pusieron a disposición equipos modernos con precios accesibles para la población.

Entre cabinas y teclas: la
Entre cabinas y teclas: la transformación de las Comunicaciones Peruanas. (Foto: Lima)

Por otro lado, también se dio el fenómeno de los famosos locutorios, espacios que de la noche a la mañana se convirtieron en los favoritos de las personas, ya que ofrecían un servicio de llamadas que era mucho más económico para la mayoría.

Esta revolución en las comunicaciones causó el declive de las tarjetas 147 que, aunque trataron de adaptarse a los nuevos tiempos, dejaron de comercializarse y quedaron obsoletas. Con ellas también fue decayendo la popularidad de los teléfonos públicos, al punto que ahora ya están casi extintos y son el recordatorio de tiempos un poco diferentes que quedarán en la memoria colectiva.