Cómo aliviar los dolorosos síntomas de artrosis de forma natural como el dolor, rigidez y la pérdida de movilidad

Combinar ejercicio, ajustes en la alimentación y otras medidas cotidianas puede marcar la diferencia en la calidad de vida

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Cómo aliviar los dolorosos síntomas
Cómo aliviar los dolorosos síntomas de artrosis de forma natural (Freepik)

La artrosis afecta a millones de personas y existen estrategias naturales para reducir sus síntomas sin recurrir de inmediato a fármacos.

Según la Clínica Universidad de Navarra, combinar ejercicio, ajustes en la alimentación y otras medidas cotidianas puede marcar la diferencia en la calidad de vida de quienes conviven con esta condición.

Alimentación antiinflamatoria de artrosis: clave para el bienestar articular

La dieta influye de forma directa en la inflamación y el dolor articular. Incorporar alimentos y especias con propiedades antiinflamatorias puede ayudar a proteger el cartílago y amortiguar las molestias. Entre los más recomendados figuran:

  • Cúrcuma (preferentemente combinada con pimienta negra) y boswellia: catalogados como antiinflamatorios naturales de alto potencial.
  • Frutas ricas en vitamina C: como naranja, piña, tomate y zanahoria, que contribuyen a fortalecer el cartílago.
  • Omega-3: presente en el aceite de pescado y las nueces, reconocido por su capacidad para disminuir el dolor y la rigidez matutina.
  • Frutos rojos: las cerezas ácidas destacan por su acción sobre los brotes de dolor.
  • Dieta mediterránea: el modelo alimentario más recomendado por sus antioxidantes y efectos cardioprotectores, según la Clínica Universidad de Navarra.
Alimentación antiinflamatoria de artrosis: clave
Alimentación antiinflamatoria de artrosis: clave para el bienestar articular

Por el contrario, el consumo habitual de refrescos azucarados, alcohol y productos ultraprocesados se asocia a un aumento de la inflamación y el dolor.

Ejercicio de bajo impacto y fortalecimiento muscular para aliviar síntomas de la artrosis

La movilidad resulta esencial para quienes padecen artrosis. La Clínica Universidad de Navarra sugiere priorizar actividades de bajo impacto para cuidar la salud articular y mantener la funcionalidad. Las disciplinas más adecuadas incluyen:

  • Caminar, andar en bicicleta, nadar y ejercicios acuáticos.
  • Rutinas de fortalecimiento como elevaciones de pierna recta, puentes y sentadillas de pared, que ayudan a descargar la rodilla.
  • Ejercicios de estiramiento, fundamentales para conservar la flexibilidad y prevenir la tensión articular.

Se recomienda alcanzar un mínimo de 150 minutos semanales de actividad física adaptada. Deben evitarse deportes de alto impacto, como correr o saltar, así como flexiones profundas de rodilla, que pueden agravar la lesión.

Ejercicio de bajo impacto y
Ejercicio de bajo impacto y fortalecimiento muscular para aliviar síntomas de la artrosis

Terapias físicas, control de peso y cuidados diarios contra la artrosis

Las aplicaciones de calor y frío forman parte del arsenal natural contra los síntomas de la artrosis. Las compresas calientes alivian la rigidez matutina, mientras que el hielo ayuda a controlar la inflamación después de la actividad física.

El control del peso corporal resulta determinante: el exceso de peso incrementa la presión sobre las articulaciones, en especial en rodillas, caderas y columna. Modificar el calzado también influye: se recomiendan zapatos cómodos, con buena amortiguación, o plantillas personalizadas para disminuir el impacto con cada paso.

Suplementos naturales: opciones bajo supervisión médica

Algunos suplementos han mostrado potencial para mejorar el estado articular, aunque siempre debe consultarse a un profesional antes de iniciar su consumo. Entre los más utilizados se encuentran:

  • Colágeno hidrolizado, que contribuye al mantenimiento de las articulaciones.
  • Glucosamina y condroitina, asociados a la regeneración del cartílago según informes de la Clínica Universidad de Navarra.
  • Magnesio, que favorece el funcionamiento articular.
  • Vitamina D y calcio, esenciales para la fortaleza ósea y la prevención de complicaciones.

Evitar la automedicación y ajustar cualquier cambio en la dieta o suplementación bajo acompañamiento médico.