Tres aceites para destapar la nariz si tienes gripe, esenciales durante el verano

Aunque el verano se asocia comúnmente con actividades al aire libre, días soleados y vacaciones, muchas personas se ven sorprendidas por la aparición de síntomas gripales justo cuando menos lo esperan. Pocas cosas resultan tan incómodas como contraer un resfriado o una gripe en medio de una ola de calor, sin embargo, de acuerdo con un artículo publicado en la biblioteca digital de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) de Estados Unidos, esta situación es bastante común, y detrás de ella suele haber más de 200 tipos diferentes de virus capaces de generar síntomas como estornudos, picor de garganta y secreción nasal.

Según Healthline, plataforma especializada en salud y bienestar, la gripe es una infección respiratoria altamente contagiosa provocada por el virus de la influenza. Su actividad alcanza su punto máximo durante el otoño y el invierno, pero eso no significa que deje de circular durante el resto del año, de hecho, los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) han registrado casos esporádicos de gripe incluso en los meses más cálidos.

Y si bien el virus tiene preferencia por el clima frío y seco, los cambios bruscos de temperatura como entrar a un lugar con aire acondicionado tras estar en el exterior bajo el sol, la falta de descanso o una nutrición desequilibrada también tienen la capacidad de afectar las defensas y abrirle la puerta a infecciones respiratorias.

Entre todos los síntomas que acompañan a estos padecimientos veraniegos, la congestión nasal suele ser uno de los más molestos porque interfiere con el sueño, dificulta la respiración y contribuye a la sensación de agotamiento general. Afortunadamente, existen alternativas naturales que pueden ayudar a aliviar este malestar sin necesidad de recurrir inmediatamente a medicamentos, es decir, los aceites esenciales.

Tres aceites esenciales para aliviar la congestión nasal

Cuando la congestión nasal es uno de los principales síntomas, ya sea por gripe o alguna otra afección respiratoria estacional, los remedios naturales brindan un alivio efectivo y complementario. En este sentido, tres aceites esenciales que destacan por sus propiedades terapéuticas son menta, eucalipto y lavanda, cuyo uso mediante inhalación de vapor o aplicación tópica diluida se ha estudiado en diversas investigaciones que respaldan su eficacia.

1. Aceite esencial de menta

El aceite de menta piperita es uno de los remedios naturales más populares para aliviar la congestión nasal. Contiene mentol, un compuesto que actúa sobre los receptores nasales, produciendo una sensación de frescura que facilita la respiración. Aunque éste no elimina directamente la mucosidad, sí genera una percepción de vías respiratorias más abiertas, lo que resulta reconfortante para quien lo inhala.

De acuerdo con Medical News Today, este aceite es el que más se utiliza como ingrediente activo en algunos descongestionantes nasales de venta libre. Relacionado a ello, el portal explica que un estudio realizado en 2022 por el Departamento de Convergencia de Ciencias Médicas Coreanas de la Universidad Kyung Hee, en Seúl, evaluó los efectos del aceite de menta en ratones con rinitis alérgica; los resultados mostraron una reducción significativa de los estornudos y la inflamación en las vías respiratorias superiores, lo que comprueba su utilidad para aliviar síntomas similares en humanos.

2. Aceite esencial de eucalipto

Ampliamente reconocido por sus propiedades antiinflamatorias, mucolíticas y antivirales, según una investigación del Fondo Nacional para el Desarrollo Científico y Tecnológico de Chile, este aceite tiene la capacidad de reducir las respuestas inflamatorias provocadas por virus respiratorios, incluyendo los responsables del resfriado, la bronquiolitis y la rinosinusitis.

Su uso mediante vaporizaciones ayuda a diluir las secreciones nasales, facilitando su expulsión. Además, al aliviar la inflamación de las vías respiratorias, mejora el flujo de aire y reduce la sensación de obstrucción.

3. Aceite esencial de lavanda

Aunque menos conocido como descongestionante, posee múltiples propiedades que contribuyen al alivio de los síntomas gripales ya que, por ejemplo, según los resultados de una investigación del Departamento de Farmacología y Terapéutica de la Universidad de Damanhour, en Egipto, este aceite contiene una amplia variedad de compuestos bioactivos con efectos antiinflamatorios, antifúngicos, antibacterianos y analgésicos.

Su bien desinflama las vías respiratorias en menor medida que los antes mencionados, la lavanda es muy útil cuando los síntomas gripales incluyen dolores musculares, irritación de garganta o insomnio asociado al malestar general. Además, sus propiedades antimicrobianas ayudan a combatir infecciones secundarias, mientras que su efecto calmante promueve el descanso, un aspecto esencial para la recuperación.

Aunque contar con estos aceites esenciales en casa se vuelve un recurso práctico y efectivo para afrontar los síntomas gripales del verano sin recurrir de inmediato a medicamentos de síntesis, siempre es importante recordar que ante síntomas persistentes o severos, es indispensable consultar con un profesional de salud.

¿Cuándo es importante ir al médico?

Durante los meses de verano, muchas personas tienden a minimizar la aparición de síntomas respiratorios o digestivos, asumiendo que se trata de afecciones leves o pasajeras. No obstante, la sintomatología compatible con infecciones virales debe ser valorada cuidadosamente, ya que en ciertos casos puede indicar patologías más complejas que requieren intervención médica inmediata.

De acuerdo con el Dr. Badgett, citado por Cleveland Clinic, “es más probable que los rinovirus provoquen los síntomas familiares de las vías respiratorias superiores, como congestión y goteo nasal”. Estos agentes virales son responsables de la mayoría de los resfriados comunes, especialmente en las estaciones frías, sin embargo, en los meses cálidos, los enterovirus tienden a ser más prevalentes. Al igual que los rinovirus, afectan la nariz y la garganta, pero con la particularidad de que también pueden involucrar el sistema gastrointestinal, generando manifestaciones clínicas como náuseas, diarrea o malestar abdominal.

Según la plataforma médica especializada Healthline, enfermedades como la bronquitis, la neumonía, la gastroenteritis viral, la intoxicación alimentaria, la enfermedad de Lyme y el resfriado común pueden presentar cuadros clínicos similares, por tanto, es fundamental observar con atención la evolución y la aparición de signos de alarma.

Uno de los principales criterios que justifica la consulta médica inmediata es la presencia de fiebre alta, asimismo, se recomienda atención médica sin demora en caso de cefalea intensa que no responde a analgésicos de uso habitual, especialmente si está acompañada de rigidez cervical, náuseas persistentes o fotofobia

La presencia de disnea, taquipnea, ruidos respiratorios anormales o dolor torácico asociado a la respiración sugiere una posible afección pulmonar, como neumonía o bronquitis aguda; en estos casos, se recomienda una evaluación clínica y, de ser necesario, estudios complementarios como radiografía de tórax o análisis de laboratorio.