Así fue la vez que El Mayito Flaco quiso atacar a Los Chapitos, pero El Mayo Zambada se lo impidió

Las familias Zambada y Guzmán son “pilares” del Cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más poderosas y longevas de México. Durante décadas, ambos clanes unieron fuerzas colaborando en el tráfico de drogas y la gestión de vastas redes delictivas.

Por un lado, la familia de Ismael “El Mayo” Zambada fue conocida por su enfoque estratégico y su discreción en el manejo del poder, mientras que la familia Guzmán, liderada históricamente por Joaquín “El Chapo” Guzmán, ganó notoriedad por sus excentricidades y violencia, especialmente del lado de sus hijos conocidos como “Los Chapitos”.

Recientemente, en una serie de entrevistas obtenidas por el periodista Luis Chaparro para la revista Proceso, se da fe de cómo cambió la relación entre ambas familias, sobre todo tras la caída de El Chapo en 2016, quien ahora cumple una cadena perpetua en Estados Unidos por cargos ligados al narcotráfico.

De acuerdo con uno de los miembros de la familia Zambada que comprobó a Proceso su lazo consanguíneo y su cercanía con El Mayo y su hijo, Ismael Zambada Sicairos, alias Mayito Flaco, la última vez que ambas familias tuvieron comunicación fue a finales de 2020 tras la muerte de Mauricio Gastélum.

Según medios locales, Mauricio Gastélum fue un miembro de bajo perfil que fue operador financiero del Cártel de Sinaloa, más vinculado a los Zambada. Murió de COVID-19 el 4 de diciembre de 2020 y su fallecimiento pasó casi desapercibido en los medios de comunicación.

Su cuerpo fue velado en la funeraria San Martín de Montebello, en una ceremonia reservada en la que la familia adquirió un lujoso ataúd chapeado en oro, valorado en cerca de un millón de pesos.

Gastélum siempre fue relacionado con los hermanos Gastélum Serrano, originarios de Eldorado, Sinaloa, en particular con César Gastélum, alias “La Señora”, quien lideraba operaciones de narcotráfico en Centroamérica y manejaba una importante ruta de cocaína a través de Honduras. César fue arrestado en Cancún en 2015 y posteriormente extraditado a Estados Unidos, donde se cree que aportó información en el juicio de Joaquín “El Chapo” Guzmán, aunque no como testigo cooperante oficial.

De acuerdo con el testigo de la familia Zambada, Gastélum era el canal por el que la familia de El Mayo se comunicaba con Los Chapitos: “La última comunicación con ellos fue a finales de 2020, desde que murió Mauricio Gastélum, porque a través de él hablábamos con el Güerito, José Ángel (Canobbio)”, éste último cercano a los Guzmán.

Para ese entonces la relación ya comenzaba a tensarse entre los Guzmán y los Zambada. Según este personaje contó al periodista Luis Chaparro que los siguientes cinco meses Los Chapitos empezaron a “levantar” a gente de El Mayo, por lo que su hijo solicitó atacar a los hijos de El Chapo.

Sin embargo, su padre, El Mayo, le negó ese permiso, argumentando razones estratégicas y evitando un conflicto directo con los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán. La negativa de El Mayo generó un profundo malestar en Mayito Flaco, quien, según las fuentes, llegó a expresar su descontento con fuerza, al punto de “enojarse y alejarse de su padre”.

“El Mayito quería irse contra Los Chapitos porque nos habían empezado a levantar gente, pero el Mayo no lo dejaba, le decía que no era buena idea y hasta se enojó fuerte con él”, señaló.

Por ello, cuando Joaquín Guzmán López buscó al Mayo Zambada en 2024 para presuntamente limar asperezas entre ambas familias, los Zambada se mostraron escépticos, excepto por el líder veterano.

Aunque Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán, se acercó bajo el pretexto de “arreglar las cosas” y restaurar la alianza entre ambas familias, en realidad seguía instrucciones de su padre para tender una trampa a “El Mayo” y entregarlo a las autoridades estadounidenses a cambio de beneficios legales, especialmente para su hermano Ovidio Guzmán, extraditado en 2023.

Siguiendo las órdenes de El Chapo, Joaquín Guzmán López contactó a “El Mayo” para una reunión con políticos el 25 de julio de 2024 en Huertos del Pedregal. Aunque algunos miembros de la familia Zambada recomendaron a “El Mayo” no asistir, éste decidió acudir.

Durante la reunión, “El Mayo” llegó acompañado de varios escoltas, pero solo dos de ellos entraron con él al lugar. En ese momento, los hombres de Guzmán López aprovecharon la situación y lograron secuestrar a Zambada. El plan era entregarlo a las autoridades estadounidenses, lo que finalmente sucedió, pues “El Mayo” fue llevado clandestinamente a Estados Unidos.

Semanas después del incidente, “El Mayo” logró comunicarse con su familia y les confesó que había caído en la trampa, diciendo: “Ya estoy aquí… por pendejo”.

La escalada de traiciones ha desatado una ola de violencia en Culiacán, Sinaloa, así como tensiones en otros puntos del país. Tras la entrega de El Mayo, los enfrentamientos entre las facciones de Los Chapitos y La Mayiza han aumentado, dejando un rastro de muertos, heridos y secuestrados que ha desatado el miedo entre la población.