Un Real Madrid en desventaja se hace grande para aplastar al Pachuca y registra su primera victoria en el Mundial de Clubes

El Real Madrid muestra la carta de presentación de la era Xabi Alonso. Los blancos acudían al encuentro con un sabor agridulce tras el empate ante el Al-Hilal. Necesitaban una victoria que les mantuviera vivos en la competición y les infundiera confianza. La expulsión de Asencio en el minuto seis tiñó el partido de negro para los blancos. Pero tiraron de esencia y garra para suplir esa desventaja. Bellingham abría el marcador, gracias a un pase de Fran García. Arda Güler ampliaba la distancia en el marcador y Fede Valverde se redimió del penalti fallado ante los saudíes e hizo el tercero para sentenciar el encuentro. Montiel recortó distancias en el marcador, pero no fue suficiente para remontar el duelo. Los blancos registraron su primera victoria con una nueva cara sobre el verde y sensaciones renovadas.

Los blancos llegaban al encuentro con necesidad de enmendar el traspié del primer partido en el Mundial de Clubes ante el Al-Hilal, donde su actuación lejos estuvo de lo que se esperaba o se exigía de ellos. Xabi Alonso pidió calma y tiempo para poder inculcar al grupo sus ideas, su visión de juego, su manera de entender el fútbol. Unos días más tarde del empate ante el equipo saudí llegaba su segunda prueba, esta vez con el Pachuca como rival. Un oponente al que ya se enfrentaron el pasado diciembre en la final de la Copa Intercontinental, donde los blancos se alzaron con la copa tras ganar con un aplastante 3-0.

Ahora, volvían a verse las caras, pero con Estados Unidos como escenario y con refuerzos en la plantilla blanca. El balón comenzó a rodar sobre el césped del Bank of America Stadium y el Pachuca rápidamente dejó al descubierto las costuras blancas con balones profundos a la espalda de la defensa del Real Madrid. A los pocos minutos, el partido se tiñó de negro para los de Xabi Alonso tras la expulsión de Asencio por un agarrón. Partían con desventaja desde prácticamente el inicio del encuentro, pero lejos de bajar los brazos, los madridistas se lanzaron al ataque.

Comenzaron a construir, a armar el ataque con contundencia, con sentido y, sobre todo, con peligro. Los madridistas rondaban la portería mexicana, mientras el Pachuca continuaba buscando balones a la espalda de la defensa blanca, que obligaron a Courtois a ponerse el mono de trabajo para evitar que se adelantaran en el marcador. Con el marcador señalando el minuto 34 llegó el primero de los de Xabi Alonso. Gonzalo recibió el balón y con un taconazo mandó un pase a Fran García que tenía toda la banda libre. El lateral envió el balón a Bellingham que en dos pasos armó la pierna y mandó un disparo cruzado, inalcanzable para Moreno.

A partir de ese momento, los madridistas dieron un paso al frente y metieron una marcha más. Contrarrestaron la expulsión de Asencio corriendo, tirando de garra. Una muestra más de que el método Xabi Alonso estaba empezando a calar en sus jugadores. Las ocasiones siguieron sucediéndose. El Real Madrid quería más y se hizo grande ante la adversidad de aguantar todo el partido con uno menos. En el minuto 42, llegaba el segundo de los blancos. Vinicius puso un pase largo a Alexander-Arnold, que coloco el balón en el punto de penalti para Gonzalo, quien se la cedió a Güler. El turco no dudó y mandó el balón al fondo de la red para ampliar distancias con sus rivales.

Ya en la segunda mitad y con el marcador favoreciendo a los blancos, Xabi Alonso decidió mover el banquillo. Era el momento perfecto para probar nuevas estructuras, para dar minutos a jugadores. Brahim fue el primero en saltar al terreno de juego para sustituir a un Gonzalo, que consiguió hacer olvidar la ausencia de Mbappé. Unos minutos más tarde eran Modric y Ceballos quienes entraban al campo para ocupar el hueco de Güller y Bellingham, los autores de los goles del Real Madrid. Lejos de acomodarse en el marcador, continuaron tentando la portería rival con ataques contundentes.

Y entonces llegó. Vinicius arrancó la jugada con una gran cabalgada en banda, para después cambiar el esférico para Brahim, quien levantó la mirada y puso un balón al punto de penalti para que rematara Fede Valverde, que mandó el balón al fondo de la red para sentenciar el encuentro. El uruguayo celebró el tanto con la rabia de quien sabe que el primer encuentro se les esfumó con su penalti fallado. Necesitaba enmendar su error y su liberación llegó con el gol ante el club mexicano.

A pesar de la amplia ventaja en el marcador, el Pachuca no dejó de intentarlo en ningún momento. Kenedy y Courtois protagonizaron su propia batalla. El delantero brasileño se convirtió por momentos en la peor pesadilla del guardameta belga. Unos cañonazos que sacaron la mejor versión de Courtois, que mostró sus mejores recursos para evitar el tanto del Pachuca. A punto estuvo de conseguirlo, pero en el minuto 80, el club mexicano recibió un soplo de aire fresco con el gol de Montiel, que les infundió de esperanzas de conseguir un empate o incluso una victoria. Todavía había tiempo para ello.

Pero los minutos pasaron sin que ninguno de los dos conjuntos consiguiera ver portería, hasta que en el minuto 93 el árbitro detuvo el partido tras ver a Rüdiger en el suelo, quejándose de un golpe en la cara, aunque lejos de señalar penalti, el colegiado indicó que se reanudara el juego. Unos instantes después indicaba el final del partido, certificando la primera victoria del Real Madrid. El método Xabi Alonso empieza a dar sus frutos y el club blanco comienza a mostrar una cara diferente, una imagen renovada.