Pradales ve 2026 decisivo para el autogobierno de Euskadi y pide a Sánchez cumplir los acuerdos: "La paciencia se agota"

El jefe del Ejecutivo vasco insta al Gobierno central a respetar los pactos, advierte sobre la urgencia de fortalecer el marco institucional y apela a la implicación colectiva para consolidar derechos y construir una sociedad vasca cohesionada

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La celebración en 2026 del 90 aniversario del primer Gobierno Vasco bajo el liderazgo de Agirre servirá, según palabras de Imanol Pradales, como recordatorio de la tradición de colaboración política en defensa de los valores fundamentales de democracia, autogobierno y libertades propias de Euskadi. En el discurso de fin de año, emitido desde el Palacio de Miramar de San Sebastián, el Lehendakari identificó ese próximo año como un momento decisivo para el autogobierno vasco y planteó la urgencia de que el Gobierno central, encabezado por Pedro Sánchez, cumpla con los acuerdos alcanzados. Según informó el medio, Pradales afirmó: "La paciencia se agota" tras constatar la falta de avances en los compromisos firmados con el Ejecutivo español, especialmente de cara a la "reválida bilateral" prevista para enero, donde se evaluará el grado de cumplimiento de dichos compromisos.

Tal como consignó el medio, el jefe del Ejecutivo vasco remarcó que el incumplimiento de los pactos por parte del Gobierno central no solo afecta la cuestión competencial, sino que incide directamente en la capacidad del pueblo vasco para gobernar sus propios asuntos. Pradales rechazó una visión reducida del autogobierno, circunscrita a la obtención de "más o menos competencias", y explicó que la clave reside en proporcionar a Euskadi las herramientas necesarias para que sus ciudadanos y ciudadanas puedan tomar decisiones autónomas sin injerencias externas. "Queremos cuidar y gobernar nuestra propia casa", señaló, reivindicando como objetivo que todas las decisiones que afectan al país se adopten localmente para poder responder directamente ante la ciudadanía vasca.

Según publicó el medio, el Lehendakari fue enfático en declarar que "ha pasado ya demasiado tiempo" desde que se firmaron los acuerdos pendientes con el Gobierno central. Recogió la responsabilidad de cumplir el mandato popular y advirtió de la urgencia de la coyuntura: "Vamos tarde y la paciencia se agota". Además, Pradales expresó confianza en el espíritu colectivo de Euskadi para afrontar este reto con voluntad constructiva durante el próximo año, que definió como crucial para avanzar en proyectos de índole industrial y tecnológica, aumentar la calidad y cantidad del empleo, abordar prioridades sociales como la vivienda y la seguridad, y mejorar las condiciones de salud y bienestar integral de las personas que residen en Euskadi.

El discurso, difundido por el medio, incluyó también una alusión a la complejidad del escenario actual, marcado por la inestabilidad global, conflictos como la guerra de Ucrania, el genocidio en Gaza, el impacto de los aranceles comerciales y el auge de tendencias populistas y autoritarias. Pradales lamentó además la persistente incertidumbre política tanto en Europa como en España y Francia, donde la polarización y la dificultad para gobernar han incrementado los niveles de crispación social. A pesar de un contexto internacional adverso, el Lehendakari recogió logros de 2025 que, en su opinión, son motivo de optimismo: el acuerdo sobre salud, nuevas políticas urgentes en materia de vivienda, hitos tecnológicos como la instalación del primer ordenador cuántico en Euskadi, la reincorporación de la empresa Talgo, la oficialización de la selección vasca de pelota y la botadura de la Nao San Juan en Pasaia.

Según detalló el medio, Pradales dedicó un apartado central a las comunidades migrantes que residen en Euskadi, haciendo un llamamiento a su implicación activa en la consolidación de la "casa vasca" como un proyecto común sustentado sobre derechos y obligaciones compartidas. Recordó que a inicios de siglo la población migrante sumaba 30.000 personas, frente a las más de 300.000 actuales. Remarcó que Euskadi da la bienvenida a quienes llegan buscando un futuro mejor y animó especialmente a quienes lideran estas comunidades a fortalecer el compromiso colectivo, basando la convivencia en la dignidad, la inclusión y la cohesión social. Apoyó sus palabras evocando el mensaje de 'Gabon' de 1957 del Lehendakari Agirre, quien subrayó la importancia del respeto y el afecto hacia aquellos que eligen Euskadi como su nuevo hogar.

El Lehendakari, según consignó el medio, planteó además una reflexión sobre el significado de la libertad y la responsabilidad individual frente a la comunidad. Insistió en que la identidad vasca debe construirse sobre valores de respeto, igualdad y convivencia, e instó a las personas migrantes a involucrarse por completo en la vida comunitaria: "Habéis puesto un pie en Euskadi. Os animo a que pongáis los dos". Sostuvo que la libertad para decidir y la responsabilidad por las decisiones adoptadas resultan elementos inseparables y confirmó su confianza en la capacidad de la sociedad vasca para afrontar el futuro.

En su intervención, Pradales también se detuvo a valorar la importancia de la lengua vasca y señaló que todos los ciudadanos de Euskadi tienen derecho a expresarse en cualquiera de las dos lenguas oficiales, con una atención especial al euskera como idioma propio. Alertó sobre los intentos de frenar el proceso de normalización lingüística y se comprometió a impulsar nuevas acciones para revitalizar el euskera, que calificó como parte esencial de la identidad vasca y presente en el "corazón" de la ciudadanía. Según reportó el medio, Pradales declaró: "Nada ni nadie podrá impedir que la ciudadanía de Euskadi continúe impulsando nuestra lengua".

El mensaje de fin de año incluyó además un recuerdo para las personas y familias que atraviesan dificultades, ya sea por enfermedad, soledad, duelo o problemas derivados de la violencia de género. Pradales extendió una invitación a la esperanza y reconoció la labor de todos quienes sostienen la cohesión social desde distintos ámbitos, evocando palabras del Lehendakari Garaikoetxea en el primer discurso de 'Gabon' difundido por Euskal Telebista en 1982, que resaltó el valor de la esperanza en tiempos de reconstrucción.

El Lehendakari cerró su discurso haciendo un llamamiento conjunto a la ciudadanía vasca, tanto autóctona como migrante, a contribuir al fortalecimiento de la casa común y a la consolidación de una sociedad vasca cohesionada y abierta, capaz de sobreponerse a los desafíos actuales e históricos, y que avance en la autogestión de sus competencias, la defensa de su identidad y el bienestar colectivo.