Una anciana acusada de amenazar a unos vecinos gays lo niega y les acusa de acosarla

Una mujer de 88 años enfrenta juicio por presuntas amenazas y agresiones a sus vecinos gays, quienes acusan un constante acoso homofóbico desde hace cinco años en su comunidad

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Madrid, 2 jun (EFE).- Una mujer de 88 años que se enfrenta a una pena de cinco años de cárcel por insultar y amenazar supuestamente durante cinco años a unos vecinos gays por su condición sexual, ha negado este lunes los hechos que se le imputan y ha rebatido que son los denunciantes los que la acosaban a ella, y no al revés: "No es cierto lo que dicen. Ellos a mí sí que me insultan", ha afirmado.

La acusada, María Ángeles M.M., ha asegurado este lunes ante un tribunal de la Audiencia de Madrid que tiene miedo de que la pareja le pueda agredir, y les ha acusado de grabarla con el móvil, perseguirla e insultarla, si bien ha reconocido que era algo a lo que ella "respondía".

Frente a su versión, en un juicio que ha quedado visto para sentencia, la pareja denunciante ha subrayado que sufrieron numerosas amenazas por parte de esta vecina octogenaria, de la que han dicho que les agredió en varias ocasiones y les profería insultos continuados cuando se cruzaban con ella en el pasillo por su orientación sexual, tales como "maricones, os vais a enterar" u "os vais a tener que ir de la comunidad".

Según han declarado ante el tribunal, esta vecina, con la que convivían en el mismo piso, puerta con puerta, desde 2013, les amenazó de forma "continuada" hasta el año 2018, cuando decidieron finalmente denunciar estos hechos, y que incluso en alguna ocasión trató de agredirles.

Han detallado que recibían insultos y amenazas "casi todas las semanas" como "pedazo de maricona", "vais a tener que vender la casa", "bastardos" u "os voy a matar", tal y como recoge el escrito de acusación de la Fiscalía.

Todo esto ha sido negado por la acusada, que ha insistido que a ella no le importa la orientación sexual de sus vecinos: "A mí eso no me ha importado nunca", ha señalado en su declaración, en la que solo ha contestado a las preguntas formuladas por su abogado.

Por estos hechos el fiscal le imputa un delito contra la dignidad en concurso con dos delitos contra la integridad moral, un delito de amenazas y dos delitos de lesiones, para los que pide un total de cinco años de cárcel, misma pena que solicita la acusación particular ejercida por los denunciantes.

Por su parte, su letrado reclama su absolución al argumentar que no hay ninguna prueba que apunte a su culpabilidad. Es un "conflicto típico vecinal", por lo que "de ninguna manera" puede ser un delito de odio: "Son denuncias exageradas y no creíbles", ha apuntado.

La pareja ha reiterado que los problemas con su vecina octogenaria comenzaron desde el principio con insultos constantes por su condición sexual, motivo por el que han sentido "mucho miedo", han destacado: "Hemos sido víctimas de un delito de odio horrible".

Los dos denunciantes han detallado cómo en una ocasión la acusada les trató de intimidar con una barra metálica de una cortina, que tuvieron que esquivar porque les trataba de golpear con ella. "Nos tuvimos que ir corriendo porque intentaba darnos (...) No era la primera vez que trataba de agredirnos", han señalado.

Ambos han explicado que tuvieron que tomar medicación para conciliar el sueño, ya que han declarado que tenían un sufrimiento constante cada vez que salían de su casa: "Nosotros para salir de casa teníamos que estar mirando por la mirilla (...) Con ese miedo no se puede vivir", han concluido. EFE