Un policía relaciona al clan de los Castañas andaluz con gallegos del alijo del MV Karar

Guardar

Nuevo

Vigo, 22 may (EFE).- Un policía ha relacionado al clan de los Castañas, de Andalucía, con acusados del alijo de 3.800 kilos de cocaína a bordo del buque MV Karar en 2020 y empresas de Galicia y norte de Portugal que fabrican lanchas semirrígidas como las que usan los narcotraficantes.

Las vigilancias policiales a los miembros del grupo criminal gallego que, supuestamente, lidera Juan Carlos Santórum, principal acusado de la trama del Karar, comenzaron en junio de 2019 -el buque fue abordado en abril de 2020- y constataron viajes desde Andalucía, de miembros de los Castañas, a Galicia y, de ahí, a Portugal.

En esos desplazamientos, visitaban, según los investigadores, naves en las que se construyen embarcaciones como las que emplean los narcotraficantes para recibir la droga.

El agente se ha referido, principalmente, al gallego Fidel F., uno de los acusados, que se dedica a la fabricación de embarcaciones náuticas en Galicia.

En el juicio que se celebra en la sede viguesa de la Audiencia Provincial de Pontevedra, donde están acusadas 28 personas, el segundo testigo que ha declarado esta semana ha afirmado que a Santórum, su hermano y otros investigados nunca les vio una rutina laboral.

En su relato, el policía también se ha referido a otros investigados que no están procesados, como Sergio R.T., al que ha relacionado, por una llamada telefónica interceptada a Fidel F., con una gestión para comprar motores de 300 CV para embarcaciones.

En marzo de 2020, los policías detectaron que el empresario del sector náutico solicitaba a una empresa pintura gris naval, "las que usan para pasar desapercibidas" las embarcaciones que trasladan la droga a tierra.

El 27 de marzo saltaron todas las alarmas, según el investigador, a raíz de la llamada pérdida de un teléfono portugués a Fidel F., que éste devolvió y en la que no llegó a haber comunicación.

"No le damos importancia, pero salta una coincidencia con la Brigada Central de Estupefacientes y nos manifiestan que un informe de la DEA -Agencia de Estados Unidos- relacionaba ese número de teléfono con un barco que traía una gran cantidad de cocaína. Lo interpretamos como un aviso para que Fidel F. les contactara por otro medio porque no suelen usar líneas convencionales", ha precisado el policía.

Una comunicación posterior de la DEA les trasladó a los agentes que en el buque viajaba "una persona de garantía", un tal José, de origen gallego, y que el barco partía de Panamá. Así, a raíz de filtrar los datos de viajeros que habían volado de España al país centroamericano, dieron con otro de los procesados, José B.G.

A través del AIS (Sistema de identificación automática) que transmite la posición de los barcos, siguieron la ruta del Karar y eso coincidió con una nueva llamada del teléfono portugués, en este caso a un número ubicado en Madrid, que se le atribuye en el escrito de acusación al colombiano René Robledo, para decirle que "el camión había pasado todos los puntos" y llegaría la semana siguiente.

A partir de ahí, la organización aceleró los preparativos para recibir el cargamento, según el agente.

Después de hora y media de declaración, las defensas han protestado porque el testigo, tras un biombo, estaba consultado unas notas -9 folios con 63 días reseñados- y la vista se suspendió unos minutos para que las partes tuvieran acceso a esos documentos.

De vuelta a la sala, las defensas han pedido que se anule la declaración del testigo por fraude procesal e infracción de ley al concurrir con un guion, pero la magistrada lo ha desestimado. EFE

caf/am/oli

Guardar

Nuevo

Últimas Noticias