Un restaurante se enfrenta a una multa de 8.000 euros por no dar agua gratis a los clientes

La normativa obliga a todos los restaurantes a ofrecer agua gratuita y garantizar información clara para proteger los derechos de los clientes

Guardar
Una camarera sirve un poco
Una camarera sirve un poco de agua a un cliente (Freepik)

En los Alpes franceses, un restaurante de alta montaña fue sancionado con una multa de 8.000 euros tras negarse a ofrecer agua potable gratuita a sus clientes. La sanción fue impuesta por la Dirección General de Competencia, Consumo y Represión de Fraudes (DGCCRF), organismo dependiente del Gobierno de Francia encargado de velar por el cumplimiento de la normativa comercial.

Los inspectores detectaron la irregularidad durante una visita al restaurante Les Aiguilles de Péclet, situado en la estación de esquí de Val Thorens, a 3.000 metros de altitud, tal y como han informado desde Le Figaro. El establecimiento ofrecía una amplia selección de vinos, champán y bebidas calientes, pero obligaba a los clientes a pagar botellas para poder consumir agua potable.

Varios clientes han declarado en diversas reseñas online que se sorprendieron ante la negativa del local a proporcionar un simple vaso de agua del grifo. Uno de los testimonios, además, recoge la respuesta de uno de los camareros del establecimiento: “Pedí agua al camarero y me respondió que salía demasiado caro…”. La situación provocó malestar entre los usuarios, especialmente porque el precio de algunos platos superaba los 30 euros.

La normativa exige agua gratis y transparencia en el servicio

A pesar de que este restaurante rechazaba dar vasos de agua a sus clientes, la legislación francesas obliga a todos los restaurantes a ofrecer agua potable gratuita, ya sea fría o templada, y a informar de este derecho de forma visible dentro del establecimiento. La normativa del país galo también exige que, al servir bebidas en vaso, el cliente pueda ver la botella de la que procede el líquido, y que las botellas o latas solicitadas enteras lleguen cerradas a la mesa y se abran en presencia del consumidor.

El gerente del restaurante sancionado explicó al medio francés que la ubicación del local, que se encuentra a gran altitud, complica el acceso al suministro convencional de agua. Según su versión, el establecimiento obtiene el agua “de depósitos de agua filtrada y tratada” para asegurar su potabilidad. Después de la inspección, el responsable aseguró que el restaurante cumple con la normativa y que ahora sí se ofrece agua gratuita a los clientes que la soliciten.

Estos son los sitios para comer más viejos para comer en la capital

Controles para proteger los derechos del consumidor en la hostelería

La intervención de la DGCCRF responde a una política de control sobre el cumplimiento de los derechos de los consumidores en el sector de la hostelería. Entre las obligaciones que recoge la normativa, figura la de facilitar información clara sobre los precios y las condiciones de los productos y servicios. El organismo destaca que el acceso gratuito al agua potable se considera un derecho fundamental para los clientes, especialmente en espacios de restauración donde los precios pueden ser elevados.

Este tipo de multas, como la impuesta al restaurante de Val Thorens, busca disuadir a los establecimientos de restringir servicios básicos y garantizar que todos los consumidores reciban un trato equitativo. La normativa francesa equipara la obligación de ofrecer agua gratuita a la de servir las bebidas en condiciones de transparencia y seguridad para el consumidor.

Ahora, Les Aiguilles de Péclet ha regularizado su situación tras la intervención de la DGCCRF e incorpora la información legal en su carta y en el local. Y, además, este tipo de controles se mantienen activos durante todo el año.