María José Delgado, psicóloga, sobre las reuniones familiares en Navidad: “La familia no se mide por la sangre, se mide por cómo te tratan y tratas”

Las claves para disfrutar de una cena de Navidad sin tensiones

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Una familia en la cena
Una familia en la cena de Navidad

Las cenas navideñas son un momento esperado por muchos, una ocasión para compartir con la familia, celebrar y crear recuerdos. Sin embargo, para aquellos que tienen relaciones familiares tensas o problemáticas, la Navidad puede convertirse en una fuente de estrés y angustia. La psicóloga María José Delgado, experta en relaciones familiares, ha ofrecido en un vídeo publicado en sus redes sociales algunas claves para afrontar estos encuentros sin poner en riesgo nuestro bienestar emocional.

Según la experta, “a veces creemos que por el simple hecho de ser familia, tenemos la obligación de mantener una relación cercana, aunque esa relación nos haga daño, nos desgaste o simplemente no haya un vínculo real”. Sin embargo, ella hace hincapié en que “las relaciones, incluso las familiares, necesitan reciprocidad, respeto y seguridad emocional”.

Delgado recalca que “si todo eso no está, no tienes por qué forzar ese vínculo”. Para ella, “no estás fallando por poner límites”, y mucho menos, “no eres mala persona por elegir distancia”. Al contrario, esta actitud demuestra que “te estás cuidando y poniendo tu bienestar emocional por delante”.

El peligro de la obligación social

Una de las principales causas de malestar en las cenas navideñas es la sensación de obligación social de estar cerca de ciertos familiares, especialmente cuando la relación no es saludable. Es común que, por no generar conflictos, se mantengan vínculos por el simple hecho de que son familiares, sin cuestionar la calidad emocional de esos lazos.

María José Delgado es tajante al respecto: “Si en estas fechas necesitas proteger tu espacio, hazlo. Es válido, es sano y muchas veces necesario”. La psicóloga ha sugerido que es fundamental reconocer que las relaciones familiares no deben ser un mandato, sino una elección que se basa en el respeto mutuo y el bienestar de ambas partes.

Las relaciones familiares no deben
Las relaciones familiares no deben ser un mandato

Las reacciones emocionales frente a la tensión familiar

La Navidad, al ser una época cargada de simbolismo, puede tocar fibras sensibles para muchas personas. De acuerdo con la psicoterapeuta, “las fiestas tocan temas muy sensibles para todos, como la pertenencia, la seguridad, el reconocimiento”. Si esos vínculos ya están dañados o débiles, basta con una cena para que se activen los viejos conflictos.

En este contexto, antes de la reunión, se realizan conversaciones sinceras con la pareja o con algún miembro cercano de la familia para poder manejar las emociones que puedan surgir. Nuestra pareja, u otro miembro de la familia cercano, puede ser nuestro mejor aliado si podemos hablar con tranquilidad.

Para no caer en la trampa de una noche interminable llena de incomodidad, también conviene establecer límites claros y saludables. Con familiares con quienes el vínculo no es el más seguro, es mejor acotar tiempos y no obligarse a aguantar más de lo que es saludable.

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La estrategia de las pausas y el autocuidado emocional

Si nos encontramos en una situación de tensión, es válido alejarnos momentáneamente para calmarnos. No hay necesidad de entrar en conversaciones profundas o confrontaciones si no estamos emocionalmente preparados para ello. A veces, la mejor estrategia que podemos implementar es, simplemente, preservar la calma emocional.

Sin embargo, cuando las relaciones familiares son problemáticas, la comida puede convertirse en una herramienta emocional, tanto para conectar como para desconectar. Por ello, es importante que las personas reconozcan cómo la comida puede influir en sus emociones y cómo utilizarla de manera consciente para evitar caer en patrones destructivos.