Rubén López, asesor financiero: “Si en tu banco te quieren regalar una cafetera o una freidora de aire, debes saber que vas a pagar impuestos”

Un plasma con un precio inflado de 300 euros por el que se debe pagar unos impuestos de 60 euros, tal vez sea la decisión correcta para alguien que no tiene tele

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Un hombre comprueba los precios
Un hombre comprueba los precios de los televisores a la venta en una tienda en Sao Paulo, Brasil. (REUTERS/Leonardo Benassatto/Archivo)

Cuando estás a punto de contratar un producto financiero de un banco, ya sea un plan de pensiones o un fondo de inversión, el banco suele proponer diversos incentivos para convencerte. Los clientes deben conocer la doble cara de estos alicientes, ya que puede tener asociados el pago de unos impuestos indeseados.

De este modo, Rubén López, experto en inversiones y planificación financiera, nos explica en un video de Tiktok que hay que pagar tasas si tu banco te regala una cafetera. Estos productos “gratuitos” resultan ser métodos de captación o de fidelización que realizan los bancos sin tener en cuenta si realmente le conviene a su cliente o no.

Operaciones tan sencillas como domiciliar la nómina a una cuenta bancaria y, a cambio, recibir un televisor valorado en 300 euros se consideran, a efectos fiscales, retribución en especie. El intercambio, en primera instancia, parece perfecto. No obstante, el problema surgirá más adelante cuando en tu declaración de la renta aparezca como un rendimiento.

Mira siempre la letra pequeña

Según explica Rubén López, ese televisor valorado en 300 euros equivaldría a recibir 300 en líquido o a obtener la misma cantidad en dividendos (parte del beneficio). Todas estas situaciones de ganancia deben ser, por ley, tributadas. En función de lo percibido, se pagará más o menos impuestos. En el caso de esta tele, los rendimientos de capital mobiliaria en España parten del 19%. Por ello, se debe abonar como mínimo 60 euros por un plasma “que posiblemente no necesitas”.

Logotipo del Banco Santander. (EFE/
Logotipo del Banco Santander. (EFE/ JuanJo)

Otro detalle que se suele escapar es la exageración del precio que se muestra en el catálogo. Se trata de un regalo cuyo valor aparece inflado, ya que en cualquier tienda de tecnología tal vez se pueda encontrar el mismo producto por un monto de dinero más reducido. El experto comparte esta reflexión para que nos demos cuenta de que el 19% de base imponible se aplica sobre los 300 euros, no sobre el precio real.

A cada uno, le cuadra algo distinto

Rubén López concluye su vídeo con distintas preguntas como: “¿merece la pena coger estos regalos?“, ”¿Pues depende mucho del tipo de compromiso que te estén pidiendo a cambio entre tú y yo?" o “¿Tener mi dinero congelado a cambio de una freidora de aire?“.

La idea es sencilla en el mundo de las finanzas y cualquier autoridad dentro de este campo siempre afirma lo mismo: Las decisiones financieras deben cuadrar la situación individual de cada persona. Las situaciones individuales pueden ser totalmente aleatorias e, incluso, un plasma con un precio inflado de 300 euros por el que se debe pagar unos impuestos de 60 euros, tal vez sea la decisión correcta para alguien que no tiene tele.

Persona feliz con sus cuentas
Persona feliz con sus cuentas (Freepik)

En cualquier caso, las decisiones financieras no deben tomarse a la ligera ni por imitación. Contratar productos financieros exige responsabilidad, información y reflexión. Se debe tener en cuenta la situación personal, los objetivos a corto y largo plazo y la tolerancia al riesgo de cada persona. No existe una fórmula universal válida para todos: lo que funciona para un perfil puede no ser adecuado para otro. Por eso, hay que entender bien cada decisión y adaptarla a las circunstancias propias.