El puesto fronterizo de La Jonquera, junto a Francia, se encuentra en una situación “imposible de soportar”: los agentes de la Guardia Civil han caído de 52 a 14

La escasez “se traduce en una caída de la actividad”. “Este año se han detenido un 84% menos de personas en comparación con el promedio anual habitual”, denuncian desde JUCIL

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El puesto fronterizo de La
El puesto fronterizo de La Jonquera, entre España y Francia. (Nacho Doce/Reuters)

El puesto fronterizo de La Jonquera es uno de los puntos estratégicos más importantes de España. En la frontera con Francia, está situado en la autopista AP-7 y por él circulan cientos de miles de vehículos cada día, lo que lo convierte en uno de los escenarios claves para interceptar desde tráfico de drogas hasta fugitivos reclamados internacionalmente.

Sin embargo, la situación del puesto es cada vez más complicada. Según han denunciado desde JUCIL, asociación profesional de la Guardia Civil, el número de efectivos se ha reducido drásticamente en los últimos años, pasando de contar con aproximadamente 52 agentes a disponer de tan solo 14 en la actualidad.

A raíz de esta problemática, ya se están viviendo las primeras consecuencias de la falta de agentes. Desde JUCIL destacan que la situación “se traduce en una caída de la actividad”. “Este año se han detenido un 84% menos de personas en comparación con el promedio anual habitual”.

A esto se le suman los problemas que enfrentan los propios agentes. Según relata a Infobae España Mila Cívico, portavoz de JUCIL y representante de los afectados, “es una situación imposible de soportar. Las cosas que me dicen es que ‘no lo soporto’, ‘no me siento bien’”. “Al final les está afectando a la salud”, porque “si tú no tienes el personal suficiente, no puedes tener unos turnos acordes, por lo que les toca doblar, y es un sufrimiento”. “No es lo mismo poder estar trabajando una semana de mañana, otra de tarde, sin previsión, que tener un turno preestablecido”, explica.

El problema de las vacantes

“El problema principal es que no se cubren las vacantes, porque es un destino poco atractivo y no se está haciendo nada para mejorar la situación”, denuncia Cívico, y añade que los agentes “están abandonados”.

Y es que las únicas soluciones que se están dando por el momento, según JUCIL, es trasladar a agentes de otros destinos, lo que acaba “despoblando otras unidades”. La asociación afirma que actualmente existe un déficit generalizado, con más de 17.000 vacantes en todo el cuerpo, que se intensifica con estas situaciones concretas. “Una cifra que, según las estimaciones de la asociación, se incrementará probablemente hasta las 24.000 vacantes en los próximos años debido a la jubilación masiva de los agentes pertenecientes a las promociones de los baby boomer”, agregan.

Por ello, Cívico destaca que la solución a corto plazo sería “convocar nuevas plazas para este puesto y que se puedan incorporar a los puestos específicos”. Para ello, desde JUCIL han solicitado “formalmente la creación de una comisión de servicio específica para esta unidad, a semejanza de la ya existente para la Aduana de la Farga de Moles, con el objetivo de reforzar urgentemente la plantilla y garantizar la seguridad y la operatividad en la frontera”.

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Una respuesta de la DGCC “insuficiente y evasiva”

Sin embargo, la respuesta de la Dirección General de la Guardia Civil (DGGC) ha sido “insuficiente y evasiva”, según la asociación, ya que ha trasladado la “responsabilidad de la solicitud de refuerzos directamente al mando local, sin comprometer a la Dirección General a buscar una solución estructural y urgente, como es la creación de una comisión específica”.

“La Dirección General no puede eludir su responsabilidad con respuestas genéricas; exigimos una medida inmediata, como la comisión de servicio que hemos solicitado, para recuperar la operatividad en este puesto estratégico. A esta urgencia hay que añadir la necesidad de declarar esta área como Zona Especial de Singularidad (ZES). Consideramos que con unos incentivos similares a los del País Vasco, los guardias civiles verían con buenos ojos solicitar Cataluña y se podría conseguir un arraigo por parte de estos”, destacan desde JUCIL.