La ya conocida crisis del monasterio de Santa María de Bretonera, en Belorado, Burgos, sigue dando qué hablar después de que ayer, su madre abadesa, Laura García de Viedma, fuera detenida por la Guardia Civil acusada de delitos contra el patrimonio histórico en el marco de la operación MIRUM-CID.
La investigación, dirigida por el Juzgado de Instrucción de Briviesca, se abrió meses atrás, cuando los agentes detectaron en el mercado especializado de antigüedades varias piezas que “podrían corresponder al patrimonio histórico del monasterio”. Este hallazgo encendió todas las alarmas y dio paso a un seguimiento minucioso del origen y destino de las obras.
A primera hora del jueves, cuatro coches sin distintivos y una furgoneta llegaron al monasterio burgalés a las 8:30 de la mañana. Ante la negativa de las religiosas a abrir la verja, los agentes tuvieron que desatornillar la barrera de acceso. Media hora después estaban dentro del convento, donde hicieron un registro que se prolongó hasta las 15:00 horas.
La exabadesa fue trasladada en la parte trasera de un vehículo policial con las ventanillas tapadas con cartones. Su hermano Enrique, integrante del equipo que defiende a las exclaristas, estuve presente durante toda la operación. “Se han llevado a la madre detenida y no sabemos por qué”, expresaba sor Paloma en un vídeo difundido en las redes sociales de la propia comunidad.

Obras rastreadas: del convento a internet y a tiendas especializadas
El rastreo de los investigadores llevaron a localizar las piezas procedentes del monasterio de Belorado en varias plataformas de internet y algunas tiendas de antigüedades de Madrid. Entre los bienes recuperados destaca una figura de San Antonio de Padua del siglo XVII, reconocida como parte del patrimonio de Burgos.
“Esta obra, junto a otras, había sido sustraída o transmitida sin la debida autorización”, confirmó la Guardia Civil. Varias de estas piezas fueron halladas en el monasterio de Santa Clara de Orduña (Bizkaia), donde viven actualmente muchas de las exmonjas cismáticas. Todas habían sido trasladadas sin permiso desde Belorado.

Una trama aún por cerrar
Siguiendo el hilo de las obras, los agentes dieron con un anticuario leonés que las habría adquirido sin solicitar documentación de procedencia. También fue detenido por un delito continuado de receptación.
La causa sigue abierta y las autoridades trabajan para inventariar las piezas recuperadas y localizar otras que podrían encontrarse en el mercado negro. No se descarta que haya más personas implicadas, ya que la exabadesa podría haber contado con ayuda de su entorno cercano para extraer y trasladar las piezas.
Las monjas de Belorado… un trasfondo judicial que se agrava
La operación MIRUM-CID se suma a otros procedimientos judiciales que afrontan las exclarisas. En Briviesca ya están abiertas dos causas por estafa, una de ellas por la polémica venta de 1,7 kilos de oro realizada por sor Isabel de la Trinidad y dos de sus colaboradoras. En su declaración ante la juez, la exabadesa aseguró que no había «ánimo de lucro», mientras que su hermano justificó que los 121.000 euros obtenidos se destinarían “a cosas del monasterio”.
Estos episodios se producen en paralelo al conflicto patrimonial asociado a la ocupación del monasterio de Orduña, cuyo desahucio ha sido ordenado recientemente por un juzgado de Bilbao.
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