Teresa Baró, especialista en comunicación, sobre las oposiciones: “Cuando el tribunal ve entrar al opositor, a veces ya lo ha suspendido o lo ha aprobado”

La especialista señala que gestos, postura y actitud al presentarse ante el tribunal pueden ser determinantes para el éxito, ya que los evaluadores forman juicios antes de escuchar la exposición oral

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La experta en comunicación Teresa
La experta en comunicación Teresa Baró. (teresabaro.com)

La primera impresión que un opositor causa ante el tribunal puede determinar su futuro profesional en cuestión de minutos, incluso segundo. Es la postura que defiende Teresa Baró, experta en comunicación personal, que ha dedicado más de veinte años a formar a profesionales y líderes en el arte de comunicar con autenticidad y seguridad. Para Baró, la puesta en escena es crucial y más ante un jurado que tiene que decidir si una persona tiene la habilidad necesaria para desarrollar un trabajo concreto.

La especialista subraya que, a diferencia de un entorno académico donde el profesor puede evaluar al alumno en varias ocasiones, en una oposición “te la juegas”: “El tribunal, cuando ve entrar al opositor en la sala, a veces ya lo ha suspendido o lo ha aprobado antes de que diga el tema, antes de que haga su exposición oral”. Y todo depende, asegura, de la comunicación no verbal, de lo que transmite su postura y de la actitud que muestra. Pero, ¿por qué? Para la especialista, hay una razón muy sencilla: “El tribunal tiene que imaginarse a esta persona, a este candidato o candidata, haciendo ya su trabajo”.

La percepción de seguridad y solvencia se transmite desde el primer instante, incluso antes de pronunciar palabra. “Si yo, cuando entra este chico o esta chica, o este señor, señora, porque algunos ya son mayores, y los ven totalmente inseguros en cómo caminan, no cómo hablan sino cómo caminan, cómo entran, que están como totalmente perdidos ahí... No se pueden imaginar a esta persona luego, dando clases, por ejemplo, como si es un maestro o en el cuerpo diplomático”, explica Baró, que insiste en que los trabajadores de ciertos puestos debe proyectar “una cierta seguridad, con una elegancia en el movimiento, porque luego tendrá que ejercer”.

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La importancia de la comunicación no verbal se extiende a todos los aspectos de la presentación. “A veces no es tan importante si se saben el tema perfectamente, sino lo que proyectan, lo que proyectan a través de su movimiento, su mirada, su sonrisa, incluso al momento de entrar, y su voz, muy importante, su tono de voz”, apunta.

La falta de habilidades para comunicar

La necesidad de practicar incluso la forma de caminar antes de una exposición puede sorprender a muchos, pero para Baró es una consecuencia lógica de la falta de formación en habilidades comunicativas: “Si hubiéramos tenido una educación correcta en este sentido, no haría falta practicarlo, ¿no? Pero imagínate una persona que ha sido siempre muy reservada, muy tímida. Y además, esto es un perfil bastante frecuente entre los opositores, que son gente que ha estudiado mucho, que se han pasado la juventud encerrados en casa estudiando y han tenido poca vida social y, por lo tanto, a veces han desarrollado pocas habilidades en este sentido”.

La presión se intensifica por la presencia de un tribunal que “te van a examinar y tú estás solo, mientras que ellos son unos cuantos y que se suponen que saben mucho”. Además, su atención no siempre es constante: “Se supone que van a escuchar palabra por palabra lo que vas a decir, que no es verdad tampoco, porque a veces han desconectado totalmente y sobre todo cuando ya llevan unos cuantos”. Por eso, la experta aconseja a los opositores que sean conscientes de que cada gesto porque desde la manera de sentarse hasta la respuesta a las preguntas, contribuye a proyectar la personalidad y la seguridad del candidato.