Una conversación con ChatGPT termina en la detención de un chico de 19 años: le confesó haber destrozado varios coches

Un estudiante universitario de 19 años fue detenido en EE. UU. tras admitir a una inteligencia artificial haber destrozado varios vehículos. La conversación, recuperada de su teléfono móvil, se convirtió en prueba clave para incriminarlo.

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Una conversación con ChatGPT termina
Una conversación con ChatGPT termina en la detención de un chico de 19 años

Un estudiante de 19 años de la Universidad Estatal de Missouri (Estados Unidos) fue arrestado y encarcelado después de confesar, en una conversación con un chatbot, su implicación en el vandalismo de varios vehículos dentro del campus universitario. Según informó el diario alemán Bild, el joven mantuvo una charla con ChatGPT en la que no solo se mostró preocupado por su situación legal, sino que acabó reconociendo su responsabilidad en los hechos.

Los investigadores encontraron en su iPhone una conversación que fue utilizada posteriormente como prueba clave en el juicio penal. El incidente, que ocurrió durante la noche en el recinto universitario, dejó un saldo de 17 coches dañados, con lunas rotas, espejos colgando, capós abollados y huellas de zapatos cerca de los vehículos afectados.

Las pistas que llevaron al sospechoso

Una conversación con ChatGPT termina
Una conversación con ChatGPT termina en la detención de un chico de 19 años

La investigación policial combinó varias pruebas para identificar al responsable: imágenes de cámaras de seguridad, datos de localización del iPhone del sospechoso y finalmente, el contenido de la conversación que había mantenido con la inteligencia artificial.

En el chat, el joven hizo preguntas que alertaron a los investigadores:

— “¿Qué tan mal metí la pata?”

— “¿Iré a la cárcel?”

Más tarde, escribió:

— “¿Y si destrozo varios coches?”

Y terminó confesando directamente:

— “¡Destruí todos estos autos de mierda inútiles!”

Estas frases fueron interpretadas como una admisión explícita de culpabilidad, lo que derivó en su detención y en una acusación formal por daños intencionados a la propiedad.

El dilema legal de la privacidad digital

Inteligencia artificial, Consumo energético, Impacto
Inteligencia artificial, Consumo energético, Impacto ambiental, Centros de datos, Huella de carbono.- (Imagen ilustrativa Infobae)

Este caso ha vuelto a poner en el centro del debate público una cuestión cada vez más relevante en la era digital: la privacidad de las conversaciones mantenidas con herramientas de inteligencia artificial y el uso legal que puede darse a ese tipo de interacciones. A medida que los chatbots como ChatGPT, entre otros, se integran en la vida cotidiana de millones de personas, surgen nuevos interrogantes sobre el carácter confidencial de estas conversaciones y los límites legales de su utilización como prueba en procesos judiciales.

En este caso concreto, las autoridades estadounidenses accedieron al contenido de la conversación entre el joven y la inteligencia artificial porque el sospechoso consintió voluntariamente en que se registrara su dispositivo móvil. Es decir, no fue necesario obtener una orden judicial para examinar su teléfono ni forzar su desbloqueo mediante medios técnicos o legales. Esta colaboración facilitó el trabajo de los investigadores, que encontraron en el historial de chats una declaración incriminatoria clara por parte del acusado.

No obstante, en países como Alemania, la situación sería distinta. Según la legislación alemana, el acceso a la información de un smartphone solo puede realizarse con una orden judicial o con el permiso expreso del usuario, salvo situaciones de emergencia. Además, el derecho a no autoincriminarse impide obligar al acusado a revelar contraseñas o códigos de desbloqueo.

Sin embargo, el Tribunal Superior Regional de Bremen ha abierto una vía legal que genera controversia: recientemente dictaminó que las autoridades pueden desbloquear por la fuerza un teléfono con seguridad biométrica (huella dactilar o reconocimiento facial) si consideran que la medida es proporcional y necesaria para la investigación.

En prisión preventiva

Tras su detención, el joven fue trasladado a la cárcel del condado de Greene, donde permanece a la espera de juicio. La fianza ha sido fijada en 7.500 dólares, lo que equivale a unos 6.400 euros al cambio actual.

El caso pone sobre la mesa una nueva dimensión del uso de la inteligencia artificial: lo que comenzó como una conversación privada entre un usuario y una IA se ha transformado en un elemento de prueba crucial en un proceso penal.