Alemania emprende un cambio radical con el cese del envío de armamento a Israel, pero Merz debe lidiar con críticas internas y una “responsabilidad histórica”

El Gobierno alemán todavía duda del reconocimiento del Estado Palestino, pero el anuncio del viernes es sintomático de que a Berlín se le hace más difícil resistir a las presiones de sus socios de Gobierno y sus aliados internacionales

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El canciller alemán, Friedrich Merz,
El canciller alemán, Friedrich Merz, saluda al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. (Europa Press)

Después de mostrar un inquebrantable apoyo a Israel, Alemania está dispuesta a romper tabúes. Berlín, que hasta ahora ha bloqueado todas las resoluciones de la UE a favor de una reprimenda formal al Gobierno de Benjamin Netanyahu, anunció este viernes un cambio radical en su postura, aplaudido por sus socios y aliados internacionales, pero criticado por voces internas de su partido.

El canciller alemán, Friedrich Merz, informó que suspenderá “hasta nuevo aviso” la exportación de armas que pudieran emplearse en la Franja de Gaza. El líder de la primera potencia de la UE explicó que tomó esta decisión después de que el gabinete israelí aprobara una operación militar para asegurar el control total de la ciudad gazatí, cuestionando la viabilidad de la estrategia para enfrentar al grupo terrorista Hamás y lograr una salida diplomática al conflicto. El líder democristiano criticó que era “cada vez más difícil de entender” cómo el plan de Netanyahu, cuestionado incluso por su propio Ejército, ayudaría a lograr “objetivos legítimos”.

Las palabras de Merz son sintomáticas de que al Gobierno alemán se le hace cada vez más difícil resistir las presiones internas, pues sus socios, el SPD y Los Verdes, han instado al líder germano a endurecer su postura. A esto se suma un creciente aislamiento de Alemania en el panorama internacional, después de que sus socios comunitarios, políticos y famosos lleven meses presionando a Berlín para que desista de su bloqueo a reconocer el Estado Palestino.

Pero el asunto de Israel es muy delicado en la política alemana debido a la doctrina de la “razón de Estado”, que considera la seguridad de Israel una de las máximas prioridades en política exterior. Y dentro de este principio, Alemania trata de moverse con la máxima discreción.

Esta situación pudimos verla el pasado mes de mayo, cuando el jefe de la diplomacia española, José Manuel Albares, se reunió en Madrid con su homólogo alemán, Johann Wadephul. Desde Madrid no esperaban que Berlín apoyase la línea dura contra Israel que defienden Madrid, Eslovenia o Irlanda, pero sí obtuvieron cierto compromiso alemán en la solución de los dos Estados.

Declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien ha defendido en el Consejo Europeo la necesidad de suspender el acuerdo de asociación con Israel "porque lo que no tiene ningún sentido es que llevemos 18 paquetes de sanciones a Rusia y Europa no sea capaz de suspender un acuerdo cuando se está violando flagrantemente el artículo 2 de respeto a los derechos humanos". (Fuente: Comisión Europea)

Desde el estallido de la ofensiva israelí tras los ataques terroristas de Hamás, el país germano ha justificado su posición insistiendo en que carga con una “responsabilidad moral histórica” que le hace imposible tomar cartas en el asunto. Preguntado por los periodistas sobre la suspensión del envío de armamento, Wadephul dijo que “Alemania, como país que ve como parte de su razón de ser la existencia de Israel, siempre estará de su lado para defender ese derecho y eso implica suministrar armamento”. Entre 2019 y 2023, el 30% de las exportaciones de armas de Alemania fueron enviadas a Israel, según datos del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo. Solo el año pasado, Berlín exportó 326,5 millones en envío de armamento en 2024.

En Alemania, un sondeo realizado por Forsa en junio mostró que el 75% de la población respaldaba la suspensión de las exportaciones de armas a Israel, un sentimiento compartido de manera casi idéntica entre simpatizantes de todas las fuerzas políticas presentes en el parlamento, lo que refleja una postura pública mayoritariamente coincidente. La última encuesta de Deutschetrend también mostró que existe una clara mayoría que opina que el canciller debería aumentar la presión para que Israel cambie su estrategia.

Merz debe lidiar con una rebelión en su partido

¿Esto quiere decir que las palabras de Merz pueden extenderse a un potencial apoyo a los planes de Bruselas? El líder de la Unión Demócrata Cristiana tendrá que lidiar primero con las presiones de su propio grupo, donde el último anuncio ya ha sentado como un jarro de agua fría.

Según explicaron medios alemanes como el semanario Der Spiegel o Bild, Merz se expone a futuras revueltas en el partido. Uno de los más explícitos fue el diputado experto Roderich Kiesewetter (CDU), que acusó al canciller de “claudicar ante la turba antisemita” y cometer un “grave error político y estratégico”. Por su parte, la extrema derecha de Alternativa para Alemania, segunda fuerza en el Parlamento alemán, todavía no se ha pronunciado sobre el anuncio del líder alemán.

En todo caso, que la presión aumente sobre Merz dependerá del devenir de la operación israelí, de si Netanyahu cumple con su plan y de las consecuencias humanitarias que ello puede tener.

La UE espera a Alemania

Lo cierto es que muchos países, e incluida la propia Comisión, escucharán lo que Alemania diga en estas próximas semanas y meses, que puede ser la clave para romper el delicado equilibrio entre los Veintisiete e inclinarlo a favor de una reprimenda formal.

De esta forma, los embajadores de los Veintisiete podrían ser convocados en Bruselas para una reunión de emergencia para votar medidas de represalia, como suspender la participación científica de Israel en el plan Horizon o extender el castigo a medidas comerciales más amplias, incluida la posible prohibición de importar todos los bienes de los territorios ocupados.

Mientras Alemania debate consigo misma, las potencias europeas de Reino Unido, Francia han elegido su propia hoja de ruta y se preparan para reconocer a Palestina antes de la próxima Asamblea General de las Naciones Unidas en la próxima reunión de la ONU, uniéndose así a otros países como Malta y Canadá. Y parecida a la situación alemana es la de Italia, que hasta ahora se alineó con los germanos y que también está reconsiderando su postura.