
Las emociones no se viven igual en todas las culturas. Aunque los seres humanos pueden encontrar puntos comunes en las formas de expresarse, como la sonrisa, el contexto económico y social influyen en la manera en que las personas sienten y muestran lo que hay en su interior.
Entre China y España, las diferencias son notables. Un estudio de 2013 dirigido por el Instituto de Salud Carlos III evaluó los estados afectivos durante un día de adultos de China, Ghana, India, México, Rusia, Sudáfrica, y España, y encontró diferencias significativas en la forma de sentir. Según el equipo investigador liderado por José Luis Ayuso-Mateos, en China y los países africanos las personas expresan menos emociones negativas.
El gigante asiático acababa en un rango intermedio respecto al afecto neto, es decir, el promedio de emociones positivas y negativas del día, según el estudio. Esto puede deberse a que, en China, las emociones son vistas como factores patógenos y se desalienta su expresión, según establecieron la psicóloga Chiara Castelletti y la profesora Marta Miret en un artículo de The Conversation.
En España, las emociones se viven de forma diferente. En general, el país mediterráneo tiende a ser abierto con las expresiones, tanto en el ámbito personal como profesional. Por ello, a Jiajun (@jiajunyi2) le costó y aún le cuesta adaptarse a las costumbres del país respecto a los sentimientos.
En el pódcast Un Chino y Medio, él y su compañero Lin, conocido como @chickenpapiii, se sometieron a una sesión psicológica con Xavi Rigau, psicólogo y luchador de MMA, a quien expresaron sus inquietudes y sus traumas.
“Siento muy poco apoyo”

Jiajun explica en el programa que le cuesta “mostrar los sentimientos de una manera fuerte o normal, sentir motivación”. “A veces, envidio a la gente que va muy motivada, que está superfeliz con algo y lo celebra a lo alto. Yo no puedo”, lamenta el chico.
Es un aspecto que le viene de familia, según dice Jiajun, algo con lo que el psicólogo concuerda. “Tienes miedo a no mostrarlo bien”, aventura Rigau. “Tienes un aprendizaje tanto cultural como familiar”, explica el experto, lo que, en su opinión, hace que se guarde sus emociones y no las muestre. “Eso se llama inseguridad”, afirma.
En ese sentido, Jiajun dice que siente “muy poco apoyo” en su entorno, algo que “le pasa a todos los chinos, hay como poco apoyo o ánimos”. Según cuenta, en su familia no es común felicitarse por los logros y darse la enhorabuena ante buenas acciones. “Esas cosas yo no lo he oído en mi vida en china. Yo creo que incluso una vez le pedí a mi madre ‘por favor, dime enhorabuena por lo que has hecho’ y mi madre dijo ‘no puedo’”, recuerda.
Es una situación que se repite con su compañero Lin. “Yo a veces le contaba cosas a él, esperando que pueda mostrarme cierto apoyo, empatía, pero él empatiza más con la otra parte”, lamenta. “En realidad, estás buscando que te escuche y no quieres que te juzgue”, dice el psicólogo.
Últimas Noticias
Bruselas frena a Elon Musk: la Comisión Europea multa a X con 120 millones por falta de transparencia y diseño engañoso
La cuantía de la sanción, aunque inferior a otras impuestas a grandes tecnológicas como Google o Apple, representa aproximadamente el 5% de los ingresos globales de X en 2024
El Gobierno de Ayuso presume de las listas de espera en el Hospital de Torrejón: “Están por debajo de la media”
El exconsejero de la empresa instó a sus directivos a rechazar pacientes, reducir intervenciones quirúrgicas y aumentar las listas de espera para mejorar los beneficios del hospital

Las redes se alzan contra la organización de Gran Hermano 20 tras la triple expulsión: “Es una falta de respeto. ¡Qué vergüenza!”
La cadena acelera expulsiones y acorta la edición, prevista inicialmente hasta 2026, ante el desplome de espectadores

El retraso de Verifactu abre un debate: ¿es viable implantar el control horario digital en 2026?
La incertidumbre acerca del nuevo Decreto-Ley sobre registro de jornada digital aumenta y ya apuntan que podría retrasarse a 2027




