Prórroga del cierre de Almaraz: el Gobierno contempla atrasar el cese de la central nuclear hasta 2030 si las empresas titulares lo solicitan

Los críticos señalan que es necesaria una “inversión muy potente” para asegurar el funcionamiento y la seguridad de la planta. Mientras, el sector empresarial subraya que se deben revisar a la baja los impuestos que afectan a estas instalaciones

Guardar
Central Nuclear de Almaraz. (Europa
Central Nuclear de Almaraz. (Europa Press)

Después de que España sufriera un apagón masivo el pasado 28 de abril, se ha vuelto a reabrir el debate de si la energía nuclear es necesaria para el sistema eléctrico español. Ahora, el Gobierno estaría dispuesto a prorrogar el cierre de la central nuclear de Almaraz, en Cáceres (Extremadura), tres años más, hasta 2030. Esta decisión se tomará oficialmente en cuanto las empresas titulares de la planta presenten formalmente su solicitud, la cual ha sido anticipada.

La ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico, Sara Aagesen, habría hablado con el secretario del PSOE de Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, sobre la posibilidad y la disposición del ejecutivo de tramitar esta prórroga. En una rueda de prensa, tras una visita de parte del sector empresarial extremeño y madrileño a la planta, la portavoz regional socialista, Isabel Gil Rosiña, ha destacado que fue un acuerdo entre las empresas y el Gobierno el que fijó el calendario del cierre previsto, y que son las empresas quienes han de solicitar formalmente la extensión del servicio.

Los críticos con la prórroga califican esta decisión como “una tomadura de pelo”

Por su parte, las compañías encargadas de la gestión de la central de Almaraz, en especial Iberdrola, Endesa y Naturgy, han manifestado su intención de alargar la vida de la planta hasta 2030. Esta propuesta ha sido ratificada por el presidente de Naturgy, Francisco Reynés, quien ha subrayado la necesidad de dialogar sobre la revisión del acuerdo del cierre existente.

Aunque este anuncio se ha recibido de manera positiva, también han surgido ciertas reticencias por parte de la mayoría de los grupos políticos en la Asamblea de Extremadura, respecto a la carga fiscal que soportan las compañías. Por un lado, Unidas por Extremadura, junto a varias organizaciones ecologistas, han calificado la posible extensión de la vida de la central como “una tomadura de pelo”.

Los críticos con la prórroga señalan la necesidad de una “inversión muy potente” para asegurar el funcionamiento y la seguridad de la planta, especialmente cuando el reactor I sufre actualmente una parada técnica no planificada debido a un fallo en un transmisor de caudal.

El Consejo de Seguridad Nuclear ha sido informado sobre la interrupción no programada del reactor de la Unidad I y, según el titular de la instalación, esta parada tiene con fin identificar y reparar la anomalía detectada. Así, se asegurarían de que el proceso no ha afectado a la seguridad del entorno ni de las personas.

Sánchez: "El Gobierno lanzará cuatro nuevos programas para acelerar la transición energética".

El sector empresarial pide una revisión a la baja de la tasa Enresa

En medio de todo este debate sobre si se debe mantener o no la energía nuclear, la central de Almaraz ha recibido la visita de varios representantes empresariales, como el presidente de la Confederación Empresarial de Madrid, Miguel Garrido, y el secretario general de Creex, Javier Peinado.

Ambos han expresado su preocupación por el cierre previsto de la planta, y han destacado la importancia de la energía nuclear para mantener un suministro eléctrico estable y económicamente razonable. Además, han subrayado la necesidad de revaluar los impuestos que afectan a estas instalaciones, y han sugerido una revisión a la baja de la tasa Enresa para aliviar el coste fiscal.

*Con información de EFE.