Pedro Sánchez apuesta por inflar la subida del gasto en defensa con la ciberseguridad y otras partidas para evitar una batalla a su izquierda

Los socialistas defienden que el incremento comprometido se llevará a cabo, como se ha hecho a lo largo de los últimos años, a pesar de las diferencias en el seno del Gobierno

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El presidente del Gobierno, Pedro
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, durante la primera sesión de control al Ejecutivo del año. (J.J.Guillén/EFE)

El Gobierno está decidido a llevar a cabo su compromiso de aumentar el gasto en defensa hasta el 2% del PIB antes de 2029. Pese a las discrepancias con sus socios de la coalición, los de Pedro Sánchez saben que Sumar, con más o menos beligerancia, acatará la decisión del presidente del Gobierno. A pesar de los recelos, en la parte socialista del Ejecutivo están confiados en que se llevará a cabo, como se ha hecho a lo largo de los últimos años: primero con Unidas Podemos como socios y ahora con Sumar.

En Ferraz recuerdan cómo, en anteriores ocasiones, el Gobierno ha conseguido aprobar partidas presupuestarias y varias aplicaciones del Fondo de Contingencia para permitir la ampliación de crédito en el Ministerio de Defensa. Estas han sido contestadas por el espacio a su izquierda, pero sin mayor resistencia. “Deberían estar a favor”, añaden desde la cúpula del partido que lidera Pedro Sánchez.

Si bien, ante la posibilidad de que la competencia en la izquierda atice las discrepancias y abra una batalla en el seno del Ejecutivo, el presidente del Gobierno apuntala una vía para reducir el ruido sobre este asunto al máximo, más allá de las diferencias habituales dentro de este espectro ideológico. En concreto, según avanzaron desde Moncloa y confirman en Ferraz, Sánchez “trabaja por redefinir” el gasto en defensa y ampliarlo a otras partidas ya satisfechas o previstas, como las dedicadas a la seguridad, la ciberseguridad, la diplomacia, las misiones de paz o de cooperación, etc.

Esta operación para inflar el gasto, realizada con anterioridad (también compartida por otros países que integran la OTAN), ayudaría a acelerar en cierta medida la subida comprometida. De esta manera, añaden fuentes de la ejecutiva socialista, Sánchez logrará poner en un brete a los partidos que no acepten el incremento del gasto en defensa: “El grupo que no esté de acuerdo tendrá que explicarlo”, añaden estas fuentes.

IU lidera el rechazo en Sumar a la subida del gasto en defensa

El presidente del Gobierno tratará de limar las diferencias con Sumar este martes en una reunión con la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, quien que dijo este lunes desde Bruselas que “no arreglamos nada por subir el presupuesto militar”. La líder de Sumar recalcó que la prioridad es lograr una coordinación de todos los presupuestos de la UE en defensa y de sus recursos militares, que ahora son “muy ineficientes” y se encuentran supeditados sobre todo a la Alianza Atlántica.

“Creemos que la construcción de la defensa europea no se realiza por la vía del incremento de los presupuestos nacionales de defensa, como ha propuesto la Comisión Europea. Creo que he sido claro con esto. La construcción de la defensa europea requiere de otras prioridades, además del modelo”, añadió este lunes el portavoz de Sumar y ministro de Cultura, Ernest Urtasun, para destacar que Díaz llevará a su cita con Sánchez una posición unitaria consensuada en el seno de Sumar.

Y es que, más allá del rechazo generalizado dentro de este espacio, la principal oposición al incremento del gasto militar la encarna Izquierda Unida. Su líder, Antonio Maíllo, fue claro: “No estamos de acuerdo ni con más gastos militares ni con envío de tropas. La paz no se gestiona ni se alcanza con una espiral belicista de gasto militar”.

“No compartimos la aportación de hasta el 5% del PIB para gastos militares, que es lo que supondría la propuesta de 800.000 millones de euros propuesta por la Comisión Europea, y, entre otras cosas, porque esa propuesta tendría consecuencias económicas”, señaló en unas declaraciones recogidas por Europa Press, incidiendo en que se trata de una inversión “desmedida” y desorbitada”, que tendría “consecuencias” en términos presupuestarios y de política social.

Sánchez, dispuesto a que España llegue al 2% del gasto en Defensa antes de 2029.

Con respecto a esto último, la principal línea roja compartida en Sumar es el compromiso de que no se recortarán partidas sociales, algo que en el PSOE dan por hecho que no va a ocurrir. Así lo confirmó la portavoz de la Ejecutiva Federal, Esther Peña, desde la sede del partido de la rosa, prometiendo que las previsiones de incrementar el gasto militar no afectarán al recorte de otras partidas destinadas a financiar los servicios públicos, como la sanidad, la educación o la dependencia.

“Subir en Defensa no quiere decir que hay que quitar un servicio público. Hemos aprendido mucho después de la crisis de 2008. Hay fórmulas diferentes y, si se fijan en los resultados del Consejo Europeo, analizamos que se toman medidas de la pandemia”. Para aclarar este apartado, la parte socialista del Gobierno menciona herramientas útiles, como la vía de escape para relajar las reglas fiscales, la movilización de recursos por parte del Banco Europeo de Inversiones (BEI) o la utilización de parte de los fondos europeos no usados. “Europa va a afrontar una nueva situación en la que tiene clarísima la respuesta sólida y unitaria en defensa, pero no es óbice para que se desgaste del estado de bienestar”, remachó la portavoz de la cúpula socialista.