Una alemana se muda a España y le sorprende una costumbre muy común: “Ojalá también fuera normal en Alemania”

Esta joven está encantada con esta costumbre española que no se repite en su país

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Ana (@ana.la.alemana) está encantada con
Ana (@ana.la.alemana) está encantada con esta particularidad de los españoles.

Cambiar de país significa enfrentarse a las diferencias culturales entre tu nación natal y la nueva a explorar. El choque que uno puede sentir a la hora de encontrarse con nuevos idiomas, costumbres y valores genera a la par curiosidad como incomodidad e incluso desconfianza. Pero aprender formas de ser diferentes puede ser una experiencia enriquecedora y satisfactoria para muchos.

Así le ha ocurrido a Ana, una joven alemana que se ha trasladado a España y parece encantada con la forma de ser de los ciudadanos. A diferencia de España, Alemania es un país frío y eso ha marcado en parte la cultura de sus habitantes. En general, los alemanes llevan ritmos diarios diferentes, con desayunos y cenas tempranas que descolocarían a cualquier español.

La comunicación también es diferente: mientras que el español puede sonar más suave, el alemán tiene una sonoridad dura al oído de los españoles. Las formas de expresarse tampoco concuerdan y eso es algo de lo que Ana se ha dado cuenta. Por eso, ha querido contar en su cuenta de TikTok, red social donde se denomina @ana.la.alemana, qué es lo que más le gusta de haberse mudado.

Las costumbres que sorprenden a los alemanes

Ana (@ana.la.alemana) está encantada con
Ana (@ana.la.alemana) está encantada con esta particularidad de los españoles.

La razón principal por la que Ana parece encantada con los españoles es la amabilidad de su lenguaje, que suele ir acompañado de cumplidos. “Siendo alemana, me encanta que en España sea súper normal decir cosas bonitas a la gente”, comenta en su vídeo.

Apelativos como “guapa”, “cariño”, o “corazón” son comunes en el día a día de los españoles, incluso con desconocidos y especialmente cuando se atiende de cara al público, pero en entornos más cercanos, como en una tienda de barrio, más que en una gran cadena comercial. Esta ha sido la experiencia de Ana, que alaba que muchos “te saluden con un ‘hola, guapa’. Algo tan simple, pero tan bonito”.

En su país, la experiencia parece diferente y, si se utilizan ese tipo de expresiones, suelen creer que hay intenciones ocultas. “Ojalá en Alemania también fuera tan normal soltar complementos (sic.) sin que la gente piense que hay una intención rara”, reflexiona, en referencia a los halagos que se repiten en las conversaciones cotidianas de España.

Otras diferencias entre alemanes y españoles

Muchos en los comentarios del vídeo coinciden en este choque entre españoles y alemanes. “Estuve con una chica de Wilhemshaven y es verdad lo que dices, pequeños detalles de cariño o cercanía al principio le impresionaban”, cuenta un joven. La actitud germana suele verse como fría desde el país mediterráneo, pues en el país centroeuropeo las relaciones suelen ser más formales y distantes entre desconocidos o gente de poca confianza. Por ello, tampoco es común saludarse con dos besos, como es costumbre en países de tradición latina, y estas muestras de cariño se reservan para personas más cercanas.

Además del contacto interpersonal, otras características diferencian a los españoles y los alemanes: mientras que desde Berlín aprecian especialmente la puntualidad, en Madrid es común llegar entre 5 y 10 minutos tarde, sin que esto se entienda como una falta de respeto.