El Gobierno reta a Puigdemont a presentarse a las elecciones catalanas: “Saldrá derrotado en las urnas”

Quedan menos de dos meses para las elecciones autonómicas en Cataluña, una cita adelantada al próximo 12 de mayo, y todavía no están todas las cartas boca arriba. Más allá del devenir de la ley de amnistía en el Senado, que podrá tramitarse hasta el 16 de mayo, quedan cuestiones importantes por resolver y que pueden marcar este periodo. Primero, qué partidos concurrirán finalmente a los comicios (PP y Ciudadanos negocian acudir bajo una sola marca, pero Feijóo quiere absorber a la formación naranja).

La otra radica en los candidatos. El expresidente de la Generalitat y líder de Junts, Carles Puigdemont, desvelará este jueves en Elna (Francia) si volverá a ser el candidato de su partido. Según las previsiones del propio líder independentista, podrá volver a Cataluña para el debate de investidura (hacia finales de junio) tras haber entrado en vigor la ley de amnistía.

A la espera de que Puigdemont deshoje la margarita, tanto en Ferraz como en Moncloa se muestran cautos en público ante esta posibilidad. Si bien, fuentes de la parte socialista del Ejecutivo no esconden su preferencia por medirse con el propio expresidente de la Generalitat el próximo 12 de mayo. Estas voces, muy cercanas al líder del Gobierno, creen que, de presentarse a los comicios, Puigdemont “saldrá derrotado en las urnas”.

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El exdirigente catalán, huido de la justicia española, encabezó la lista de Junts per Catalunya en Barcelona para las elecciones del pasado 14 de febrero de 2021. Aunque su inclusión en las listas fue simbólica, la tercera posición obtenida por su formación fue interpretada como una derrota por la gestión del expresidente de la Generalitat durante el procés.

En este sentido, en Moncloa retan a Puigdemont a volver a concurrir a los comicios catalanes. Especialmente, después de la política de “reencuentro con Cataluña” desplegada por el Gobierno de Pedro Sánchez con la aplicación de los indultos a los líderes del procés y la ley de amnistía, aún pendiente de tramitarse en la Cámara Alta. “Él ya se ha presentado en otra ocasión y ha sido tercero”, recuerdan estas fuentes.

El PSC barrió al independentismo el 23-J

Asimismo, dudan de que finalmente dé el paso, ya que perdería su condición de eurodiputado y la oportunidad que le brinda el Parlamento Europeo para defender la causa independentista. Por otro lado, tanto el Gobierno como el PSOE confían en el efecto balsámico de la amnistía para aplacar este movimiento, de capa caída en las calles y en las urnas.

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Buena muestra de ello han sido los resultados de las últimas citas con las urnas. Si en las elecciones autonómicas de 2021 el candidato socialista fue el ganador de las elecciones, tanto en las municipales del 28 de mayo como en las generales del 23 de julio, el PSC fue también la primera fuerza. Es más, los de Salvador Illa doblaron en estos últimos comicios a los dos principales partidos independentistas (el PSC obtuvo 19 escaños frente a los siete de Junts y los siete de ERC).

En línea con el resultado obtenido en las municipales y en las generales en Cataluña, los socialistas esperan que Illa logre un “magnífico” resultado el próximo 12 de mayo. No obstante, más allá de que esperan reeditar la victoria, fuentes socialistas con peso en el Gobierno creen que las dos principales incógnitas de las elecciones serán si las formaciones independentistas consiguen mayoría absoluta y la hegemonía por el espacio independentista.

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De derrotar a Junts y ERC en su propio territorio, los socialistas interpretan una victoria del PSC en clave nacional, apuntalando incluso la legislatura. “Después de salir derrotados, no van a ir a otras elecciones”, apostillan estas fuentes del Ejecutivo de Pedro Sánchez. En este sentido, la portavoz del PSOE, Esther Peña, auguró este lunes que la legislatura será larga “independientemente” de los resultados electorales en Cataluña.

El PSOE quiere centrarse en aupar a Salvador Illa, “el president que necesita Cataluña”, tal como defendió Peña. Por ello, contraponen su modelo al de los partidos independentistas, pues se basa en “un proyecto que habla del día a día de los catalanes, de convivencia, de empleo y servicios públicos”. Por ello, tanto en Ferraz como en Moncloa evitarán cualquier negociación son ERC y Junts en lo relativo a la solución del conflicto político: “En campaña no vamos a hacer algo que aproveche electoralmente a nadie”, zanjan desde el Gobierno.

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