El Gobierno ve “esencial” el papel de España en la guerra entre Israel y Hamás y se alinea con la ONU como “instrumento de paz”

El Gobierno de España en funciones no se muestra tibio desde que el pasado 7 de octubre los terroristas de Hamás irrumpieron en suelo de Israel para cometer toda serie de atrocidades, matando a cientos y aún con rehenes bajo su custodia y amenaza. En voz tanto del presidente, Pedro Sánchez, como del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, el ejecutivo ha enfrentado su postura dentro y fuera de nuestras fronteras, diferenciando al grupo criminal armado del pueblo de Palestina y del lado del agredido Israel, pero sin consentir que pudiera responder más allá de los márgenes de la legislación internacional e imponiendo su discurso en la Unión Europea -cuestionó con dureza el inicial apoyo cerrado de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión, a Benjamin Netanyahu-, eso sí, sin poder contener a Unidas Podemos, que abogó por abandonar la diplomacia a las primeras de cambio. Incluso ante esa situación, España confrontó con la Embajada antes que con sus aliados en el poder, defendiendo su libertad de expresión.

Este miércoles, horas después del ataque de Israel contra el campo de refugiados de Yabalia, en el norte de la Franja de Gaza, que dejó al menos 50 muertos e imágenes devastadoras -Tel Aviv asegura haber acabado con milicianos de Hamás, entre ellos el comandante Ibrahim Biari-, Albares se pronunció para marcar de nuevo posición: “Horrorizado por las víctimas civiles del bombardeo en Yabalia. El derecho internacional humanitario debe respetarse siempre. Pedimos liberación incondicional de rehenes y tregua humanitaria para evitar más víctimas inocentes. Queremos paz y seguridad para todos en Oriente Medio”. El pasado sábado, Sánchez confirmó que este conflicto enraiza y preocupa en la sociedad española, porque ese día protagonizaba un acto de partido y no quiso dejar de abordar esta crisis internacional ni dejar de mostrar iniciativa: “Para acabar con el conflicto en Oriente Medio debemos avanzar de una vez por todas en la articulación de los dos Estados, Israel y Palestina. España ha hecho un llamamiento para celebrar una conferencia de paz que de una solución justa y duradera. Debemos dar un paso al frente”.

No es (ya) gobierno, sí español y también en sintonía con Albares y con Sánchez el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, quien ante el parlamento comunitario, pronunció alto y claro: “Repitamos una vez más que Israel tiene el derecho a defenderse y cualquier Estado que se viera atacado de esta forma tan brutal, debería tenerlo, pero el derecho a la defensa tiene unos límites, los límites que marcan el Derecho Internacional y, en particular, el Derecho Internacional Humanitario”. Y en esta gestión no de espera, no conservadora, no silente, incluso propositiva -la conferencia de paz-, Sánchez fue más allá y en un contexto de monumental enfado de Israel por las sonadas manifestaciones del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres (“estoy profundamente preocupado por las claras violaciones del derecho internacional humanitario que estamos presenciando en Gaza”), el primer ministro español salió al socorro de Guterres, también socialista, asegurando que el portugués estaba “alzando la voz de una mayoría”.

Intermediación entre Israel y Líbano

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Margarita Robles está pasando más inadvertida, pero su papel no es menor, máxime cuando los hechos alertan sobre una peligrosa tensión en el mundo que aún se desconoce en qué puede desembocar. La ministra de Defensa ensalzó este miércoles la “esencial” labor de “intermediación” entre Israel y Líbano, así como de “protección a la población civil”, que están desarrollando los militares españoles integrados en la Misión de la Fuerza Interina de Naciones Unidas en Líbano, conocida como UNIFIL. No podía ser de otra forma dados los compromisos de España, con numerosos compatriotas en el exterior defendiendo a su país, que Robles da la cara por las mujeres y hombres de nuestras Fuerzas Armadas (”tienen una gran preparación, la moral muy alta y son conscientes de que están realizando una misión muy importante”) y ensalza a la ONU “como un instrumento de paz”. “El compromiso de España con Naciones Unidas y con la paz es total y absoluto”, dijo la ministra preguntada por la posibilidad de ordenar un aumento del contingente español, que no descarta.

Robles, de visita en el Mando de Operaciones (en la base de Retamares, en Madrid), subrayó que las Fuerzas Armadas están preparadas para “realizar cualquier misión de evacuación” en el caso de que ciudadanos con nacionalidad española puedan salir de Gaza por el paso fronterizo de Rafá. El Ministerio de Interior de Gaza ha autorizado la salida de extranjeros de la Franja, siempre bajo control de Hamás. Uno de los primeros en hacerlo ha sido el anestesista español de la ONG Médicos Sin Fronteras Raúl Incertis.