“Si tuviera que decantarme por sólo un circuito, escogería Suzuka. Creo que es mi favorito. Cuenta con muchas curvas de alta velocidad”. Fernando Alonso ha reconocido este mismo año, sin tapujos, que el Gran Premio de Fórmula 1 que más le gusta es el de Japón. Allí ha desembarcado ya el Gran Circo para la próxima cita del Mundial, que tiene lugar este mismo fin de semana. A buen seguro que el bicampeón del mundo español tiene el firme objetivo de resarcirse de su mala actuación en Singapur, donde terminó último a los mandos de, en sus propias palabras, un “coche inconducible”.
Volver al podio, en otra carrera más (serían ocho esta temporada) y en la clasificación de pilotos, es la gran obsesión del asturiano. A raíz de la mejoría experimentada en el presente curso, en Aston Martin no pueden permitirse volver a quedarse sin puntuar. La escudería británica no es fija en los puestos de honor, como ocurrió en los primeros compases de 2023, pero quiere estar en ellos en el máximo número posible de citas. No parece que el trazado nipón sea el mejor para conseguir este objetivo, aunque no se puede ni debe tirar la toalla antes de tiempo. No con un competidor tan voraz como Alonso como jefe de filas.
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Y ni mucho menos en un evento tan especial como lo es el de Japón para el de Oviedo. Es precisamente su gusto por correr allí (ganó en 2006 en Suzuka y en 2008, entonces en Fuji) el que le ha llevado a adaptar una parte fundamental de su indumentaria de competición al país del sol naciente: el casco.
Así lucirá el casco de Fernando Alonso en Suzuka
Está claro que la cultura japonesa atrae lo suyo a Alonso, puesto que tiene un tatuaje de un samurái en su nuca e incluso se le apoda así. De hecho, un dibujo muy similar al suyo (uno de estos guerreros con una espada) aparece en la parte trasera del casco, junto a su nombre, escrito en una tipografía muy similar a la nipona. Dos Cruces de la Victoria, las que son pieza crucial en la bandera de Asturias, también aparecen ahí.
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El casco que Magic llevará en este Gran Premio de Japón está pintado completamente de blanco, con unos tonos negros en la parte de abajo mediante los que se representa la arquitectura propia de la nación. Hay un círculo rojo en los laterales con el dorsal ‘14′ de Alonso, para hacer las veces de bandera japonesa. “El espíritu del samurái vive en su interior”, ha expuesto Aston Martin a la hora de hacer público este diseño.
A Alonso le quieren lo suyo en Japón. Sólo así se explica el recibimiento multitudinario que se le brindó en el aeropuerto de Tokio hace unas horas. No se paró con nadie para hacerse una foto o firmar autógrafos: hasta más de cien personas le estaban esperando y la situación era un tanto agobiante para él. Aun así, la leyenda brindó un saludo a todos ellos y quedó patente que el cariño es mutuo.
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