La DNDi, una organización que lucha contras las enfermedades de los más pobres

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Madrid, 1 jun. La Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi, por sus siglas en inglés), distinguida este jueves con el Premio Princesa de Asturias de Cooperación 2023, es una organización que tiene como objetivo la investigación y el desarrollo farmacéutico de enfermedades que afectan a comunidades pobres y vulnerables alrededor del mundo.

Entre este numeroso grupo de enfermedades, que en muchos casos asolan a áreas tropicales, están el chikunguña, el dengue, el mal de chagas -la versión latinoamericana de la "enfermedad del sueño" (tripanosomiasis africana humana), el tracoma, la ceguera de los ríos, el dengue o la esquistosomiasis.

Se puede encontrar su antecedente en la organización médico-humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF), que dedicó una parte del Premio Nobel de la Paz en 1999 a la búsqueda de un modelo alternativo para desarrollar medicamentos para pacientes afectados por este tipo de enfermedades.

El compromiso de Médicos sin Fronteras tuvo un importante respaldo en 2003, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) y varias instituciones internacionales de investigación fundaron la Iniciativa Medicamentos para Enfermedades Desatendidas (DNDi).

La red fue creada por Médicos sin Fronteras, el Consejo Indio de Investigación Médica, el Instituto de Investigación Médica de Kenia, la Fundación Oswaldo Cruz (Fiocruz) de Brasil, el Ministerio de Salud de Malasia, el Instituto Pasteur (Francia) y el Programa Especial para la Investigación y Entrenamiento en Enfermedades Desatendidas de la Organización Mundial de la Salud.

Según su página en internet, la Iniciativa actúa un como director de una "orquesta virtual" con más de 200 socios en más de cuarenta países enfocados en el desarrollo de tratamientos de enfermedades que por el tipo de pacientes y los países a los que afectan. Enfermedades mortales que afectan de manera desproporcionada a las personas pobres y marginadas, fuera del radar de las grandes farmacéuticas.

Desde su creación la DNDi ha presentado doce nuevos tratamientos, entre ellos nuevas combinaciones de medicamentos para la leishmaniasis visceral (kala-azar), dos antipalúdicos con dosis fija, un tratamiento antirretroviral sencillo y adecuado a niños pequeños con VIH y la primera entidad química que ha desarrollado con éxito, el fexinidazol, aprobado en el 2018 para el tratamiento de ambas fases de la enfermedad del sueño.

Para los próximos años DNDi se ha fijado como objetivos la búsqueda de otros 13 tratamientos hasta 2028, para ayudar a construir un sistema más equitativo de acceso, así como combatir las enfermedades sensibles al clima, mejoras en la salud infantil, nuevos avances en I+D y nuevas tecnologías médicas que se extiendan a los pacientes más desatendidos.

Con sede central en Ginebra y otras ocho repartidas por el mundo, la organización fue dirigida por Bernard Pécoul desde 2003 hasta 2022, año en el que fue sustituido por el doctor Luis Pizarro, médico chileno-francés y experto en salud mundial.

La iniciativa recibe financiación de entidades públicas y privadas, y a lo largo de su historia ha contado con fondos de la Unión Europea, la Organización Mundial de la Salud, la Fundación Bill y Melinda Gates, la Fundación Carlos Slim y la Fundación "La Caixa", entre muchos otros.

En España, la DNDi ha participado en sesiones científicas, como la de ‘Enfermedades Tropicales Desatendidas y Objetivos Sostenibles del Milenio’, que organizó en enero de 2020 junto a la Real Academia Nacional de Medicina, y el Gobierno español ha destinado ayudas a la organización -12 millones de euros entre 2006 y 2012-.

La organización fue premiada en junio de 2013 con el premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en Cooperación al Desarrollo. EFE

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