Mujer en Magdalena sorprendió a trabajadores de aseo: les dio almuerzo y ancheta navideña

El gesto fue celebrado en redes sociales por visibilizar un trabajo tan importante que no suele ser reconocido

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Las mujer reconoció con el almuerzo la labor de los trabajadores - crédito Monica Carrillo / Facebook

El municipio de El Retén, Magdalena, presenció recientemente una escena cargada de significado social y calidez humana.

Mientras la rutina diaria llevaba a los trabajadores del servicio de recolección de residuos por la zona, una profesora local, Mónica Carrillo, tomó la iniciativa de invitarlos a su propio hogar. Este gesto espontáneo rompió la monotonía de la jornada laboral para convertirse en una celebración en torno a la gratitud y el reconocimiento.

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La acción de Carrillo quedó plasmada en un video que rápidamente circuló por redes sociales, conmoviendo a numerosos usuarios.

En las imágenes se observa cómo la docente, vestida de azul marino, detiene el camión de la basura en la calle y llama a los trabajadores para recibirlos en su casa. La escena da un giro inesperado y emotivo cuando la profesora los guía al interior, donde ya tiene todo listo.

La mujer se hizo popular
La mujer se hizo popular en redes gracias a su acto - crédito composición fotográfica

El menú, preparado especialmente para esa ocasión, incluía carne, arroz, ensalada y puré. La anfitriona no solo ofreció alimentos: alrededor de su comedor se vivió una atmósfera de respeto, reconocimiento y alegría mutua.

En ese espacio, los trabajadores dejaron por un momento atrás la exigencia de su labor y compartieron con las mujer la sensación de ser valorados. “¡Se lo merecen!”, exclamó Carrillo mientras servía los platos, reflejando el propósito esencial de su invitación.

El almuerzo se transformó en mucho más que un gesto material; funcionó como un recordatorio tangible del papel fundamental que desempeñan quienes, cotidianamente y sin pausa, mantienen limpia la ciudad.

Las palabras de agradecimiento de la docente reforzaron este mensaje: “Feliz Navidad y gracias por su trabajo, por lo que hacen cada día sin descanso y sin que muchos lo noten.” Al finalizar la comida, cada trabajador recibió de manos de la profesora una ancheta navideña, gesto que más allá del obsequio simbolizó la atención y el aprecio hacia un trabajo que usualmente pasa inadvertido.

En redes, las personas agradecieron
En redes, las personas agradecieron el gesto - crédito composición fotográfica

En ese encuentro, la rutina cedió frente a la solidaridad y el reconocimiento colectivo. Para los invitados, la experiencia significó un alto inesperado en su jornada que les permitió sentirse vistos y valorados por su contribución silenciosa al bienestar comunitario.

Este acto, además de la repercusión inmediata entre los presentes, despertó rápidamente el interés y la aprobación en redes sociales.

Diversos usuarios en redes sociales destacaron el hecho, expresando su admiración por el gesto y alentando a que más personas sigan ese ejemplo. Entre los comentarios, algunos subrayaron la importancia de la empatía y la generosidad.

Mientras que otros cuestionaron la necesidad de hacer pública la acción, afirmando: “No había necesidad de publicar, con que Dios lo sepa listo”.

Varios participantes compartieron sus propias experiencias, mencionando que prefieren ayudar de manera discreta, como entregar “una ancheta de vino, galletas o algo de dinero para cada uno” cada año, en lugar de organizar almuerzos o difundir sus acciones.

La mujer no solo brindó
La mujer no solo brindó un almuerzo, también les dio una ancheta - crédito composición fotográfica

Otros mensajes resaltaron el valor espiritual de estos gestos, señalando que “estos gestos de amor al prójimo es lo que a Dios le agrada” y deseando bendiciones a quienes los realizan.

Algunos comentarios también reflejaron el impacto emocional de la ayuda recibida, como el de quien afirmó: “Después de esa comida se van las ganas de seguir trabajando”.

Lejos de limitarse a un simple evento, la jornada organizada por Mónica Carrillo invita a reflexionar sobre el valor de mirar más allá de los roles habituales y dar espacio a aquellos que, desde el anonimato, sostienen el día a día de todos.

Acciones como esta, impulsadas por la empatía, hacen visible la humanidad compartida y el poder de los pequeños gestos para transformar realidades. En estas fechas, recordar a quienes mantienen en pie la vida urbana se consolida como el más auténtico mensaje navideño.