La concentración de esperma ha disminuido al 50 por ciento en 40 años

Por Ariana Eunjung Cha

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La calidad del esperma de los hombres de Norteamérica, Europa y Australia ha disminuido drásticamente en los últimos 40 años, con una disminución del 52.4 por ciento de la concentración del esperma, según un estudio publicado recientemente.

La investigación, que incluye datos de 185 estudios con 42,000 hombres de todo el mundo entre 1973 y 2011, parece confirmar los temores de que la salud reproductiva masculina está disminuyendo.

El estado de la fertilidad masculina ha sido uno de los temas más discutidos en la ciencia médica de los últimos años. Mientras que varios estudios anteriores encontraron que los recuentos y la calidad de esperma han estado cayendo, algunos rechazaron o criticaron los estudios que hablaban de los factores como la edad de los hombres analizados, el tamaño del estudio, el sesgo en sistemas de conteo u otros aspectos de las metodologías.

Algunas de las otras preocupaciones se describen como un análisis publicado por la Sociedad Americana de Andrología, que se centra en el sistema reproductivo masculino. El escepticismo también tiene que ver con la dificultad de comparar los registros de un centro de fertilidad en la década de 1970 con uno de hoy en día y con el hecho de que el recuento de esperma de un solo hombre puede fluctuar durante su vida debido a su peso, el uso de alcohol y otros muchos factores.

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Sin embargo, Shanna H. Swan, una de los autoras del nuevo estudio publicado en la revista Human Reproduction Update, manifestó que aunque el nuevo metanálisis era tan amplio y completo, involucrando a todas las investigaciones relevantes publicadas en inglés, esperaba que también dejara algunos aspectos a la incertidumbre. De esa forma, la comunidad científica podría avanzar en poner sus recursos y en averiguar por qué está pasando eso.

"Esto demuestra que la disminución es fuerte y que la disminución continúa", expresó.

El análisis se refiere únicamente a los hombres de Europa, América del Norte y Australia, y no los de América del Sur, Asia y África. Swan explicó que esto podría significar que hay algo específico para ciertas culturas o regiones que afecta el esperma, pero que también es posible que no haya suficientes datos como para sacar conclusiones firmes para el resto del mundo. Ha habido muchos menos estudios de esperma realizados en país no occidentales. Un estudio publicado a principios de este año en la provincia china de Hunan encontró que el 56 por ciento de las donaciones de esperma cumplían los criterios de salud en 2001 frente al 18 por ciento en 2015.

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Los puntos más importantes del nuevo estudio hablaron de la concentración de esperma para los que se conoce como hombres "no seleccionados", que aún no han probado sus índices de fertilidad. Estos son hombres que en los estudios se muestran con un perfil más joven, que aún no son padres o que no tienen parejas embarazadas. Los investigadores estimaron que estos hombres tenían una concentración media de espermatozoides de 99 millones por mililitro en 1973, pero que había caído a un promedio de 47 millones por mililitro en 2011.

Este es un número inquietante dado que, según los criterios de la Organización Mundial de la Salud, los hombres con una concentración de esperma inferior a 40 millones se consideran con una probabilidad de concebir y aquellos con una concentración inferior a los 15 millones por mililítro no sería capaz de tener hijos.

Estos números revelan "proporciones sorprendentemente más altas de hombres que están cayendo en las categorías infértiles y subfértiles", reveló.

Hay numerosas teorías sobre lo que puede estar sucediendo a los espermatozoides. Muchos científicos dicen que el período más sensible puede ser durante el primer trimestre, cuando el sistema reproductivo del feto en desarrollo puede verse afectado por el tabaquismo de una madre, el estrés que experimentó o los alimentos que comió. La exposición a sustancias químicas que pueden cambiar los niveles hormonales, conocidos como disruptores endocrinos, están entre los temas que están siendo estudiados.

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Durante la vida, los hombres también están expuestos a una serie de otras cosas que podrían influir en la concentración de espermatozoides: plaguicidas, plomo, rayos X, estrés e incontables factores.

La cuestión de los espermatozoides no tiene que ver únicamente con tener hijos.

La mala salud de los espermatozoides se ha relacionado con los problemas cardiovasculares, la obesidad, el cáncer y, en general, con tasas más altas de hospitalización y muerte. Mientras que la esperanza de vida de los hombres está aumentando en general gracias a los avances en la atención médica, nutrición y saneamiento, no es impensable que eso podría revertir algún día.

"Tener pocos espermatozoides es una señal de que algo va mal", puntualizó Swan.