Luego de que el dictador venezolano Nicolás Maduro diera a conocer ayer un medicamento producido en su país que aseguró que “neutraliza el COVID-19 en un 100%”, la alarma de expertos en infectología de la región no se hizo esperar.
Maduro dijo que el nombre del medicamento es Carvativir y se refirió a él en una alocución televisada en la que ofreció un balance sobre la pandemia en Venezuela.
Y si bien aseguró que “el tratamiento es producto de varios estudios clínicos, científicos y biológicos que se extendieron durante nueve meses e incluyeron experimentación en enfermos, moderados y graves” y que -siempre según el mandatario- “se recuperaron de la enfermedad gracias a estas gotas”, lo cierto es que la comunidad científica recibió con preocupación la noticia, de la que se enteró por los medios de comunicación al igual que el resto de la población.
Infobae pudo hablar con la presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología, María Graciela López, quien manifestó que “desde mediados del año pasado el ejecutivo nacional, incluso funcionarios que no pertenecen al Ministerio del Poder Popular para la Salud, comenzaron a hablar de una molécula que estaba en estudio llamada DR10 que estaba siendo probada en el Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (ICIV) y que estaba mostrando ‘resultados milagrosos’”.
“Nos sorprende la noticia; es probable que se trate de esa molécula de la que ya la sociedad científica latinoamericana había acotado en aquel momento que se debían hacer los pasos científicos de investigación para su uso en humanos, entendiendo que por esos meses estaba en fase preclínica”, señaló la médica infectóloga pediatra, quien alertó: “No tenemos información de que haya pasado por Fases I, II y III ni que haya sido publicado en revistas científicas arbitradas para ser sometido a revisión por pares por investigadores que están por fuera del desarrollo del producto, y así validar el peso científico de la información que se está dando”.
“Mientras casi todos los países están en una lucha por intentar conseguir mecanismos diagnósticos y tratamientos rápidos y efectivos para la enfermedad, basados en evidencia científica documentada, Venezuela cae en un juego de propuestas populistas”. Para el médico cirujano venezolano, especialista en cirugía general y especialista en salud pública Jaime Lorenzo “ya se vio cómo se manejó la enfermedad en Venezuela, donde se olvidan de muchas cosas básicas del manejo de una epidemia”.
Y sobre este tema puntual, enfatizó que “cuando se empieza a dar falsas expectativas a la gente y se usa el recurso mágico religioso al hablar de un medicamento milagroso para llevar una información a la ciudadanía, lo más seguro es que mucha gente crea en este anuncio y al tomar este medicamento relajen aún más las medidas de protección y lo que puede ocurrir es que tengamos una mayor cantidad de casos”.
Maduro ayer hizo referencia a que ya contaba con el “permiso sanitario oficial del país” para “presentar la medicina” a la que hizo mención como “las gotitas milagrosas de José Gregorio Hernández”. Sobre eso, López contó que “es un beato para Venezuela y es realmente una figura religiosa muy relevante para el país”. Para López, “esta vinculación es muy dolorosa y puede llevar a la manipulación de la población”.
“Como sociedad científica no tenemos ninguna recomendación ni medida científica para recomendarla y tenemos que hacer lo que hemos hecho durante la pandemia, que es hablar de lo que sí ha funcionado y lo que no para evitar el daño a la población e intentar que las personas se apeguen a las medidas de prevención de lo que sí se sabe que previene el COVID-19”, insistió la profesional, para quien “esto quita el foco de dónde está la prevención pero además hace olvidar que el 80% de las personas que se enferman no van a tener síntomas ni necesitar tratamiento”.
El médico infectólogo argentino Roberto Debbag es vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica y adivirtió a Infobae que “no hay datos más allá de lo expresado por el presidente Maduro; no hay publicaciones ni evidencia científica a través de expertos locales ni venezolanos. Esperemos que evolucionen las evidencias para saber si realmente es un antiviral útil para el tratamiento del coronavirus”, manifestó.
Vicente Gómez Tello es médico intensivista y jefe de Urgencias del hospital de Moncloa, en España, y desde el otro lado del teléfono (y del Atlántico), ante la consulta de Infobae, consideró que al tratarse de Venezuela, “se está hablando de un país que no tiene precisamente buena prensa en cuanto a transparencia y eso ya es un handicap”.
Sin embargo, “para ser abiertos de mente”, precisó que “lo que tienen que hacer es publicar sus estudios en revistas internacionales con revisores neutrales y ver realmente para qué sirve esto: si es un neutralizante que se lo tendría que poner todo el mundo o bien sirve para cuando la persona está en primeras fases de la enfermedad”.
“En cualquier caso, creo que todo lo que se tenga que hacer se tendrá que hacer en ensayos serios y cuando lo publiquen hablaremos; por ahora es meros brindis al sol”, sostuvo.
Dado que Maduro se refirió al Carvativir como una medicina “totalmente inocua”, y que “no tiene ningún efecto secundario ni negativo”, o al menos así lo demuestran, dijo, los “experimentos masivos” que se hicieron en Venezuela, este medio quiso saber si el fármaco se trata de uno que ya es usado en medicina con otros fines, como ocurrió oportunamente con el remdesivir o la hidroxicloroquina, cuyas propiedades eran conocidas en otras enfermedades y en el contexto de la pandemia de COVID-19 se estudiaron para tratar la infección por coronavirus.
“No lo conocemos, dijeron el nombre que se le asignó a la molécula y creemos que debe ser la misma DR10 que habían hablado hace unos meses; ojalá podamos tener acceso a información científica en el corto plazo, antes de que este producto comience a ser usado en el pueblo venezolano”, enfatizó López.
El 25 de octubre pasado, Maduro había informado que un organismo de investigación científica de su gobierno había encontrado una molécula que eliminaba completamente el coronavirus. “Venezuela ha conseguido una medicina que anula al 100% el coronavirus, una vez demostrados los estudios por seis meses de nuestro Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas”, dijo entonces el mandatario. A lo que su la ministra de Ciencia y Tecnología, Gabriela Jiménez, había explicado “es un derivado de ácido ursólico y esta molécula presenta 100% de inhibición de la replicación del virus in vitro”.
Al respecto, Lorenzo detalló que “el nombre carvativir viene debido a que el isothymol, que es su principio activo, también se lo conoce como carvacrol y hay registros de que tiene una acción contra el coronavirus aparentemente por un mecanismo indirecto que estimula respuesta inmune ante el estrés, pero no hay evidencia que pueda decir que esto sea cierto; sólos estudios preliminares”. “Y lo que más nos llama la atención de la ficha técnica que difundió el propio laboratorio es que todos los estudios a los que hace referencia son in vitro, no presentan estudios en seres humanos, pese a que el presidente anunció que fue probado en un gran número de pacientes”, remarcó.
“Este medicamento, según la propia ficha técnica, tiene una acción bacteriostática y bactericida sobre algunas bacterias; sobre el virus no hay información acerca de que produzca acción directa más que esa acción de modulación del sistema inmunitario, que es lo único que podemos encontrar y sólo con pruebas in vitro”, agregó.
Y tras señalar que “lo sí se sabe es que el COVID-19 tiene una caracterología que está muy clara: el 80% de la población va a sufrir la enfermedad, y de esos, el 85% no tendrá sintomatología o hará cuadros leves”, Lorenzo enfatizó: “Todos sabemos que una virosis con síntomas leves se extingue en el proceso de la enfermedad, por lo que lamentablemente con este tipo de anuncios lo que va a ocurrir es que además de disminuir las medidas de protección se va a producir una falsa sensación de seguridad en la gente y quienes estén en ese 15% donde están los adultos mayores y pacientes vulnerables se retarde el tratamiento adecuado para quienes sí deben permanecer bajo vigilancia estricta”.
“Es decir que esas personas que empiezan con síntomas y crean que ese medicamento es el milagro de la vida van a acudir muy tarde a los servicios hospitalarios y con una enfermedad bastante avanzada”, agregó.
“Los monoterpenos aromáticos isothymol y carvacrol son los componentes principales de varios aceites esenciales extraídos de plantas aromáticas. Actualmente se ncuentran entre los constituyentes de los aceites esenciales más estudiados, principalmente debido al amplio espectro de acción, como antiinflamatorio, antioxidante, antibacteriano, antifúngico, anticancerígeno y por sus características favorables, por tener algunos solubilidad en agua y baja toxicidad -ahondó Lorenzo-. Sin embargo, para intensificar el uso de estos compuestos, es necesario tener un conocimiento más completo sobre sus de acción, de modo que sea posible predecir sus efectos y la forma en que interactúan en el cuerpo”.
Maduro aseguró que su vicepresidenta, Delcy Rodríguez, entregará toda la información al director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, “para que conozca y certifique este poderoso antiviral” y así el organismo ratifique los resultados obtenidos por el IVIC, de modo de poder encarar, mediante alianzas internacionales, la producción masiva de esa molécula.
En ese sentido, prometió exportar miles de dosis de Carvativir a los países que junto a Venezuela integran el bloque ALBA-TCP (Cuba, Nicaragua, Bolivia, Haití y otras naciones caribeñas) y comercializarlo con otros países con los que mantiene una “relación estratégica”, aunque no mencionó ninguno.
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