El último capítulo en la lucha por llevar a un santuario a Ely, la elefanta más triste del mundo

Ely es una elefante explotada durante 25 años en un circo, tras su “rescate” fue trasladada al Zoológico de San Juan de Aragón en la alcaldía Gustavo A. Madero de la Ciudad de México. Su futuro fue definido durante un juicio, en el cual le han negado en primera instancia el traslado a un santuario.

El juez cuarto de distrito en materia administrativa en la Ciudad de México, Ulises Rivera Gonzáles, determinó el pasado 16 de noviembre que la elefanta no será trasladada a ningún santuario, al considerar que Ely vive en “buenas condiciones” en el zoológico y, consideró que las pruebas emitidas por la organización “Va por sus Derechos” no demuestran que se estén violando los derechos de la paquiderma.

El juez también consideró que el traslado de Ely a un santuario implicaba llevarla a un lugar de condiciones inciertas, puesto que se desconoce si la elefanta va a ser aceptada por la manada.

Los activistas defensores de los animales que han seguido de cerca el caso de la elefanta de 40 años, consideran que su estado de salud ha empeorado y no cuenta con las atenciones adecuadas en el Zoológico de San Juan de Aragón.

En entrevista para el podcast Todos Somos Animales News conducido por la comunicadora y animalista mexicana Sandra Segovia, la directora de la organización “Abriendo Jaulas, Abriendo Mentes”, Diana Valencia, lamentó la resolución en torno al futuro de la elefanta de 40 años se diera después de una corta evaluación realizada por un especialista.

“Tenía muchos años que no la veía, la visitó antes de pasar al podium a hablar, por mucho que tenga experiencia no creo viable que puedan determinar que está sana y que tiene mucho bienestar animal en una visita breve”, comentó Diana Valencia.

La directora de la organización a favor de los animales, consideró que el especialista tiene la intención de descalificar las razones por las que Ely tiene que ser trasladada a un santuario de Brasil.

“El doctor la trató a Ely desde el circo, y es algo que me inquieta, porque si él la trató y supuestamente es especialista, ¿por qué Ely llegó en esas condiciones? y ¿por qué llaman al mismo médico que no la tuvo en buenas condiciones?”, cuestionó Diana Valencia sobre el hombre responsable de dar la opinión médica sobre la elefanta.

Diana Valencia recalcó que durante el recorrido de evaluación de la salud de la paquiderma, los ambientalistas, activistas, gente del Congreso de la Ciudad de México y del comité de bienestar animal no fueron requeridos y que solo asistieron diputados de Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).

“Los diputados entraron 51 minutos, y andan publicando que Ely está sana, que está muy bien y en pocas palabras que Ely está muy bien y se van a encargar de que Ely se quede aquí”, aseveró la activista.

Los defensores de Ely buscan que sea trasladada a un santuario de Brasil para que pueda ser atendida por especialistas en elefantes y esté acompañada de otros animales de su misma especie, para que pueda desarrollarse en un entorno seguro.

Por ello es que ante la inconformidad por la resolución, los defensores de los animales están solicitando especialistas extranjeros, al considerar que específicamente en el país no hay un experto en el país enfocado en su totalidad a los elefantes.

En 2018 una osa polar conocida como Yupik falleció a los 27 años en el Zoológico Benito Juárez de Morelia, Michoacán, después de que se emprendiera una lucha para que fuera trasladada a un santuario donde pudiera convivir con más animales de su especie, sin embargo, tras una larga batalla legal se decidió que la osa polar se quedara en el país.

La intención de los activistas era trasladar a la osa polar a Reino Unido, incluso en 2017 se había alcanzado un convenio de colaboración para su traslado, con la finalidad de mejorar su salud y calidad de vida.

Óscar Vélez, portavoz de la coalición internacional Salvemos a Yupik, comentó hace cuatro años en entrevista para Infobae, que este acuerdo fue desestimado por autoridades mexicanas después de “manipular” el informe de salud y alegar que “Morelia era su casa”.

El tiempo que pasó Yupik encerrada en el zoológico de Morelia le provocó estrés y problemas de salud como úlceras y caries en la boca ante los intentos de romper las barras del lugar, no obstante su muerte tomó por sorpresa a los activistas puesto que había mostrado mejoría, tras las últimas atenciones que había recibido.

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