Reino Unido sancionó a estructuras de propaganda rusa y a empresas chinas por vínculos en campañas de guerra híbrida

Entre los señalados figuran grupos vinculados a la inteligencia militar del Kremlin y compañías con sede en Beijing, acusadas de ejecutar ataques masivos

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La ministra británica de Exteriores,
La ministra británica de Exteriores, Yvette Cooper, durante su intervención en el acto por el centenario de los Tratados de Locarno en la sede del FCDO, en Londres (REUTERS/Jaimi Joy)

El gobierno de Reino Unido anunció este martes la adopción de sanciones contra varios organismos de comunicación rusos y compañías tecnológicas chinas, en respuesta a lo que considera operaciones prolongadas de desinformación y ciberataques comprometidos contra Reino Unido y sus aliados internacionales.

La decisión se produce en un escenario global marcado por la proliferación de amenazas híbridas que buscan interferir en los sistemas democráticos, debilitar infraestructuras críticas y manipular la opinión pública a través de material digital falsificado.

La secretaria de Relaciones Exteriores, Yvette Cooper, informó que el paquete de sanciones abarca al canal de microblogging Rybar, la Fundación para el Apoyo y Protección de los Derechos de los Compatriotas que Viven en el Extranjero —considerada por servicios de inteligencia como una fachada de la agencia militar rusa GRU— y el Centro de Experiencia Geopolítica, encabezado por el escritor ruso Aleksandr Dugin.

De igual modo, dos compañías con base en China quedaron incluidas en la lista, acusadas de desplegar ataques cibernéticos masivos y selectivos contra infraestructuras electrónicas británicas y de estados aliados.

El escritor ruso Aleksandr Dugin
El escritor ruso Aleksandr Dugin

Las medidas fueron expuestas en un discurso pronunciado en la sede de la Cancillería británica en Londres. Durante su intervención, Cooper enfatizó que el Reino Unido y sus socios están sometidos a amenazas crecientes, entre ellas el sabotaje y campañas digitales coordinadas mediante inteligencia artificial y videos manipulados. Estas acciones, según la funcionaria, buscan minar el respaldo internacional a la resistencia ucraniana y erosionar la confianza en instituciones democráticas y operadores políticos en Europa y América del Norte.

Las autoridades británicas alertan que entre las prácticas identificadas se cuentan el uso de sitios web falsos y la publicación de anuncios políticos fraudulentos, como ocurrió durante el reciente proceso electoral en Moldavia, así como la proliferación de materiales alterados sobre el presidente ucraniano Volodimir Zelensky y su esposa, que circularon en plataformas sociales como parte de un esfuerzo sostenido para debilitar el apoyo a Ucrania frente a la invasión rusa.

El gobierno sostiene que este tipo de campañas pueden provocar efectos negativos duraderos en las sociedades afectadas, incrementando la polarización y el desconcierto en la ciudadanía.

El secretario de Estado de
El secretario de Estado de EE.UU., Marco Rubio, se reúne con la ministra británica de Exteriores, Yvette Cooper, en el Departamento de Estado en Washington (REUTERS/Kevin Lamarque)

Las nuevas sanciones tienen lugar en el marco del centenario de los Tratados de Locarno, acuerdos que sentaron bases para la paz en Europa luego de la Primera Guerra Mundial. En alusión a este aniversario, la secretaria Cooper advirtió de la importancia de intensificar la cooperación internacional para preservar la integridad de los sistemas democráticos y proteger infraestructuras sensibles de posibles sabotajes, manipulación digital y otras amenazas híbridas.

Según el gobierno británico, la reacción ante los riesgos modernos requiere coordinación regular entre aliados europeos y norteamericanos. En la agenda política figura el fortalecimiento del marco legal y el diseño de nuevas iniciativas destinadas a salvaguardar tanto la infraestructura nacional como el flujo legítimo de información pública.

Las autoridades insisten en que responder con anticipación ante cualquier agresión externa resulta fundamental para la estabilidad política de la región.

En declaraciones recientes, Cooper enfatizó que las campañas de desinformación y los ciberataques “deben llamarse por su nombre: guerra de información rusa”.

Según la cancillería, la respuesta del Reino Unido se articula sobre el principio de defensa activa y adaptación constante ante un entorno global con actores que recurren a métodos híbridos para debilitar la gobernabilidad, manipular procesos sociales y vulnerar la seguridad del Estado.

Así, el paquete de medidas busca prevenir el uso indebido de tecnologías digitales y profundizar en los mecanismos de respuesta internacional, en un contexto marcado por la incertidumbre sobre la cohesión de las alianzas tradicionales y ante la necesidad de reforzar la resiliencia frente a ataques de actores estatales extranjeros.

(Con información de The Associated Press)