El hombre cuya famosa foto de Vietnam “cambió el mundo” habló sobre la invasión a Ucrania

Nick Ut se hizo famoso a partir de una imagen dramática tomada el 8 de junio de 1972 en el sur de aquel país

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Nick Ut y Phan Thi Kim Phuc durante un encuentro en Newport Beach, California, en una foto de archivo en junio de 2012 (AP)
Nick Ut y Phan Thi Kim Phuc durante un encuentro en Newport Beach, California, en una foto de archivo en junio de 2012 (AP)

Varios niños corrían desesperados luego de ser alcanzados por un bombardeo. Eran custodiados por soldados norteamericanos que buscaban protegerlos del infierno que sometía a todo Vietnam. Pero una de esas pequeñas estaba completamente desnuda. Tenía 9 años y su nombre era Kim Phuc. Su nombre y su imagen se convertirían en un ícono que recorrió el planeta. Para muchos -incluido el autor de la fotografía, Nick Ut- “cambió el mundo”.

Ut, fotógrafo de la agencia The Associated Press cubrió la guerra de Vietnam y sacó la imagen que sería portada de cientos de revistas y diarios durante varias semanas y que se alzaría, además con varios premios. Su hermano lo había iniciado en la profesión y, antes de morir en una de esas batallas, le dijo: “Espero que algún día tengas una fotografía que detenga la guerra”. Fue profético.

El fotoreportero escribió este lunes una columna en el diario The Washington Post titulada “Una simple foto puede cambiar el mundo. Lo sé porque tomé una que lo hizo”. “Me inspiró la creencia de mi hermano de que la fotografía puede servir a la causa de la justicia social, pero no sabía si una foto podía tener el poder que él sugería. Hoy en día, muchos atribuyen a mi foto Napalm Girl el mérito de haber acelerado el fin de la guerra de Vietnam. Lo que sé con certeza es que representa los horrores absolutos de la guerra, definidos por una joven que corre desnuda en medio de la destrucción y la muerte”.

El 7 de junio de 1972, me enteré de que se estaban produciendo combates en Trang Bang, un pequeño pueblo a unos 50 kilómetros al noroeste de Saigón. Todavía tengo recuerdos vívidos de mi viaje a la mañana siguiente a Trang Bang, viendo hileras de cadáveres al lado de la carretera y cientos de refugiados huyendo de la zona. Finalmente llegué a un pueblo destruido por días de ataques aéreos. Los residentes estaban tan cansados de las constantes batallas, que huyeron de su pueblo para buscar refugio en las calles, bajo los puentes o en cualquier lugar donde pudieran encontrar un momento de calma”, recordó Ut en su artículo.

Y prosiguió: “Al acercarnos, vimos a la gente huyendo del napalm. Me horroricé cuando vi a una mujer con la pierna izquierda muy quemada. Todavía puedo ver tan vívidamente a la anciana que llevaba a un bebé que murió delante de mi cámara y a otra mujer que llevaba a un niño pequeño con la piel desprendida. Entonces oí a una niña gritar: ¡Nong qua! Nong qua! ¡Mucho calor! ¡Mucho calor! Miré por el visor de mi Leica para ver a una niña que se había quitado la ropa en llamas y corría hacia mí. Empecé a fotografiarla”.

La famosa fotografía de la niña que corre luego de que su casa fuera bombardeada con Napalm fue registrada en 1972
(AP Photo/Nick Ut)
La famosa fotografía de la niña que corre luego de que su casa fuera bombardeada con Napalm fue registrada en 1972 (AP Photo/Nick Ut)

Así rememora Ut ese dramático momento que cambiaría su vida para siempre. También logró que al capturar esa imagen el mundo comenzara a convencerse de que era momento de poner fin a la guerra. “Todavía en estado de shock, y en medio de la confusión de todos los gritos, metí a todos los niños en la furgoneta de AP. Los llevé al hospital de Cu Chi, ya que era el más cercano a Trang Bang. La niña no paraba de llorar y gritar: ‘¡Me estoy muriendo! Me estoy muriendo’. Estaba seguro de que iba a morir en mi furgoneta. En el hospital supe que se llamaba Phan Thi Kim Phuc. Había sufrido quemaduras de tercer grado en el 30% de su cuerpo”.

La niña icónica sobrevivió. Y junto a Ut formaron una hermosa amistad que perdura aún hoy. Su vida siguió ligada en todo momento: desde su crecimiento hasta su matrimonio, hasta su aventurera y arriesgada deserción. Kim Phuc vive junto a su marido en Toronto, Canadá, donde se instalaron en 1989. “Ver los horrores de la guerra en persona proporciona una perspectiva que pocos pueden experimentar. Al mismo tiempo, en medio de la muerte y la destrucción de la guerra, brilla la resistencia de la humanidad, y eso me lo recuerda cada vez que veo una imagen de ucranianos apoyando a sus conciudadanos en estos tiempos difíciles”, dice el fotógrafo.

Con este optimismo en el corazón, espero que cuando los soldados rusos se encuentren con una inocente niña ucraniana necesitada de ayuda, sientan el mismo impulso que yo sentí una vez, guarden sus armas y cuiden de un semejante”, se esperanza Ut y concluye: “Estoy orgulloso de mi foto y de las emociones y conversaciones que creó en todo el mundo. La verdad sigue siendo necesaria. Si una sola foto puede marcar la diferencia, tal vez incluso ayudar a poner fin a una guerra, entonces el trabajo que hacemos es tan vital ahora como lo ha sido siempre”.

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