La Justicia rusa ahora condenó al opositor Alexei Navalny en otra causa, una por difamación

La sentencia es a raíz de un video en el que llama “vendidos” y “traidores” a un grupo de personas que defendieron las enmiendas constitucionales promovidas por el presidente Vladimir Putin

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El líder opositor ruso, Alexei Navalny. REUTERS/Maxim Shemetov
El líder opositor ruso, Alexei Navalny. REUTERS/Maxim Shemetov

Un tribunal ruso condenó el sábado a Alexei Navalny por “difamación” contra un anciano de 95 años, veterano de la Segunda Guerra Mundial. Más temprano, había sido confirmada la condena de cárcel de 3 años y medio del opositor por violar un control judicial, en un juicio calificado de “arbitrario” por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.

La jueza Vera Akimova dijo que Navalny era culpable de difamar a un veterano de la Segunda Guerra Mundial que estaba entre un grupo de rusos a los que Navalny llamó “traidores” por aparecer en un video pro-Kremlin.

La Fiscalía exigió en este caso 950.000 rublos de multa (unos 10.600 euros, 12.800 dólares) y reclamó que una pena condicional del opositor se convirtiera en prisión firme.

El juicio por difamación se remonta a junio de 2020, cuando que Navalny publicó un video en el que llama “vendidos” y “traidores” a los protagonistas de una grabación que defendían las enmiendas constitucionales promovidas por Putin y que reforzaban su poderío, entre ellos, el veterano Ignat Artemenko.

Ignat Artemenko (Archivo personal Ignat Artemenko)
Ignat Artemenko (Archivo personal Ignat Artemenko)

El nieto del anciano demandó al opositor, quien no reconoció su responsabilidad y acusó a los familiares de intentar sacar provecho de la situación, “comerciando” con su imagen.

La victoria soviética sobre los nazis ocupa un lugar central en la consciencia colectiva rusa y es ampliamente celebrada por las autoridades y la población. Las críticas a los ex combatientes en general no son bien recibidas.

En las audiencias anteriores, Navalny multiplicó los tensos intercambios con la fiscalía y la jueza, denunciando su sumisión a las autoridades y estimando que la justicia manipulaba a un hombre de 94 años para reprimir a un adversario del poder.

El encarcelamiento del opositor desató las mayores protestas callejeras de los últimos años en Rusia, en el curso de la cuales más de 10.000 personas fueron detenidas.

Seguidores rusos del opositor Alexei Navalny. REUTERS/Maxim Shemetov
Seguidores rusos del opositor Alexei Navalny. REUTERS/Maxim Shemetov

“Habitualmente concluyo con las palabras ‘Rusia será libre’. Pero no es suficiente. Yo quiero que la gente reciba salarios normales, que se jubile dignamente. Rusia es un país desdichado. Se ve en su literaturas: solo desgracias y sufrimientos. Rusia no solo debe ser libre, sino también feliz. ¡Rusia será feliz!” dijo Navalny en sus palabras finales antes del dictamen de la mañana del sábado.

El pasado miércoles, Tribunal Europeo de Derechos Humanos dictaminó solicitar al gobierno ruso que libere al opositor, informó a través de un comunicado el órgano judicial en su sitio web.

“El 16 de febrero de 2021, el Tribunal decidió indicar al Gobierno de Rusia, de conformidad con la Regla 39 del Reglamento del Tribunal, que liberara al demandante. Esta medida se aplicará con efecto inmediato”, consigna el comunicado.

“El Tribunal consideró la naturaleza y el alcance del riesgo para la vida del demandante, lo demostró prima facie a los efectos de aplicar la medida cautelar y lo consideró a la luz de las circunstancias generales de la detención actual del demandante. Esta medida ha sido otorgada sin perjuicio de la decisión de la Corte sobre el fondo del presente caso y la competencia del Comité de Ministros”, continúa el documento.

El opositor ruso Alexei Navalny. REUTERS/Maxim Shemetov     TPX IMAGES OF THE DAY
El opositor ruso Alexei Navalny. REUTERS/Maxim Shemetov TPX IMAGES OF THE DAY

Navalny fue detenido por la policía en el control de pasaportes del aeropuerto Sheremetievo de Moscú el pasado 17 de enero, tras arribar a Rusia en un vuelo procedente de Berlín, a donde viajó para recuperarse de un envenenamiento sufrido en agosto de 2020 que el opositor responsabiliza al gobierno de Vladímir Putin.

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